Situado en la Vía Sacra es de
una gran belleza, por la elegancia de sus proporciones e incluso por su misma
sencillez y sobria ornamentación, nada que ver con otros más barrocos como el
de Constantino ya comentado en este blog. Erigido recién fallecido el Emperador
en el 81 d. de C. para conmemorar su triunfo sobre los judíos, es de un solo
vano y el arco más antiguo de todos los que se conservan en Roma, tiene una
altura próxima a los quince metros, trece y medio de ancho y casi cinco de
fondo. Elevado sobre un podio, el primer cuerpo se divide en tres calles por
medio de cuatro columnas decorativas que simulan sostener el entablamento
y son de orden compuesto, utilizado aquí
por primera vez por los romanos. La separación del primer cuerpo al segundo se
realiza por medio de un entablamento, con arquitrabe a tres bandas, friso
corrido con decoración historiada y cornisa saliente, decorada con canes. El segundo cuerpo presenta un ático con inscripción epigráfica en donde aparece el
nombre del Emperador.
Las calles laterales apenas se decoran
con ventanas rectangulares ciegas, mientras que la central, más ancha que las
laterales, se cubre con un amplio vano con arco de medio punto, decorado en las
enjutas por las Victorias aladas dispuestas a coronar al emperador victorioso.
El intradós del arco presenta bóveda de cañón con casetones.
Las escenas del desfile nos muestran dos
bellos relieves históricos, en los que las legiones triunfadoras portan los
objetos del saqueo de Jerusalén, como el Candelabro de los siete brazos. Aunque
muy deteriorados, puede muy bien advertirse cómo el escalonamiento de planos de
mayor a menor relieve, empleado ya en el Ara
Pacis, es mucho más sabio. En uno de los lados se reproduce en bajo relieve
el propio arco de Tito, a través del cual los soldados se disponen a pasar. En
medio e incluso alto relieve se representan a los personajes, vestidos con
túnicas cortas y coronados con laurel; unos tocan las trompetas, mientras el
resto portan los objetos sagrados. Hay que recalcar el gran valor artístico que
tienen los relieves de esta arquitectura conmemorativa. Por último, es un
magnífico ejemplo del arte, al igual que ocurre con otras obras, al servicio
del poder imperial.
Relieves del arco de Tito con los trofeos sa-
queados a los judíos en el Templo de Jerusalén
Manuales de Arte. Adaptado por R.R.C.
P. D. (Añadida el 30 de junio de 2022)
Ya que el
arco de Tito y la temática de sus relieves hacen alusión al triunfo romano en
la primera revuelta judía del siglo I, expongo a continuación una moneda
emitida por los judíos en su segunda revuelta contra los romanos en el siglo
siguiente.
MONEDA JUDÍA DE PLATA
Esta moneda
judía de plata de poco más de 14 g presenta un estado de conservación
magnífico. Fue acuñada en el 133-4 d. C. durante la segunda revuelta judía
contra los romanos liderada por Simón Bar Kojba, "el hijo de una
estrella", la cual comenzó en el año 132 hasta finales del 135 de nuestra
era, en la que fueron masacrados por las tropas enviadas por el emperador
Adriano. Hay que tener presente que el hecho de emitir moneda sin autorización
estatal, en este caso de Roma, fue considerado un acto de la máxima hostilidad.
Además, estas piezas presentan el valor añadido de ser las últimas elaboradas
por los judíos en su tierra hasta el establecimiento del Estado de Israel en
1948.
En el anverso apreciamos de manera
esquemática el antiguo Templo de Jerusalén, cuya fachada presenta cuatro
columnas con basa y capitel y una techumbre arquitrabada. Sobre él se observa
la estrella de Bar Kojba. En su interior se exhibe “la mesa del pan para la
proposición” descrita con todo tipo de detalles en el cap. 25 del Éxodo* (con
patas cortas y curvada en la parte superior se muestra en la moneda). Sobre
ella doce panes colocados en dos filas de seis que representaban a las doce
tribus de Israel. Cada semana los sacerdotes comían este pan ante la presencia
simbólica de Dios y eran reemplazados por otros recién hechos. También se ha
propuesto que esta imagen encarna el Arca de la Alianza, en cuyo interior se
encontraban las Tablas de la Ley que Moisés entregó a su pueblo. Además, en
hebreo antiguo graban Jerusalén. Mientras que el reverso aparece marcado con
símbolos agrícolas que hacen alusión a una tradición judía: “La Fiesta de la
Cosecha” acompañados por el texto: “Año dos de la liberación de Israel”.
*Y que
podemos complementar con el cap. 24, 5-9 del Levítico.
R.R.C.
NOTA: Imágenes bajadas de Internet.