El actual visitante de la ciudad francesa de Nimes se queda sorprendido de la cantidad de representaciones de cocodrilos que se encuentra por cada rincón de la ciudad, de hecho, este reptil aparece en su escudo, e incluso en el de su equipo de fútbol, hasta el punto de convertirse en el emblema de esta localidad. Lógicamente no es un animal de la zona, ya que su origen se remonta a una vieja moneda romana que se emitió en esta población, cuando todavía era una colonia de este Imperio, y que representaba la conquista y anexión de Egipto como provincia de Roma en el año 30 a. C. El cocodrilo era un símbolo del país de los faraones y aparece encadenado a una palmera como señal de sometimiento.
En la moneda que vemos, que es una réplica bastante exacta de una pieza original, se acuñó en bronce en la Ceca Nemausus (Nimes) entre los años 20 y 10 a.C. En la cual podemos observar en su anverso las efigies de Augusto y su lugarteniente Agripa de perfil, espalda contra espalda y al mismo nivel. Mientras el primero porta la corona imperial de hojas laurel, el segundo lleva una corona rostral que se convirtió en un símbolo distintivo de Agripa. Además, sobre sus cabezas aparece impresa la leyenda IMP(erator); a la altura de sus cuellos P(ater) P(atriae); y debajo DIVI F(ilius). Traducido quedaría: El emperador hijo del divino (Julio César); Padre de la patria. Por último, la faz se encuentra rematada (al igual que el reverso) por una grafila de puntitos.
En el reverso, como ya vimos, aparece un enorme cocodrilo (minuciosamente grabado) que se lamenta y retuerce por el collarín que lo encadena a una palmera. Alude a la toma de Egipto por parte de las tropas romanas después de la batalla de Actium, en el año 31 a. C. Bajo sus patas se encuentran dos ramas de palmera; y una corona de laurel alegoría de la victoria en la parte superior. Y con la inscripción COL(onia) NEM(ausus), o sea, colonia de Nimes, ponemos punto final a esta cara.
R.R.C.