Es una pequeña ciudad balneario en la
costa turca del mar Egeo, de poco más de 65 000 habitantes, aunque
bastantes más en época estival, ya que sus tranquilas y cálidas aguas invitan
al baño, y sus bonitas calles con restaurantes, tiendas y lugares de ocio
consiguen que pasear por ellas sea una actividad relajante. En definitiva es
una ciudad pensada para el turismo, incluso todo el año. Posiblemente, su
principal atractivo es lo cerca que se encuentra de las famosas ruinas de la
antigua ciudad de Éfeso, y pegada a la isla griega de Samos, de una larga
historia e interesantes restos arqueológicos. Significa “isla de los pájaros”, y
su nombre definitivo de Kuşadası no lo adquiere hasta el siglo XX. Su centro es
bastante moderno y cuenta con un bazar al aire libre, se pueden adquirir
multitud de recuerdos, artículos de piel, joyas y alfombras, entre otros
artículos. También se puede degustar comida típica en sus numerosos
establecimientos indicados para ello.
R.R.C.