Es un
precioso anillo de oro macizo muy típico del Antiguo Egipto, que perteneció a
Horemheb último faraón de la XVIII dinastía, que gobernó unos 27 años y acabó
su reinado alrededor del 1295 a. de C. Presenta decoración por sus cuatro
caras, tanto en las dos principales como en los biseles, que se queda reducida
a una representación animalística. Empezando por ellos, observamos un magnífico
escorpión, que en Egipto se le consideraba un ser benéfico, lo cual lo
convertía en un amuleto muy útil para dar protección y alejar del mal a su
portador. Además, hay que tener presente que tuvo su deidad en la diosa Selket,
personificada como mujer con un escorpión sobre su cabeza. En el bisel opuesto contemplamos
el típico cocodrilo en movimiento, símbolo de la agresividad y la ira. Pero
también encarna el aspecto belicoso y conquistador del faraón (hay que recordar
que antes que monarca fue el general Horemheb).
Al ser un sello giratorio mostraba dos
caras principales de forma rectangular. La más interesante llevaba grabado su
propio nombre, en este caso su Nesut-Bity, es decir, el nombre con el que
accedía al trono, y lo podemos traducir del jeroglífico como: “Sagradas
manifestaciones de Re. Elegido de Re”. En la cara opuesta destaca la figura de
un magnífico león con paso firme, símbolo del poder real y, sobre él, los
jeroglíficos de una cesta y una pata de bóvido, que podríamos interpretar como:
“Señor de la fuerza”, un apelativo que se le atribuye al faraón en otras
ocasiones. Por último, podemos ver esta sortija en el Museo del Louvre, París.
R.R.C.