miércoles, 16 de abril de 2025

CEREMONIA DE APERTURA DE LA BOCA DE TUTANKAMÓN

 

     La imagen que estamos contemplando corresponde a la pared norte de la cámara funeraria de la mundialmente conocida tumba de Tutankamón, y los personaje que vemos de pie son su sucesor y antiguo visir del joven faraón situado a la derecha Ay, que aparece con el tocado de los reyes en el campo de batalla y en determinadas ceremonias, y una piel de leopardo muy destacada que nos indica que también se muestra como sacerdote (sem) de las honras fúnebres; y el propio Tutankamón a nuestra izquierda representado como Osiris, el dios del inframundo (Amenti).

     Lo que se está llevando a cabo en la imagen es un ritual mágico conocido como ceremonia de la apertura de la boca, para lo cual el sacerdote, en este caso, el nuevo faraón Ay, con una azuela (herramienta que sirve para trabajar la madera, entre otras cosas) que lleva en sus manos, para que el difunto recupere todos los sentidos que tuvo durante su existencia terrenal, ya los iba a necesitar para su nueva vida futura. No solo la boca, también los ojos, la vista, el oído, etc. En el fondo, la podemos entender como la creencia en la transición a una nueva vida con las mismas necesidades que la nuestra, pero feliz y para toda la eternidad. Luego, como dice una bella canción española: “La muerte no es el final” para los antiguos egipcios.

     Estos frescos seguían las reglas o cánones de las pinturas egipcias en general, es decir, la cara, los brazos y las piernas de perfil; mientras el cuerpo y el ojo de frente. Eran representaciones planas, por lo tanto, no muestran distintas tonalidades y, cuando las vemos, son fruto del desgaste de los pigmentos por el paso del tiempo. No exhiben ningún tipo de perspectiva, y el tamaño de los personajes únicamente responde a sus estatus social, a una jerarquía, y no a que se sitúen en distintos planos. Los dioses, el faraón y los altos funcionarios son las figuras más cuidadas en todo el arte egipcio en general.

     Vamos ahora a los jeroglíficos que comprobamos a la altura de las cabezas de ambos mandatarios. El texto correspondiente al faraón Ay, hay que leerlo de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo, y traducido al español dice lo siguiente: El dios perfecto, Señor de las Dos Tierras (Alto y Bajo Egipto); Señor de los rituales (o Señor de la oración); Rey del Alto y Bajo Egipto: Manifestaciones del dios Ra (dentro de un cartucho ovalado); El hijo de Ra: Dios Padre, Ay, glorioso Señor gobernante de la ciudad de Tebas (dentro del segundo cartucho); Que sea dotado de vida como Ra eternamente y para siempre (aunque parezca una redundancia). El siguiente texto situado frente a Tutankamón, lo leemos de derecha a izquierda y de arriba hacia abajo, dice lo siguiente: El dios perfecto, Señor de las Dos Tierras (ya sabeos que se refiere al Alto y Bajo Egipto); Señor de las apariciones; Rey del Alto y Bajo Egipto: El Señor de las manifestaciones es Ra (en el primer cartucho); el hijo de Ra: Tutankamón, gobernador de Heliópolis del sur (en el segundo cartucho); Que sea dotado de vida eternamente.

     Por último, recordar que los faraones tenían hasta cinco nombres que se le fueron añadiendo con el transcurrir de los años. Los dos más importantes eran el Nesut-Bity y el Sa-Ra, o sea,  el de trono (el que aparece bajo la abeja y en junco) y el de nacimiento (el que aparece bajo el disco solar y el pato), los dos se manifiesta en la escena en ambos casos.

NOTA: El Alto Egipto es el sur y el Bajo Egipto es el norte, para estas denominaciones se sigue el curso del rio Nilo.

      R.R.C.