Hace ahora 65 años que el Consejo de Europa sacó una convocatoria para exhibir ideas de cómo debería ser una bandera que representara a esta institución. Se pusieron encima de la mesa unas cien propuestas para que el órgano pertinente pudiese escoger la que considerase más oportuna. Uno de los bocetos presentados por el ya fallecido artista francés Arsène Heitz resultó ganador por unanimidad: consistía en doce estrellas doradas de cinco puntas, equidistantes y colocadas en círculo sobre un fondo azul rectangular. Posteriormente, hubo que esperar hasta 1983, fue adoptada por el Parlamento Europeo, y solo dos años después hizo lo propio la Comunidad Europea, por acuerdo de los Jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros, hasta que en 1992 se convirtiera en la bandera de la Unión Europea actual que todos conocemos.
La Inmaculada Concepción de Rue du Bac de París |
Inmaculada de las vidrieras de la Catedral de Estrasburgo |
Los aires que soplan con más fuerza en la Unión Europea actual son los del laicismo, y casi nadie ve ya en su bandera la simbología original, prefieren dotarla de otros significados que se consideran más “modernos”, antes que advertir en ella la aureola de la Virgen María sobre el cielo azul, como vieron su diseñador y sus fundadores.
NOTA: si observamos la parte superior de la vidriera de Estrasburgo, comprobaremos las doce estrellas doradas sobre un fondo azul, igual que en la bandera de la Unión Europea.
R.R.C.
NOTA: si observamos la parte superior de la vidriera de Estrasburgo, comprobaremos las doce estrellas doradas sobre un fondo azul, igual que en la bandera de la Unión Europea.
P.D. Es una entrada que simplemente se titulaba “La bandera
de la Unión Europea” y que estaba en el blog con anterioridad, pero me ha
parecido oportuno traerla a esta fecha 8 de diciembre, día en el que se celebra
la festividad de la Inmaculada.