viernes, 20 de marzo de 2020

La Virgen de las Rocas de la National Gallery de Londres

     Esta pintura al óleo sobre tabla de 190X120 cm. expuesta en la Galería Nacional de Londres. Realizada a principios del siglo XVI es una segunda versión, con algunas variantes, de la elaborada a finales de la centuria anterior por el gran maestro renacentista Leonardo da Vinci, exhibida en el Museo del Louvre de París. Sorprende el tema expuesto, ya que no aparece recogido en ningún texto canónico, sino apócrifo, pues se trata de un evento que tuvo lugar en una cueva, en la que el Niño Jesús junto con su madre la Virgen María, se encuentran con San Juan Bautista y su protector el arcángel Uriel, cuando este todavía era un niño. Tal circunstancia ocurrió durante el viaje de la Sagrada Familia a Egipto, huyendo de la persecución del rey Herodes.

      
En una sencilla composición piramidal típica del Renacimiento se agrupan los cuatro personajes, ocupando la Virgen el espacio central y sentada directamente en un suelo rocoso. A nuestra derecha vemos al arcángel acompañando a Jesús, mientras bendice a San Juan niño en aptitud de adoración al Salvador, a la vez que sostiene una rama cruciforme. Entretanto, María acoge al Bautista con su mano derecha y protege a su hijo con la izquierda a modo de dosel. 
     Un irreal paisaje de fondo acuoso y con grandes rocas, que cuelgan como estalactitas, dejan pasar la luz por las discontinuidades que se producen entre ellas. La vegetación también está presente a pesar del suelo pedregoso. Todo el espacio y contexto en general que envuelve a los protagonistas contribuyen a esa atmósfera de misterio que desprende la obra. Por otra parte, la técnica del sfumato leonardesca se hace menos evidente en esta versión londinense de la Virgen de las Rocas que en la parisina. Esos suaves cambios de contornos que se difuminan con delicadeza, aquí se hacen más contrastados y firmes.
      Por último, al contrario de lo que pasa con la expuesta en el Louvre, este cuadro presenta serias dudas sobre su autoría. ¿Lo pintó Ambrogio de Predis?; ¿colaboró su hermano Evangelista?; ¿fueron varios autores?; ¿fue el propio Leonardo da Vinci, o solo dirigió la obra y se limitó a dar alguna pincelada?... En fin, las hipótesis son varias y complejas.
       R.R.C.