viernes, 17 de octubre de 2025

JESUCRISTO SOBRE UN PAN DE COMUNIÓN


      En la antigua ciudad romana y más tarde bizantina de Irenópolis, en la región de Cilicia situada en la actual Turquía, un grupo de arqueólogos de este país ha llevado a cabo un descubrimiento de cinco hogazas carbonizadas de unos 1300 años de antigüedad. Lo más significativo es que en una de ellas aparece una imagen de Jesucristo como un agricultor que está sembrando la tierra, lo que supone una representación de Cristo muy alejada de lo habitual, aunque hay que tener presente, que en siglos anteriores se le personificó como  pastor, con una oveja sobre sus hombros, o cuidando un rebaño. Los evangelios sinópticos narran en una parábola de como un sembrador esparce la semilla, tal y como vemos en este pan redondeado con una inscripción griega antes de ser horneado a su alrededor, que según he podido averiguar de un especialista expresa: "Con nuestro agradecimiento al Bendito Jesús".  En las otras cuatro hogazas aparece impresa la cruz de Malta, muy utilizada en la Edad Media.

     Parece evidente que nos encontramos con panes de comunión para realizar la eucaristía, luego tendrían un fin eucarístico, de una comunidad cristiana con una economía agrícola, muy alejada de la ortodoxia oficial del momento, ya que coincide con la época de revueltas iconoclastas, en la que se prohibía representar imágenes tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. También podemos deducir, que esta imagen de Jesús es una expresión de fe y agradecimiento, por los frutos que estas humildes gentes, que con su labor, obtenían de la tierra para su manutención.

      R.R.C.

jueves, 16 de octubre de 2025

CENTÉN SEGOVIANO DE 1609 (LA MONEDA MÁS CARA DE ESPAÑA)

     Próximamente se va a subastar por Numismatica Genevensis SA el centén segoviano de 1609 que vemos en la imagen, con un precio de salida de 2 millones de euros, el valor más alto en el que se ha valorado una moneda española en toda la historia. Es una pieza de oro de más de siete cm de diámetro y unos 340 g de peso, lo cual la convierte en una de las monedas más grandes del mundo. Solo se han emitido 8 ejemplares de la misma, aunque también hubo ediciones en 1623 y 1633.  Asimismo, hay que tener presente que fue elaborada artesanalmente, además de que la ceca de Segovia contaba para realizar sus acuñaciones con los medios más avanzados de su tiempo.

     Esta pieza legendaria presenta un estado de conservación excepcional, ya que no se acuñó para su circulación, nadie iba de compras con ella en el bolsillo. Poseer alguna de estas monedas era un signo de prestigio, con la que los gobiernos gratificaban a personajes influyentes, poderosos, nobles, etc. En escritura latina, muestra en su anverso la leyenda: PHILIPPVS • III • D • G • (Philippus III Dei Gratia), o sea, Felipe III por la Gracia de Dios. Y en su reverso: HISPANIARVM • REX • 1609 •, es decir: Rey de las Españas en 1609. Pese a que no se ve en la imagen, también lleva grabada en su canto la leyenda de su anverso, en la que vemos el escudo de los territorios de la Monarquía Hispánica, el valor de la pieza (100) centenes, y al igual que en la otra cara, rodeada de una grafila dentada y un listel (un filete) para protegerla. La cruz de Jerusalén aparece en su reverso.

     Por último, se denominó escudo a una unidad monetaria de oro, precisamente por lucir un escudo en una de sus caras, desde los tiempos de Felipe II en el siglo XVI hasta los de Fernando VII en el siglo XIX, con un peso de 3,4 g equivalente a 16 reales de plata de casi el mismo peso. Luego una moneda de 100 escudos, un centén, tenía un peso de unos 340 g, lo que la convertía en una insignia de poder y respeto.

      R.R.C.