Es una de las antiguas puertas de entrada a Berlín, además del símbolo más importantes de la ciudad. Se inauguró a finales del siglo XVIII y simboliza el triunfo de la paz sobre las armas, y muy poco después, en 1795 el monumento fue coronado con una cuadriga de cobre que representa a la Diosa de la Victoria en un carro tirado por cuatro caballos. Destruida durante la Segunda Guerra Mundial, la que existe hoy es una copia realizada en 1969, la cual sufrió graves daños, pero fue reconstruida en la década siguiente. El conjunto es una construcción de piedra arenisca, simétrica, con dos pórticos que avanzan, y tiene la simplicidad del orden dórico. Con una altura de veintiséis metros y de estilo neoclásico, está inspirada en el arte griego antiguo; recuerda mucho el Propileos de la Acrópolis de Atenas, que era la puerta de entrada a la misma. Situada en el centro de la actual ciudad de Berlín, es uno de los puntos más importantes y cercanos a otros lugares de interés.
La Catedral es una iglesia
evangélica de estilo neobarroco. Situada frente a un imponente jardín, en el
mismo centro de la capital alemana, fue construida en tan solo una
década entre 1895 y 1905 y es el edificio
religioso más representativo de la ciudad. Fue seriamente dañada por los bombardeos de Berlín durante la Segunda
Guerra Mundial, se empezó a reconstruir en 1975 y dieciocho años más tarde
concluyeron las obras, con un nuevo diseño de la parte superior, más simple y de
menor altura que el original. Mide 114 m
de largo, 73 de ancho y 116 de alto; siendo mucho más grande que las
construcciones que previamente habían existido en ese lugar. Se pensó como un
gran templo protestante que contrarrestara la influencia de la Basílica de San
Pedro del Vaticano. Coronada por una
gran cúpula de cobre de color verdoso desde donde se pueden observar unas
preciosas vistas del centro urbano.
R.R.C.