Sobre la conocida barca solar de la mitología egipcia asociada al ciclo del Sol, y en consecuencia al dios Ra, se sitúa un imponente escarabajo de lapislázuli representante del Sol naciente y símbolo de la resurrección, su portador, después de la muerte podría disfrutar de la vida eterna. De hecho, la famosa cruz ansada que alude a la vida aparece a ambos lados del coleóptero, junto a otros jeroglíficos egipcios relacionados con la perfección y la estabilidad. Dos uraeus o cobras protectoras del faraón, que lucen dos grandes discos solares de cornalina sobre sus cabezas cierran esta magnífica obra de la orfebrería egipcia. El cuerpo de ambas también presenta piedras de adorno incrustadas de distintos colores. Mientras tanto, el famoso escarabajo sujeta con sus patas delanteras un enorme disco solar de oro y cornalina entre dos montículos: imagen que representa el horizonte. Apuntando de esta manera al amanecer y al anochecer (un ciclo que no termina nunca). Dos pequeñas cobras de las que penden dos cruces egipcias completan esta sección. En fin, además del valor artístico de estas “pequeñas” obras de arte, todas tienen una trascendencia mágico-religiosa fundamental. Como casi todo en el antiguo Egipto.
R.R.C.