Es un aguafuerte y acuarela de pequeño
tamaño de tan sólo 23,3 por 16,8 cm. expuesto en el Museo Británico de Londres, y realizado en 1794 por el poeta y grabador William Blake, nacido en 1757 en la
capital británica, en donde vivió casi toda su vida en una familia que
podríamos considerar de clase media. Estudió en la Real Academia, en la cual su estilo chocó frontalmente con el academicismo defendido por su presidente.
Su actividad principal fue la ilustración, especialmente de sus propios
escritos, aunque no resulta fácil establecer una relación entre el contenido de
los textos y las imágenes que los representan, lo que exige un gran esfuerzo
por parte del lector-observador. Para entender su obra, hay que tener presente
que Blake fue un hombre profundamente religioso e introvertido, que se
desentendió del arte oficial imperante en las academias y que repudió sus
normas. Tampoco se preocupó demasiado por la corrección de sus dibujos, en los que, indudablemente, se pueden advertir errores. Sin estas premisas,
resulta imposible comprender el conjunto de sus obras, incluida la que traemos
hoy aquí, que conforme se cuenta, se inspiró en un anciano inclinado para medir
el globo con un compás, y de ahí obtuvo esta enigmática y poderosa figura, que
recuerda a los imponentes modelados y escorzos de Miguel Ángel, artista que le
sirvió de inspiración en más de una ocasión y del que era un entusiasta
admirador.
Son muchas las explicaciones que se han
dado sobre el simbolismo de este cuadro, es evidente que
transmite energía y potencia, y según he leído, trata de conjugar razón e
imaginación, que juntas son de una gran utilidad, mientras que la una
sin la otra servirían para muy poco. Pues la razón sin imaginación nos resulta pobre e
improductiva, e incluso inútil. Y la imaginación, por sí misma, si no va
acompañada de la razón, se convierte en un sinsentido, en algo absurdo e
ilógico.
El personaje de la escena al que vemos
inclinado es un anciano dibujando el mundo con un compás. Es un ser creado por
el ingenio de Blake, al que llamó Urizén, y concibió como un ser no bondadoso, una
fuerza sombría; de ahí el carácter negativo de la visión que podemos observar, que
nos recuerda un mal sueño, una pesadilla, con ese compás que aparece como un
relámpago de luz, en una noche oscura y tormentosa, en palabras del crítico e
historiador de Arte E. Gombrich.
Según el erudito británico Tobias Churton, esta figura barbuda que aparece extendiendo sus dedos hacia las profundidades, dividiéndolo todo, se ha considerado erróneamente como la representación que hace el artista de Dios, cuando en realidad es el demiurgo que nos describe Platón como el creador, y para Blake, como el constructor de abstracciones, como buen gnóstico que era. Personalmente, la posición que adopta me recuerda la figura de Bramante en el papel de Euclides, impartiendo una lección de geometría a unos jóvenes, en el gran fresco que Rafael pinta en una sala del Vaticano a principios del siglo XVI. Por otra parte, el autor nunca dibujó del natural, prefirió inspirarse en las imágenes y fantasías de su rico mundo interior, por lo cual muchos lo juzgaron como un loco visionario. Otros, sin embargo, valoraron y comprendieron su talento. Fallecido en 1827 es actualmente considerado uno de los más importantes artistas ingleses.
Según el erudito británico Tobias Churton, esta figura barbuda que aparece extendiendo sus dedos hacia las profundidades, dividiéndolo todo, se ha considerado erróneamente como la representación que hace el artista de Dios, cuando en realidad es el demiurgo que nos describe Platón como el creador, y para Blake, como el constructor de abstracciones, como buen gnóstico que era. Personalmente, la posición que adopta me recuerda la figura de Bramante en el papel de Euclides, impartiendo una lección de geometría a unos jóvenes, en el gran fresco que Rafael pinta en una sala del Vaticano a principios del siglo XVI. Por otra parte, el autor nunca dibujó del natural, prefirió inspirarse en las imágenes y fantasías de su rico mundo interior, por lo cual muchos lo juzgaron como un loco visionario. Otros, sin embargo, valoraron y comprendieron su talento. Fallecido en 1827 es actualmente considerado uno de los más importantes artistas ingleses.
R.R.C.