La lectura del cartucho la haremos de
abajo hacia arriba y prescindiré, para una mayor claridad, de la terminología
egipcia, limitándome al significado en español de los distintos signos
jeroglíficos que aparecen. En primer lugar, nos encontramos con un personaje
sentado con flagelo en mano que hace referencia a la nobleza (¡ay las clases
altas! siempre dispuestas a utilizar el látigo), con tres trazos verticales en
su espalda que nos indican el plural, y un semicírculo delante que se emplea
para el género femenino. A continuación, observamos la parte delantera de un
león, que lo podemos traducir por el primero, o el que se encuentra delante. La
semiesfera ya sabemos que se utiliza para el femenino, y la jarra con asa de al
lado, cuando tiene un valor figurativo se traduce por aceitera, pero el
semicírculo que equivale a la letra t
nos recuerda que, en este caso, la jarra tiene un valor fonético y la
traducimos por junta o unida, en femenino por la letra t. En la parte superior vemos los tres signos referidos al dios
Amón: una línea quebrada, un junco en flor y un tablero con fichas. Aunque la
divinidad se lee en último lugar, siempre aparece el primero por respeto.
Traducido el cartucho al español queda como sigue: “La primera de las nobles.
Unida a Amón”.
Nota: tan
solo recordar que durante la etapa feudal en la Edad Media, el rey estaba
considerado como el primero de los nobles: “Primus
inter pares” (el primero entre los iguales).
R.R.C.