El monumento más importante de época Nazarí en la
España musulmana es la Alhambra de Granada, comenzado a construir por Mohamed I
sobre una pequeña fortaleza que ya existía en el siglo IX. Presenta una planta
irregular y su recorrido se parece mucho a un laberinto (para visitarla es
aconsejable ir acompañado por una persona que ya la conozca), por consiguiente,
es fácil despistarse por allí, repetir estancias y olvidarse otras. El núcleo
principal del palacio se construyó en el siglo XIV empleándose materiales
pobres en general, y de ahí la necesidad de su recubrimiento. Incluso en algunos
lugares se llega a un verdadero horror vacui.
El Patio
de los Leones es el segundo patio de la Alhambra en cuanto al tamaño, pero es
el más famoso y decorado, y en torno a él se estructuraba la zona del harem. Lo
construye Mohamed V a fines del siglo XIV y principios del XV. Es un patio de
forma rectangular con pórticos en los cuatro frentes. En los más estrechos
avanza un pórtico sostenido por columnas múltiples que son genuinas del estilo
nazarita: de fuste cilíndrico y muy fino, sostenido por una basa con escocia.
En su parte superior posee numerosas anillas o collarines, mientras que el
capitel consta de un cuerpo cilíndrico y otro paralelepípedo, cubierto con decoración
vegetal de tallos alargados, parecida a la que encontramos en el ataurique de
yesería. Se les suele denominar columnas de galgo.
El efecto
de luz y perspectiva da un inigualable encanto a este recinto, una de las
mejores obras de la arquitectura española de todos los tiempos. Todos los
soportes son de dintel y los arcos solo cuelgan como una decoración de yeso y
estuco polícromo que convierte la arquitectura en sueño de estalactitas
mitológicas.
En el
centro del patio hay una fuente de mármol blanco, sostenida por unas esculturas
con doce leones, de ejecución antinaturalista. Destaca la decoración epigráfica
en el reborde de la fuente, que recoge unos versos amorosos. De la misma surgen
cuatro canalillos que simbolizan los cuatro ríos del Paraíso: leche, miel, agua
y vino (que no embriaga).
Quién
tenga oportunidad de ir a Granada que no se olvide de darse una vuelta por la
Alhambra, es uno de los palacios más bellos de su tiempo. ¡Ah! y no salga de
ella sin ver el Patio de los Leones. Seguro que le encantará.
Manuales de Arte. Adaptado por R.R.C.