domingo, 7 de junio de 2020

JARRÓN DE AMENOFIS III


     Un conocido mío (los amigos son escasos) me envió la fotografía de este lindo jarrón egipcio, sin ningún tipo de información añadida. Yo no recuerdo haberlo visto antes, ni en un museo, ni en cualquier otro medio. Su tamaño debe de andar alrededor de los 30 cm. y no podría decir la galería que lo expone. Contemplando la imagen se puede aventurar que el material utilizado es alabastro, y que la inscripción que muestra su parte central en color negro ha sido restaurada, motivo por el cual la observamos con tanta nitidez. Jarrón de líneas exquisitas que me recuerda a otro de un estilo similar y del mismo material hallado en la tumba de Tutankamón, conservado actualmente en el Museo de El Cairo. Aunque  más austero que el del joven faraón, pues no presenta otra decoración que la propia inscripción jeroglífica que nos advierte a quien perteneció. La forma de presentarla en ambos casos es similar, ya que protegidos bajo el ideograma del cielo (esa línea gruesa que vemos en la parte superior con dos puntas en los extremos) aparecen tres cartuchos: dos de ellos con el nombre del rey y un tercero con el de su esposa. Casualmente, este bello tiesto pertenece a los abuelos del famoso faraón, una de las parejas más célebres del Antiguo Egipto y que vivieron allá por el siglo XIV a. C. Los nombres de Amenofis III y su mujer Tiye son los que aparecen en la inscripción jeroglífica. Vamos a ello.
     Como decía, podemos observar dos cartuchos con los nombres del monarca, y un tercer cartucho con el de su cónyuge. El primero de la izquierda es su “Nombre de Nacimiento” presentado como el hijo de Ra, [Amón está satisfecho; Gobernador de Tebas]. A continuación, su “Nombre de Trono” lo anuncia como rey del Alto y el Bajo Egipto [El Señor de la justicia es Ra]. Bajo sus dos cartuchos leemos: “Que sea dotado de vida eternamente”. Por último, el nombre de su mujer que la exhibe como "La esposa real” Tiye, cuyo cartucho incluye el determinativo no legible (la mujer sentada con diadema y flor colgando), que nos indica que ese nombre corresponde a una reina. Bajo el mismo traducimos: “Qué ella viva”.
         R.R.C.

viernes, 5 de junio de 2020

TABLILLA CUNEIFORME


     Una tablilla de arcilla del año 1500 a. C. escrita en lengua acadia puede emprender en los próximos días viaje de vuelta a Irak desde EEUU, ya que se considera que fue un botín de la guerra del Golfo, y por lo tanto saqueada de su lugar de procedencia. La tablilla se descubrió en un palacio babilónico en el siglo XIX, y se la conoce con el nombre El sueño de Gilgamesh, pues este rey legendario cuenta un sueño a su madre para que lo interprete. Monarca sumerio de la ciudad de Uruk hacia 2750 a. C. buscó la inmortalidad con todas sus fuerzas, hasta que una serpiente se comió una planta que otorgaba este privilegio mientras tomaba un refrescante baño. Nuestro héroe se quedó siendo un simple mortal mientras que la ávida serpiente se convirtió en inmortal, tal y como creían los antiguos habitantes de estas tierras por el hecho mantenerse siempre joven: consecuencia del cambio de piel que periódicamente llevan a cabo estos animales.
     Algo así debió de ocurrir a nuestros primeros padres Adán y Eva por comer del árbol prohibido, mientras que la astuta serpiente, probablemente, comió del otro árbol de la vida que también se encontraba en el centro del paraíso, cerca del árbol de la “ciencia del bien y del mal” cuyos frutos provocaban la muerte.
        R.R.C.
NOTA: IMAGEN DESCARGADA DE INTERNET