Cuenta una vieja leyenda anglosajona que tiene todos los visos de ser una historia real (al menos en parte), que una señora que vivió entre los siglos X y XI, Lady Godiva, de una gran bondad y belleza estaba casada con el conde de Chester y Mercia, en la antigua Gran Bretaña, un tal Leofric, gran avaro donde los haya, pues tenía a sus vasallos sometidos a elevados impuestos que les obligaban a sobrevivir cada vez peor. Mientras que su comprensiva esposa se preocupaba por la triste situación en la que se encontraban por culpa de su marido. Le propuso a éste, que reconsiderara su postura y bajase los abusivos tributos a los que tenía sometida a la población. La sorprendente respuesta del esposo es que estaría dispuesto a ello, siempre que se paseara desnuda sobre un caballo por todo el pueblo, cubierta únicamente por su larga cabellera, a sabiendas de la timidez de su esposa. Inesperadamente, aceptó el reto con tal de aliviar las pesadas cargas fiscales de la población, que conocedora de la historia, acordó unánimemente quedarse en sus casas cerrando puertas y ventanas, y dejar la localidad completamente vacía, para que la tímida dama se pudiese pasear sin pasar vergüenza por todas las calles de Coventry. Como así ocurrió. Excepto que una persona no pudo resistir la tentación de mirar por una rendija de la ventana, el sastre, que se quedó ciego por su acción (esta historieta sí forma parte de la leyenda). El marido cumplió su promesa y bajó los impuestos a la gente.
El cuadro que contemplamos es un óleo
sobre lienzo que se encuentra expuesto en The Herbert Museum and Art Gallery y es
del artista británico John Maler Collier, nacido en 1850 y fallecido en 1934,
de estilo prerrafaelista, que propugnaba un detallismo minucioso y un colorido
luminoso como podemos observar en esta obra de 1898. Si nos detenemos en el
personaje podremos comprobar que se muestra terriblemente avergonzada por
mostrar su desnudez, decaída incluso, pero llena de dignidad por lo que está
haciendo, en ningún momento del “paseo” flaquea, y lleva a término lo pactado.
Todo el hecho envuelto en una atmósfera acogedora, íntima, llena de luz y color típico de este movimiento
artístico, que se remonta a los primitivos pintores flamencos.
Se le ha representado en multitud de
ocasiones en pintura y en escultura. Se han rodado películas sobre ella, tanto
para cine como para televisión. Aparece como personaje o es nombrada en obras
literarias. También ha sido motivo de inspiración en temas musicales; e incluso
es una de las marcas más conocidas de bombones belgas, en sus famosas cajas
doradas con la mujer desnuda.
R.R.C.