Es un avatar
de Bastet en forma de gata, una diosa, que anteriormente se asociaba a una
leona (Sejmet) cuando encarnaba un poder más destructivo, y fue a lo largo del
primer milenio a. de C. en el tiempo que dulcificó su actitud, y adopta la
forma felina, tal y como la vemos en la imagen. Una preciosa gata elegantemente
sentada de poco más de 27 cm. de altura, luciendo un enorme pectoral sobre su pecho, y que terminó convirtiéndose en diosa
protectora de la fertilidad y del hogar. Debió ser una de las estatuas, en este
caso de bronce, que un acaudalado egipcio de la época donó a uno de los templos
que esta diosa poseía, para solicitar protección hacia él y a
todos los miembros de su familia.
A diferencia de la gata Bastet que nos
presenta el Museo Británico, esta, expuesta en el Louvre desde mediados del siglo XIX aparece sobre su peana, lo cual
nos aporta una información complementaria como el nombre del donante, o el sacerdote del templo encargado de su custodia. También logramos precisar mejor su
cronología, ya que podemos ver en su parte frontal el Sa Ra y el
Nesut Bity del faraón Psamético I que gobernó Egipto entre el 664 y el 610
a. de C. Respecto al segundo nombre que aparece a la derecha precedido de la
famosa caña y de la abeja, que nos advierten que era rey del Alto y el Bajo
Egipto, podemos leer en el cartucho wȝḥ ỉb rˁ, traducido al español: “Amable es el corazón de Ra”. Por
último, otra diferencia notable entre ambos animales es que la que vemos en la
imagen todavía conserva sus ojos acristalados remarcados con tiras de
lapislázuli, mientras la que se expone en Londres presenta vacías las cuencas
de sus ojos, aunque esto no le reste distinción y belleza.
R.R.C.
NOTA: Imagen bajada de Internet