LA MATANZA DE LOS INOCENTES DEL BELÉN DE SALZILLO
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domingo, 28 de diciembre de 2014
La Matanza de los Santos Inocentes
miércoles, 24 de diciembre de 2014
¿Cuándo nació Jesucristo?
Han sido muchas las críticas e incluso burlas que se han hecho de la religión cristiana por no poder ofrecer una fecha concreta sobre el nacimiento de su fundador. Ni los primeros cristianos lo sabían, ni los actuales tampoco, ya que los documentos de los que disponemos, especialmente los evangelios canónicos, no lo dicen. Además, solo los atribuidos a Mateo y Lucas hablan de su nacimiento e infancia brevemente, mientras que los otros dos guardan silencio. Más que en el año del nacimiento, en esta entrada me centraré en el día de la natividad de Cristo. No obstante, sobre la primera cuestión tampoco sabemos nada, e incluso es contradictorio lo que podemos deducir de los dos evangelios citados, pues mientras Mateo confirma que Herodes estaba vivo cuando se produjo el nacimiento de Jesús, y sabemos que este rey muere el año 4 antes de J.C., podemos deducir que, al menos, nació 4 años antes de lo que se dice. Pero si nos atenemos a lo que escribe Lucas, tendríamos que situar el alumbramiento en el año 7 después de J.C., ya que nos habla de un censo que realizaron los romanos ordenado por Octavio Augusto, siendo gobernador de Siria Cirino, y que podemos situar en esta fecha según el historiador judío Flavio Josefo. Fue este el motivo, siguiendo a Lucas, por el que la Virgen y San José se trasladaron a Belén para inscribirse. En esta pequeña localidad se le cumplieron los días a María, dando a luz al niño Jesús. El motivo de situar el nacimiento de Cristo en el año 1 de nuestro calendario, se debió a un error cometido en el año 525 por el monje Dionisio el Exiguo, que realizó los cálculos para pasar del calendario romano al cristiano, es decir, comenzar a contar los años desde el nacimiento de Cristo y no desde la fundación de Roma. En otra entrada de este blog, titulada: “El calendario Gregoriano: nuestro calendario” se tratan asuntos relacionados con este tema.
Respecto al día de la natividad, estamos tan perdidos como en el año, aún tenemos menos información si cabe. Lucas habla de que había pastores en el campo durmiendo al raso y que fueron los primeros en ir a adorarle, lo que descartaría una fecha invernal. Por otra parte, los romanos no iban a escoger los días de inviern que eran los más cortos, fríos y desapacibles del año para celebrar un censo, en el que la gente se tenía que desplazar con sus escasos medios para ir a apuntarse. La primavera y el verano parecen fechas más convenientes. Por lo tanto, el 25 de diciembre no tiene una base histórica. No obstante, los primeros cristianos no mostraron una gran preocupación por esta cuestión, pues lo que más les interesaba a ellos eran las enseñanzas de su Maestro y, sobre todo, su muerte, pasión y posterior resurrección.
En los siglos II y III se propusieron diversos momentos para celebrar el nacimiento del Salvador, pero no fue hasta la primera mitad del siglo IV cuando aparece la fecha que celebramos en la actualidad. ¿Qué les llevó a los cristianos a proponer el 25 de diciembre cómo el día del nacimiento de Jesús? También se ha discutido hasta la saciedad esta cuestión. La respuesta más repetida es que tomaron una festividad pagana muy arraigada en el Imperio romano, pues se celebraba el culto al Sol Invicto, o el culto al dios Mitra que era una antigua divinidad irania que se identificaba con el Sol, y sus seguidores lo recordaban en el solsticio de invierno (que los romanos celebraban el 25 de diciembre desde el 45* a. C.), en el que los días empezaban a ganarle terreno a las noches. Por lo tanto, a los cristianos se les ha acusado de apropiarse de una fiesta que no era la suya y de la consiguiente falta de originalidad, ya que se limitaron a dotar de un nuevo significado a una festividad romana perfectamente arraigada.
Sigamos. ¿Podrían ser otros motivos los que llevaron a estos primeros cristianos a escoger este día para el nacimiento de su Señor? Es presumible. Había una creencia generalizada en el mundo judío de esta época que pasó a los cristianos de los siglos II y III que, en esencia, suponían que la concepción de los grandes profetas tuvo lugar el mismo día del año en el que morían, es decir, que si Jesucristo fue crucificado el 25 de marzo, como pensaban los cristianos occidentales, ese fue el día de su concepción, luego nació nueve meses más tarde, lo que nos lleva directamente al 25 de diciembre**. Mientras que en la parte oriental del Imperio sostenían que fue el 6 de abril cuando fue crucificado, lo que les llevó al 6 de enero para celebrar la navidad. Con el paso del tiempo esta última fecha cayó en desuso y se impuso el 25 de diciembre. A pesar de ello, todavía hoy, los cristianos armenios celebran la natividad el 6 de enero, pero el mundo cristiano en general estableció el 25 de diciembre como el día de Navidad y el 6 de enero lo reservó para la Adoración de los Reyes (el comienzo de la Epifanía).
Hay quién ha propuesto que la fiesta pagana del Sol Invicto que se asociaba al solsticio de invierno no se estableció hasta el 274 por el emperador Aureliano, cuando ya rondaba la idea entre los cristianos expuesta en el párrafo anterior. Sí fue así, la cuestión fue al revés de lo que habitualmente se ha sostenido, o sea, se trató de dar un sentido pagano a una celebración cristiana, en unos momentos en los que se trataba de afianzar al máximo la religión romana. En esta suposición, con bastantes visos de ser cierta, fueron los paganos los que utilizaron una festividad cristiana en su beneficio, y no al contrario, como se creía y se sigue manteniendo hasta hoy. No obstante, no fue hasta el bien entrado el siglo IV (como ya se ha apuntado) cuando el papa Julio I establece la Navidad el 25 de diciembre. Y habrá que esperar hasta la Nochebuena de 1223 para que San Francisco de Asís represente el primer Belén.
P.D. (Añadida el 31 de diciembre de 2015). Me ha parecido interesante incluir en esta entrada la opinión del físico de la Universidad de Cambridge, Colin Humphreys, quién afirma en un artículo publicado en 1991 en la revista científica Quarterly Journal of the Royal Astronomical Society, Humphreys, que un cometa observado durante 70 días en el año 5 antes de J.C. pudo ser la estrella a la que se refiere el evangelio de Mateo, basándose en anotaciones astronómicas de las antiguas civilizaciones chinas; y sugiere: que Jesús habría nacido entre el 9 de marzo y el 4 de mayo, lógicamente, del año 5 antes de nuestra era cristiana.
martes, 16 de diciembre de 2014
Estela funeraria de Hegeso
sábado, 13 de diciembre de 2014
El rey Horus Escorpión II
Perteneciente a la poco conocida Dinastía 0, Horus Escorpión II (hor Serq) vivió hacia el 3200 antes de J.C. Llegó a gobernar parte importante del Antiguo Egipto, y es posible, que se encuentre enterrado en la tumba B50 en la necrópolis de Abidos, 480 km. al sur de El Cairo, más exactamente en Umm el-Qaab, que significa “La madre de las vasijas”, por la enorme cantidad de trozos de cerámica encontrados en este lugar. El arqueólogo alemán Günther Dreyer descubrió en la tumba de este soberano unas 300 vasijas y tablillas de barro, datadas en la segunda mitad del IV milenio antes de Cristo, con signos jeroglíficos grabados, o dibujados con pintura, que podrían ser considerados como el origen de esta bella escritura (la jeroglífica), que se desarrollará en Egipto durante los siguientes casi 4000 años. Estas piezas nos informan de los impuestos que cobraba el rey a su pueblo en especie (aceite, lino, etc.) y la ciudad de donde procedían. La tumba, reproduce su propio palacio, ya que creía que la necesitaría en la otra vida posterior a la muerte, por lo que depositaron en ella todos los bienes materiales necesarios para esta segunda y definitiva existencia.
El rey Escorpión fue el predecesor del monarca Narmer, fundador de la I dinastía y unificador del Alto y Bajo Egipto, por lo que lo podríamos considerar el primer faraón. El museo Ashmolean de Oxford expone en sus vitrinas una cabeza de maza de piedra caliza de carácter ceremonial hallada tan solo a nueve metros de la famosa paleta de Narmer, de la que ya hay una entrada en este blog. En la maza, del tamaño de un balón de baloncesto y unos 9 kg de peso, aparece una enorme figura del rey portando la corona blanca del Alto Egipto y con rabo de toro (atributo utilizado por los faraones), junto con un escorpión, y sobre él, una flor de siete pétalos como un rosetón. Ambos dibujos, a modo de jeroglífico, en bajo relieve y frente al monarca, los podríamos interpretar como “Rey Escorpión”. En la parte superior, encontramos aves colgando de postes que simbolizan los pueblos sometidos por este monarca. También aparece con una azada en sus manos, que evidencia una escena alegórica, la cual podría estar relacionada con la apertura de muros como consecuencia de las inundaciones periódicas del Nilo, o bien, con la realización del primer surco en las tierras de labor.
miércoles, 10 de diciembre de 2014
La sección áurea
lunes, 1 de diciembre de 2014
La existencia histórica de Jesús
Quiero dejarlo claro desde el principio de esta entrada: Jesús existió realmente. En la actualidad, no hay ningún historiador serio que sostenga lo contrario de esta afirmación, por muy anticristiano que se manifieste, bien al contrario, sostienen que hay suficientes evidencias de su existencia y de su paso por este mundo. De otros conocidos personajes históricos conservamos mucha menos información y nadie los cuestiona. Sabemos que nació en la provincia romana de Judea siendo emperador Octavio Augusto, que allí desarrolló su labor de predicación y murió en la cruz en tiempos del emperador Tiberio. Los primeros documentos que hablan de Él, son tan sólo de unos cuarenta años después de su muerte, no son muchos, si comparamos con otros casos de la época antigua, en los que no hay problema para admitir su historicidad(1). ¿Qué pruebas hay? Vamos a ello:
Impresionante
hallazgo por arqueólogos israelíes de un anillo de oro de la época romana
frente a la costa de Cesarea, a una profundidad de 4 metros. Destaca una imagen
de Jesucristo como Buen Pastor tallada sobre una piedra verde incrustada en esta
sortija octogonal del siglo III. Un Jesús joven con una oveja sobre sus hombros
que recuerda al que podemos ver en las catacumbas de Santa Priscila en Roma,
fechado también en el mismo siglo. Ha sido descrito por la Autoridad de
Antigüedades de Israel como un "hallazgo exquisito y raro". Hay que señalar
que Jesús se describe a sí mismo como el Buen Pastor en el Nuevo Testamento.
Por último, apuntar que en la ciudad
portuaria de Cesarea se estableció una de las primeras comunidades cristianas.
Fue aquí donde recibió el bautismo el centurión Cornelio en presencia de San Pedro,
que fue el primer no judío en recibir este sacramento según los Hechos de los apóstoles.
R.R.C.
NOTA: Imágenes bajadas de Internet.