R.R.C.
miércoles, 19 de abril de 2017
Palimpsesto egipcio
En la sala
hipóstila del templo de Seti I (padre de Ramsés II) en Abidos, una de las
ciudades más importantes de Egipto, precisamente durante la XIX dinastía a la
que pertenecía este faraón, podemos ver el que seguramente sea el jeroglífico
más curioso del país del Nilo, pues en él aparece de una manera más o menos
clara la silueta de un helicóptero, de un avión de guerra, de un submarino y de
un platillo volante o un zepelín (esos aparatosos globos voladores que fueron
un desastre en la I Guerra Mundial y pronto fueron desechados). Al respecto han
surgido dos teorías: la conspirativa, es decir, que esos jeroglíficos de hace
3300 años significan lo que vemos y los egipcios de aquella época, al menos,
los divisaron; y la arqueológica, que paso a exponer a continuación.
Para la
correcta interpretación del jeroglífico tenemos que tener presente que nos
hallamos ante un palimpsesto, o sea, ante dos inscripciones superpuestas, algo
habitual en el Antiguo Egipto, en donde el propio Ramsés II, cuya ambición no
conocía límites, le gustaba apropiarse de las construcciones llevadas a cabo
por otros, que por no respetar, no lo hizo ni con las de su propio padre, como
es el caso que nos ocupa. Lo podemos comprobar en el cartucho previo en donde
aparecen mezclados los nombres de Seti I y el suyo propios. ¿Qué ocurrió? Que
se borró el texto original mediante raspado, se cubrió con una especie de yeso
para reescribir otro durante el mandato de Ramsés II, pero dejando restos de
la antigua inscripción. El paso de tiempo dejó al descubierto el texto inicial
y ahora lo vemos entremezclado con el nuevo, dando lugar a esas curiosas
imágenes. No obstante, se pueden traducir ambos jeroglíficos. Mientras el más
antiguo decía: “El que repele a los nueve
enemigos de Egipto” el nuevo afirmaba: “El
que protege a Egipto y controla a los países extranjeros”. Como vemos, en
el fondo vienen a decir lo mismo. Por último, el hecho de poder traducir sin
problemas ambas inscripciones, demuestra que son dos textos jeroglíficos
entremezclados y nada más. ¡Qué le vamos a hacer!