domingo, 31 de agosto de 2025

Hispanoamérica, Iberoamérica o Latinoamérica

 

     Para empezar, me gustaría aclarar que el último término de esta entrada surgió a consecuencia de los intereses políticos y económicos del emperador Napoleón III, con el objeto de contrarrestar la ascendente influencia del mundo anglosajón, en este caso de los Estados Unidos de América. Así que, en principio, el concepto de Latinoamérica fue un invento francés. De hecho, Francia fue su principal promotor, y respondía más a una cuestión defensiva por la mayor presencia norteamericana, que de una identidad distinta de la misma. Hasta mediados de la década de 1860 no empieza a utilizarse el término Latinoamérica. Se lo debemos al economista, político, viajero, asesor de Napoleón III, e influyente personaje francés Michel Chevalier, que ya en 1835 en sus “cartas” de viaje, decía: Las dos razas, latina y germana, se han reproducido, en el Nuevo Mundo. América del Sur es, como la Europa meridional, católica y latina. La América del Norte pertenece a una población protestante y anglosajona.  Propuso la idea de una América Latina para aunar a una Europa Latina, que compensara la pujanza anglosajona, e incluso germánica. De esta manera unificaríamos las naciones americanas que compartiera una lengua romance, incluido el francés, con aquellas que tenían el inglés como idioma principal. No obstante, el primero en utilizar el término América Latina en 1856 fue el intelectual y viajero colombiano José María Torres Caicedo, en un poema escrito por él en Venecia, pero hubo que esperar a la década siguiente para que se popularizara.

     Para terminar, me gustaría recordar lo que escribe el padre de la Geografía moderna, el alemán Alexander von Humboldt decía: El continente americano está repartido, hablando propiamente, solo en tres grandes naciones de raza inglesa, española y portuguesa. Con ello me quedo.

     Conclusión: Cada una de estas palabras representa unas circunstancias diferentes en cuanto a su historia y cultura. Por lo tanto, cuando queramos referirnos a los países de lengua española, diríamos HISPANOAMÉRICA; si incluimos a Brasil en donde se habla portugués, diríamos IBEROAMÉRICA; mientras LATINOAMÉRICA, la utilizaremos para los que difundieron el término, es decir, aquellas zonas en donde se habla francés, como Quebec al norte de Canadá, Haití, Guyana y alguna pequeña isla caribeña.

NOTA: Respecto si al idioma lo llamamos ESPAÑOL o CASTELLANO, aunque la Real Academia Española (RAE) admite ambos términos, yo prefiero el primero, que engloba a una población cercana a los seiscientos millones de personas en todo el mundo, que el segundo, que lo reservaría para el tipo de habla que se usa en Castilla, y de ahí que lo denominemos castellano, pues en la misma España nos encontramos con distintos tipos de habla como el español de Andalucía, o Murcia, por ejemplo. Fuera ocurre igual, en Argentina o México tienen su propia habla. Por cierto, en todos los países se le llama español, menos en España.

     Como ocurre con el título de la entrada, en este caso también hay razones políticas, pero dentro de la propia España, ya que siempre tratan de evitar pronunciar su nombre, pues consideran que lleva una carga negativa y excluyente, especialmente, por parte de los separatistas interiores. Podría poner unos ejemplos a voz de pronto, ya que no recuerdo sus nombres. Un ciclista declaraba en televisión que había corrido el Tour de Francia, el Giro de Italia y que ahora iba a participar en la vuelta ciclista a este país, se refería a España, naturalmente; un famoso cantante afirmaba que había ofrecido conciertos en varios países europeos mencionando sus nombres y que iba a hacer lo mismo en el Estado español, o sea, pensé yo, que cantaría en la tribuna de oradores del Congreso de los Diputados, o en el palacio del presidente del Gobierno, instituciones ambas del Estado; o el hombre del tiempo de una cadena televisiva que informó que, al día siguiente, llovería en gran parte del Estado español, es decir, que podría llover sobre la constitución española, el código penal, o vete a saber dónde. En fin, creo que le están comiendo la tostada a los partidarios de llamar español al español.

      R.R.C.