Es el sistema de escritura inventado por los
antiguos egipcios que se prolongó desde el 3250 antes de J.C. hasta, concretamente,
el 24 de agosto del año 324 después de J.C. en el que se grabó la última
inscripción en el templo de Filé (isla del Nilo próxima a la ciudad de Asuán en
el Alto Egipto). Para su desciframiento fue necesario el descubrimiento en 1799
en el norte del país de los faraones de la piedra de Rosetta, de granodiorita,
en la que aparece un decreto del Rey Ptolomeo V fechado en el 196 antes de J.C.
con un texto en tres tipos de escritura: jeroglífica en la parte superior,
demótica (una variedad cursiva simplificada de los jeroglíficos) en el centro y
griego clásico en la parte inferior. Esta última lengua ya se conocía y fue
fundamental para buscar las equivalencias en las otras dos primeras formas de escritura. De este asunto se encargó
fundamentalmente Jean-François
Champollion, filólogo francés del siglo
XIX, considerado padre de la egiptología
por este hecho. Él mismo decía: “Soy adicto a Egipto, Egipto lo es todo
para mí”. Su hermano le apoyó en esta ardua tarea, dándole ánimo y también
económicamente: “No te desanimes con el texto egipcio; éste es el momento para
aplicar el precepto de Horacio: una letra te llevará a una palabra, una palabra
a una frase y una frase a todo el resto, ya que todo está más o menos contenido
en una simple letra. Continúa trabajando hasta que pueda ver tu trabajo por ti
mismo…” El conocimiento que Jean-François
tenía de la lengua copta fue un elemento fundamental para su éxito. Así,
en 1836 se editó su gran obra “Gramática egipcia” por su hermano mayor, que
fue el que la concluyó, debido a su temprana muerte con tan sólo 42 años de un
ataque al corazón que puso fin a su frágil estado de salud.
El punto de partida para la comprensión de esta
escritura lo expone Champollion en esta, podríamos decir, genial observación: “La
escritura jeroglífica es un sistema complejo, una escritura que es a un tiempo
figurativa, simbólica y fonética en un mismo texto, en una misma frase, casi
diría en una misma palabra”. Para entender esta afirmación, lo mejor es seguir
el ejemplo que pone Chistian Jacq en su
libro “El enigma de la piedra”. La representación de un pato en la escritura
jeroglífica se podría traducir simplemente por lo que vemos, es decir, pato.
En este caso la escritura es figurativa. Ahora bien, cuando el ave está
acompañada por el signo del sol, en un epíteto referido al faraón, la
traducción ya no es pato, sino hijo del sol. En este caso el pato
significa hijo, que no tiene nada que ver con el ave y por tanto, la escritura
jeroglífica es en este caso simbólica. Nuestro pato puede actuar también como
un sonido: sa. Por lo que ya no se puede traducir como pato, o hijo y
puede servir para escribir palabras que contengan el sonido sa. En este caso la
escritura egipcia es fonética. La palabra
jeroglífico no es egipcia, es griega y está formada por el término hieros, sagrado y glufein, grabar. Etimológicamente significa escritura sagrada y
grabada para los griegos que la denominaron así. No andaban muy lejos del
significado que le daban los propios egipcios. Para ellos los jeroglíficos eran
las “palabras
de Dios”. Designaban su propia lengua por medio de dos signos: un
banderín al aire “dios” y un bastón “palabra”, acompañados por tres pequeños
trazos verticales que indican el plural.
Foto del autor
Respecto al alfabeto está compuesto sólo de
consonantes y no tiene vocales, éstas se emplean en las transcripciones para
poderlo pronunciar y por convenio internacional se ha acordado introducir una e
entre consonantes cuando sea necesario. Los signos fonéticos pueden ser
unilíteros (un solo sonido), bilíteros (dos sonidos), trilíteros (tres, o más
sonidos). Además hay signos ideográficos que pueden representar ideas u
objetos. También pueden aparecer determinativos, que son indicaciones
semánticas no legibles (nos dan pistas sobre el significado del texto). En
cuanto al número de signos, se pasó de setecientos en el Imperio Nuevo a unos
cuatro mil en época griega. ¿Cómo se pronuncian?, no se sabe, como ya he
indicado hay una convención para poder leer esta antigua lengua, pero no se
puede saber los sonidos que emitían los egipcios cuando hablaban, si bien, la
lengua copta que se hablaba en Egipto en el siglo III después de J.C. y se
utilizó hasta el siglo XVII por los cristianos de este país, podría ofrecer
alguna pista. Se puede leer pero no se puede hablar.
Los jeroglíficos se pueden escribir en cualquier
dirección, en esto no hay una regla fija: horizontalmente, de izquierda a
derecha o de derecha a izquierda; o verticalmente, también en ambos sentidos. ¿Por
dónde empiezo?, en la dirección hacia la que miran las figuras, ese es el
comienzo del renglón. Cuando los signos son verticales ocupan toda la altura de
la línea, mientras que en los horizontales se disponen uno encima del otro. El
escriba suele buscar la disposición más armónica de los signos, en lo que
podríamos llamar el cuadrado perfecto, unidades ideales que dividen el espacio
disponible. Los signos ocupan un cuarto, un tercio, la mitad o la totalidad de
estos cuadrados perfectos según su morfología y entorno. A veces también juegan
con la simetría. Es decir, se sacrifican otros aspectos en busca de la máxima
elegancia. No hay puntos ni comas. Tampoco separación entre palabras y frases.
Una forma de saber dónde empieza o termina una palabra es localizar el
determinativo, un signo que señala su función semántica. El nombre de los faraones no se escribe como
uno más, aparece encerrado en una cuerda dispuesta en forma ovalada y que está
cerrada con un nudo, se denomina cartucho (se lee SHEN) y este se alarga todo lo que haga falta en función del número
de jeroglíficos que componen el nombre del rey. Por cierto, la palabra dios,
representado por un banderín (NeTeR), signo trilítero en el que se intercala la
letra e, se pone delante de los demás, aunque se pronuncie después por respeto
a la divinidad. Los dioses siempre delante.
Sin
embargo, contar en esta compleja lengua es más sencillo. El uno se representa
con un simple palote, hasta llegar al diez que lo hace con un arco alargado,
cuando alcanzamos el cien, una cuerda enroscada lo representa, así hasta el
mil, que es una hermosa flor de loto, el diez mil, un dedo pulgar, el cien mil,
un renacuajo y un hombre sentado con una pluma sobre la cabeza y los brazos
levantados, un millón.
Como
curiosidad, uno de los signos más utilizado en la escritura jeroglífica y muy
conocido es la cruz de asas (☥),
que se lee anj, es pues, un signo trilítero y quiere decir; “la vida”. El
nombre del famoso faraón Tutankamón, significa
“el símbolo vivo de Amón” y se inscribe dentro de un cartucho con signos
unilíteros, bilítero y el mencionado anj, trilítero, precedido del disco solar
(Ra) y el famoso pato, es decir, el hijo de Ra.
Nota: Más arriba se muestra un cuadro de correspondencias entre el alfabeto español y el alfabeto jeroglífico.
La a, e, i, o y u, no son vocales sino
semiconsonantes y su sonido se corresponde aproximadamente con estas letras. Si lo deseas puedes escribir tu nombre en escritura jeroglífica: Pincha aquí
R.R.C.
Jeroglíficos del templo de la reina Hatshepsut*
Jeroglíficos en bajo relieve y policromados que
presentan una gran belleza del templo funerario de la reina Hatshepsut, en Deir
el-Bahri (Luxor):
¡Qué viva Horus, toro poderoso que aparece
resplandeciente en la ciudad de Tebas; gobernador con grandeza de corazón!
¡Qué viva el rey del Alto y Bajo Egipto “La estable
manifestación de Ra” (Tutmosis III), amado de Amón!
¡Qué viva el hijo de Ra “Engendrado por Tot de bella
manifestación” (Tutmosis III), qué sea
dotado de vida eternamente!
NOTA*:
Jeroglíficos añadidos el 24 de marzo de 2017. Traducción de
R.R.C.
R.R.C.
P.D.
LA BELLEZA DE ESTA ESCRITURA
Nos puede
servir de ejemplo esta bella tira de jeroglíficos policromados con una
antigüedad superior a 3100 años. En el centro de la misma nos encontramos el
cartucho con el Nombre de Trono del faraón de la XX dinastía egipcia Ramsés VI.
Dentro del mismo observamos que el Sol (Ra) se encuentra en lo más alto, como
el astro al que representa. Si dirigimos nuestra vista hacia abajo observamos
dos divinidades sedentes: una a la izquierda con dos plumas altas portando un
cetro llamado “uas”, que simboliza el dominio, el poder y la fuerza, y que es
un ideograma del dios Amón; frente a él, otro ideograma de la diosa de la
justicia Maat, con una pluma sobre su cabeza y un “anj” (cruz egipcia) sobre
sus rodillas. Un canal lleno de agua que suena “mer” y podríamos traducir por
amado. Por último, una cesta de color verde que significa Señor y pronunciamos “neb”.
Luego, si traducimos todo lo dicho hasta ahora nos encontramos con lo
siguiente: “El Señor de la justicia de Ra, amado de Amón”, o sea, más conocido
como Ramsés VI.
En
la parte superior la típica abeja y junco (que recuerda una sombrilla) sobre
dos pequeños panecillos (letra t), se leen Nesut-Bity, y se traduce como rey
del Alto y Bajo Egipto. Nuevamente, la cesta verde significa Señor, y las dos
líneas paralelas (que representan dos lenguas de tierra plana) con tres granos de
arena debajo de las mismas, designan las dos tierras en las que se dividía el
país del Nilo, es decir, Egipto.
Para terminar, el ya mencionado el disco
solar Ra, y el famoso pato de los jeroglíficos “sa”, que significa hijo y que
precede al Nombre de Nacimiento de este faraón, que ya no vemos en la imagen.
Lástima.
R.R.C.
P.D. II: Añadida el 12-3-2022
TUMBA DE NEFERTARI
Si
traducimos de derecha a izquierda y de arriba hacia abajo: Palabras dichas por Isis. Gran esposa real, Señora de las Dos Tierras
(Alto y Bajo Egipto), Nefertari (“La
bella amada de Mut”), de “voz verdadera”* ante el gran dios Osiris.
Si traducimos
de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo: Palabras dichas por Horus hijo de Isis. La gran esposa real, Señora de
las Dos Tierras (Alto y Bajo Egipto), Nefertari (“La bella amada de Mut”), de voz
verdadera *, qué ella viva ante el gran dios Osiris.
*También se
puede traducir como “justificada”. Es una expresión que se le concede a la
persona fallecida una vez que ha sido juzgada positivamente por el tribunal de
Osiris y, en consecuencia, ha sido bendecida. Vendría a equivaler a nuestro
R.I.P. (descanse en paz).
NOTA: Imágenes bajadas de Internet.