Este colgante de esclavo romano realizado en bronce y de casi 6 cm de diámetro se encuentra en el Museo Británico de Londres. Un pobre esclavo del siglo IV de nuestra era se vio obligado a llevarlo colgado del cuello por el temor que tenía el dueño a su posible fuga, ya que en caso de llevarla a cabo la inscripción latina de la placa lo delataría. La leyenda en cuestión dice así: TENE ME NE FUGIA(m) ET REVO CA ME AD DOM(i)NUM EVVIVENTIUM IN AR(e)A CALLISTI. Y que podríamos traducir: “Detenme para que no huya, y devuélveme a mi señor Vivencio en la plaza pública de Calisto".
R.R.C.