La escultura románica aparece íntimamente enmarcada en la arquitectura: hay una sabia armonía entre el edificio y la ornamentación escultórica que lo invade por dentro y por fuera, pero sobre todo en el exterior es donde se acumula, con objeto de atraer la atención de los fieles que transitan, a los que invita a meditar y a instruir. La decoración tiene un fin didáctico. La iglesia se preocupó de enseñar la religión con arreglo a un método práctico: haciendo sencillos catecismos y tratados religiosos en piedra. Los temas escultóricos se sitúan en:
B) En el alero o cornisa, las cabezas de los pares simulados en piedra presentan un variado repertorio de temas vegetales o animales. A veces esas cabezas se ligan, formando una arquería ciega, bajo la que se cobijan monstruosas figurillas.
C) En los capiteles, que están casi siempre decorados con figuras o animales entrelazadas. También recurre el artista a los temas geométricos y, por supuesto, inserta de vez en cuando una figura humana vigorosamente unida al conjunto decorativo. Los capiteles son instructivos y se aprovechan para las representaciones de escenas del antiguo o del nuevo Testamento. Las figuras puramente fantásticas, como monstruos, dragones, grifos, etc.., son también muy frecuentes en la decoración de estos capiteles.
D) En los ábsides, los motivos se ciñen a la forma de las ventanas. Por el interior la escultura escasea.
Los temas más desarrollados son:
*El juicio final, que testimonia el
horror a la condenación que se pretende inculcar.
*El pecado adopta una forma repelente: la lujuria, por ejemplo, aparece representada generalmente por una mujer a la que serpientes y sapos roen sus órganos genitales. Se pretende con ello desencadenar el asco del pecado de la carne.
*El pecado adopta una forma repelente: la lujuria, por ejemplo, aparece representada generalmente por una mujer a la que serpientes y sapos roen sus órganos genitales. Se pretende con ello desencadenar el asco del pecado de la carne.
*El demonio se representa con formas de animales. Aparece bajo un aspecto ridículo, para que los fieles se convenzan de que es una estupidez servirle. De esta forma, lo cómico penetra en los dominios del arte. Lo feo se pone al servicio de lo malo, de igual suerte que la belleza sublime es atributo de Dios.
1.- ESCULTURA ROMÁNICA DE BULTO REDONDO
b) Cristo desnudo, que sólo se cubre desde
la cintura hasta la rodilla con una faldilla que cae verticalmente.
Tanto en las esculturas de bulto redondo como en los relieves de los tímpanos, el artista románico utiliza unos pliegues en los vestidos que nos recuerda a los estilos arcaicos griegos. Los hay paralelos, concéntricos y en zig-zag.