Una tablilla
de arcilla del año 1500 a. C. escrita en lengua acadia puede emprender en los
próximos días viaje de vuelta a Irak desde EEUU, ya que se considera que fue un
botín de la guerra del Golfo, y por lo tanto saqueada de su lugar de
procedencia. La tablilla se descubrió en un palacio babilónico en el siglo XIX,
y se la conoce con el nombre El sueño de
Gilgamesh, pues este rey legendario cuenta un sueño a su madre para que lo
interprete. Monarca sumerio de la ciudad de Uruk hacia 2750 a. C. buscó la
inmortalidad con todas sus fuerzas, hasta que una serpiente se comió una planta
que otorgaba este privilegio mientras tomaba un refrescante baño. Nuestro héroe
se quedó siendo un simple mortal mientras que la ávida serpiente se convirtió
en inmortal, tal y como creían los antiguos habitantes de estas tierras por el
hecho mantenerse siempre joven: consecuencia del cambio de piel que
periódicamente llevan a cabo estos animales.
Algo así debió de ocurrir a nuestros
primeros padres Adán y Eva por comer del árbol prohibido, mientras que la
astuta serpiente, probablemente, comió del otro árbol de la vida que también se
encontraba en el centro del paraíso, cerca del árbol de la “ciencia del bien y
del mal” cuyos frutos provocaban la muerte.
R.R.C.
NOTA: IMAGEN DESCARGADA DE INTERNET