En la actualidad es una de las ciudades más monumentales del Mediterráneo, con un pasado glorioso, como todavía nos lo recuerdan numerosos restos antiguos. Eso sí, su famosa biblioteca ya desaparecida, se encuentra repuesta por otra monumental biblioteca en el centro de la ciudad, con una cantidad ingente de libros en su interior. Su antiguo faro ha sido sustituido por un castillo utilizando parte de los materiales que se emplearon en el primero para su construcción. Todavía podemos observar restos romanos por la ciudad, como el famoso teatro que tenía una capacidad para ochocientas personas, la cávea se encuentra en un excelente estado de conservación, con los asientos del nivel inferior construidos con granito rojo, y los del resto de niveles con mármol blanco o gris. En el área del teatro se ha descubierto unas termas romanas y una zona residencial, en la que destaca, principalmente, la casa conocida como “La villa de los pájaros” que cuenta con unos hermosos mosaicos. Unas impresionantes catacumbas de época romana, en donde solían ir los cristianos a pasar la tarde y dar compañía sus muertos. Situadas a bastantes metros de profundidad todavía pudimos descender a ellas, pero no nos dejaron sacar fotos de su interior, como por otra parte es costumbre en Egipto de no permitir al visitante que fotografíe el interior de sus monumentos, ruinas o museos, en esta cuestión son muy estrictos.
Entre los principales vestigios de la era romana de Alejandría también destaca la Columna de Pompeyo, ya tratada en otra entrada de este blog el mes de septiembre de 2012, a la cual me remito. Por último, situada a 180 kilómetros al norte de El Cairo cuenta en la actualidad con unos cinco millones de habitantes, y es uno de los lugares de mayor atracción turística de Egipto, escala habitual de grandes cruceros.
R.R.C.
Nota: Fotos del autor.