jueves, 19 de diciembre de 2019

CARTUCHO DE PTOLOMEO III


     Este magnífico cartucho egipcio grabado en piedra, con una elegancia y precisión admirables, recoge el Nombre de Trono del rey Ptolomeo III, que reinó hace más de 2200 años. La mitad izquierda se limita a recoger su nombre griego escrito con caracteres jeroglíficos. Así, vemos los siguientes signos equivalentes a p-t-o-l-m-y-s. Ptolomeo, traducido al español. Sin embargo, en la parte derecha del cartucho los jeroglíficos se emplean a la antigua usanza, es decir, presentan un significado que podemos interpretar como deseo de vida eterna para el monarca y amado del dios Ptha (Señor de la magia, entre otras atribuciones). En fin: “Ptolomeo, que viva eternamente, amado de Ptha”.
     En este caso nos encontramos con un cartucho fonético y semántico a la vez, pues los escribas egipcios se limitaron a poner con signos jeroglíficos los nombres de los reyes de origen griego o emperadores romanos, como el del emperador Tiberio. Pero aquí advertimos que la parte final del cartucho tiene un significado que podemos traducir.
NOTA: El trazo que observamos sobre el león y que simboliza un lazo es un signo bilítero que equivale a las vocales ua; no obstante, si tomamos como referencia los cartuchos de este soberano o Cleopatra, por ejemplo, lo podríamos considerar simplemente como una o.
      R.R.C.
Imagen bajada de Internet

miércoles, 18 de diciembre de 2019

Escarabeos de Amenofis III


     Precisamente los escarabajos de este faraón del siglo XIV antes de Cristo eran muy frecuentes; habitualmente utilizados para regalos y como medios de propaganda política. No es raro encontrar el nombre de su esposa Tiye detrás del suyo, como es el caso del que nos ocupa, expuesto en una de las vitrinas del Museo Británico. Me pareció que el material empleado era esteatita, y presentaba un estado de conservación bastante bueno.
     Aquí podemos observar dos cartuchos con los nombres del monarca, y un tercer cartucho con el nombre de su esposa. El primero de la izquierda es su “Nombre de Nacimiento”, el hijo de Ra, que traducido al castellano sería: [Amón está satisfecho; Gobernador de Tebas]. Previamente, comprobamos un signo que representa un canal con agua que traducimos por: “amado” y otro signo ilegible. Debajo, considera al faraón “Señor como Ra”. A continuación, su “Nombre de Trono” lo muestra como un buen dios, Señor de la oración (o del rito), y traducido el cartucho queda como: [El Señor de la justicia es Ra]. En la parte inferior se refiere al monarca como: Amado de Amón. En el último cartucho leemos el nombre de su esposa [Tiye], con el determinativo no legible (la mujer sentada con diadema y flor colgando), de que ese nombre corresponde a una reina. Sobre su cartucho contemplamos los jeroglíficos que la consideran “La gran esposa real”; y bajo el mismo leemos: Ti anj, es decir, Qué viva.
         R.R.C.
                                                 ESCARABEO DE AMENOFIS III (2)


     Es uno de los famosos escarabeos del faraón Amenhotep III, con el que parece conmemorar su matrimonio con la Gran Esposa Real “Tiye”. Lo que resulta más chocante del texto en jeroglífico que aparece en su base, es que menciona el nombre de sus suegros, lo cual sugiere que debieron ser dos personajes de gran relevancia, tanto política como económica, ya que poseían un ajuar extraordinario.
     Leyendo de derecha a izquierda, comienza con las habituales proclamas: Horus viviente, toro poderoso que aparece en la justicia; Señor de las dos Damas; pacificador de las Dos Tierras (Egipto); Halcón de Oro de gran valor, que vence a los asiáticos (extranjeros) con su gran poderío.
     Haciendo uso del programa Paint, he remarcado en cinco rectángulos de colores (el rojo continúa en el renglón siguiente), los nombres propios que menciona la inscripción: en azul, el Nombre de Nacimiento del monarca* (Amenhotep Heqa Uaset); en amarillo, su Nombre de Trono como rey del Alto y Bajo Egipto** (Neb Maat Ra); en lila, el nombre de su Gran Esposa Real a la que se le desea vida (Tiye); en rojo, Yuya, suegro del faraón; y en verde, Tuyu, suegra del monarca.
     A continuación, hace hincapié de que nos hallamos ante un poderoso gobernante. Y termina delimitando las fronteras norte y sur de su reino.
*Traducido al español: “Amón está satisfecho; gobernador de Tebas”.
**Traducido al español: “El Señor de la Justicia de Ra”.
NOTA: añadido el 22-12-2019
NOTA 2: Imagen descargada de Internet. Editada por R.R.C.       
        R.R.C.
                                                      ESCARABEO DE AMENOFIS III (3)
     Tan solo añadir este escarabeo de ¿esteatita? que el Museo Británico tiene expuesto en una de sus vitrinas destinadas a objetos egipcios. Podemos observar en su base los dos cartuchos con su Nombre de Trono y su Nombre de Nacimiento de este faraón, para, a reglón seguido encontrarnos el cartucho de su mujer Tiye como reina.

        R.R.C.

jueves, 24 de octubre de 2019

LA DIOSA BASTET DEL MUSEO BRITÁNICO (Gayer-Anderson)


     En una de las vitrinas del Museo Británico de Londres, nos encontramos con una representación de la diosa del Antiguo Egipto, Bastet, con forma de gato. Es una escultura de bronce de tamaño real de una finura y elegancia excepcional. En su cuello luce un amplio pectoral de cuatro bandas labrado en el propio metal. De sus orejas y nariz penden aros de oro que contrastan con el color verdoso de la imagen. Por otra parte, cuelga de su cuello un bonito colgante de plata en el que luce el ojo de Horus (Udjat), un potente amuleto que protege a su portador. Debajo del mismo, nos encontramos con el escarabajo alado que sujeta con sus patas delanteras un disco solar. Por último, para reforzar aún más la protección, en su frente presenta el típico scarabaeus sacer (escarabajo pelotero), que representaba al Sol naciente.
     A pesar de que tiene una antigüedad de más de 2300 años, su estado de conservación es excelente (después de ser restaurada), aunque presenta vacías las cuencas de sus ojos, ya que las probables piedras o vidrios de adorno que utilizaron para llenarlas no han llegado hasta hoy. Tan solo recordar, que los gatos eran sagrados en el país del Nilo, y cuando uno moría los miembros de la casa a la que pertenecía se afeitaban las cejas en señal de luto.
        R.R.C.
NOTA: Foto del autor.

APÉNDICE: Añadido el 4-10-2022
                                             EL GATO MIKE
      El eminente egiptólogo Ernest Wallis Budge que trabajaba en el Museo Británico, dedicó unas páginas al gato Mike abandonado a sus pies por un minino anterior que lo llevaba en su boca, haciendo famoso a este felino cascarrabias. Nacido en 1909 colaboró a proteger la entrada principal del museo durante 20 años. Se convirtió en un experto cazador de palomas  que llevaba intactas al ama de llaves, que volvía a dejar en libertad a las aves (afortunadamente) y lo premiaba con carne y leche. Aunque lo jubilaron en 1924 continuó viviendo allí hasta su muerte cinco años después. El artículo de un periódico de entonces decía: “Contempla a los eruditos, hombres famosos venidos del mundo entero, con la misma filosofía que a los transeúntes; niñas de impecable uniforme escolar, niños pobres que juegan en la entrada, sacerdotes de sotana negra, damas indias de alegres saris*, japoneses trajeados y turistas con anteojos, para él todos son iguales”. La tumba de Mike se encuentra cerca de la entrada de Great Russell Street y sobre la losa se lee: «Ayudó a guardar la entrada principal del Museo Británico desde febrero de 1909 a enero de 1929».

*Vestido tradicional de las mujeres de la India

       R.R.C.

NOTA: Foto bajada de Internet.

viernes, 27 de septiembre de 2019

Anillo de Ptah


     Este precioso anillo de oro con un huecorrelieve realizado en jaspe verde, se encuentra en el Museo Walters de Arte, en Baltimore. Su estado de conservación es excelente, ya que está datado en el Período Tardío egipcio, y eso corresponde al 664–332 a. C. Vemos de pie a uno de los dioses más populares de aquella época: Ptah, “Señor de la magia”, entre otras atribuciones. Una de sus formas habituales de representación es la que observamos: como un hombrecillo con barba recta, envuelto en un sudario, cabeza cubierta con un casco, y un cetro denominado “uas” que simbolizaba el poder y la fuerza. A su derecha, comprobamos que su nombre aparece grabado en la piedra con tres signos jeroglíficos. Lógicamente, el sello de este anillo es giratorio, algo común en las sortijas del Antiguo Egipto.
     ¡Ah!, se me olvidaba, este dios egipcio recuerda mucho la estatuilla que se entrega en la gala de los Oscars.
       R.R.C.
NOTA: Imagen bajada de Internet.

El carnero y el juego de Ur

     Aunque en realidad es una cabra de 42 cm de alto (cuernos de lapislázuli incluidos) con genitales de oro, sobre una base rectangular decorada con un sencillo mosaico. Con una antigüedad aproximada de 4500 años, se descubrió en la ciudad sumeria de Ur, de donde era Abraham; y su descubridor, el arqueólogo inglés Leonard Woolley, la relacionó con el carnero que sacrificó el patriarca en lugar de su hijo Isaac. Este hallazgo se llevó a cabo en la década de 1920, al igual que el conocido Estandarte Real de Ur* por el investigador ya mencionado. Ambos se encuentran exhibidos en la misma vitrina del Museo Británico. Junto a esta cabra fue descubierta otra similar, que acabó expuesta en el Museo de la Universidad de Pensilvania en Filadelfia. Se supone, que originalmente ambos animales se encontraran enfrentados. También se ha apuntado la posibilidad de que el carnero formase parte de un arpa. Por último, sus patas las apoya en el “árbol de la vida” adornado con láminas de oro y relacionado con la fertilidad.
      R.R.C.
* Del que ya hay una entrada en este blog.

P.D. Añadida el 4-9-2022
El "parchís" de los sumerios de hace unos 4600 años:

     Irving Finkel, experto en escritura mesopotámica del Museo Británico, establece las reglas de este pasatiempo, para lo cual se ayudó de una tablilla cuneiforme descubierta muchísimos años después en el siglo II a. C. y que se muestra a la derecha del juego. Participaban dos jugadores con siete fichas cada uno negras y blancas. Se empleaban tres dados en una especie de carrera, en donde un jugador perseguía al otro. Ganaba el que sacara primero todas sus fichas del tablero de veinte cuadros, para lo cual deben de lanzar los dados con el objetivo de avanzar en esta entretenida competición. Las normas completas para echar una partida las podemos buscar en la red. Por último, en Internet se ven réplicas bastante certeras de este milenario juego, que también se puede adquirir en la tienda del propio museo.

     Justo en la vitrina anterior se encuentra el conocido estandarte real de Ur. Igualmente descubierto por el arqueólogo británico Leonard Woolley cuando halló las tumbas reales de esta ciudad de Oriente Medio, mil años más antiguas que la de Tutankamón.

     R.R.C.

NOTA: Fotos del autor

sábado, 21 de septiembre de 2019

Episodio de la inundación de Murcia


     Las recientes y graves inundaciones que en el mes de septiembre de 2019 se han producido en la provincia de Murcia; y también en otras zonas del levante español como consecuencia de la gota fría, me han hecho recordar otra importante catástrofe provocada por el desbordamiento del Segura a su paso por la capital de La Región, resultado de fuertes precipitaciones, y que podemos comprobar en el siguiente cuadro:
     Es un óleo sobre lienzo de 102 x 165 cm., pintado en1892 por el artista valenciano Antonio Muñoz Degrain, que recoge las inundaciones del río Segura a su paso por la capital y alrededores de la provincia de Murcia, en el año 1879. La obra se encuentra expuesta en el Museo de Zaragoza, aunque pertenece al Museo del Prado. Con una composición en diagonal y en colores terrosos, comprobamos como las aguas llenas de fango del río alcanzan los tejados de las casas, que se convierten en los únicos lugares de refugio de la población.
     La escena principal no ocupa el primer plano de la composición, la podemos divisar al fondo, en donde una mujer con su bebé, y prácticamente cubierta por el agua, hace lo posible por salvarse ella y su hijo de la corriente de agua y lodo que los arrastra, sin que nadie haga o pueda hacer nada por ayudarlos. La mujer y la niña que se encuentran agarradas a la chimenea de la casa, poco pueden hacer, salvo contemplar la escena. Un hombre de fuerte corpulencia que aparece desnudo en el primer plano y acompañado por un perro, que han tenido la suerte de ponerse a salvo, observan con impotencia la escena, ya que no se aprecia intención de socorrer a nadie.
     En fin, ahora que estamos en el siglo XXI y contamos con muchos más avances, esperemos que se pongan los medios, para que dramas como el de la imagen no se repitan.

      R.R.C.

miércoles, 28 de agosto de 2019

RELIEVE DE TUTANKAMÓN (DETALLE)


      Es una extraordinaria pieza de madera forrada con una lámina de oro, que formaba parte del rico tesoro que Howard Carter descubrió en la tumba de Tutankamón. Por lo tanto, tiene una antigüedad superior a los 3300 años.
     Nos encontramos con una tierna escena entre el joven rey y su bella esposa, elegantemente vestidos y engalanados como ya nos tiene acostumbrados por otras delicadas representaciones, como la que muestra el respaldo de su trono, probablemente, la mayor exhibición de amor vista en todo el antiguo Egipto. La compenetración y felicidad de la pareja es plena. En el presente relieve, Tutankamón se expone sentado en una silla de tijera con patas de animal, derramando un oloroso aceite en la mano de Anjesenamón, que aparece sentada a su lado sobre un cojín, dejando al descubierto uno de sus pechos, mientras apoya su brazo izquierdo en las rodillas de su esposo. Entre ambos, observamos el cartucho con el nombre de la reina, y que podríamos traducir por “Su vida es de Amón”. A continuación, leemos de arriba abajo: “La gran esposa real del Señor de las Dos Tierras” y el cartucho con el Nombre de Trono de Tutankamón “El Señor de las manifestaciones de Ra”. También vemos los cartuchos de su Nombre de Nacimiento “La imagen viva de Amón, gobernador de Heliópolis de sur”, o sea, Tebas (la actual Luxor). Mientras otros jeroglíficos presentes en el relieve expresan deseos de vida eterna y para siempre a la pareja.
     En fin, una vida larga que al final no pudo ser, pues se truncó por la temprana muerte del Faraón, con tan solo 19 años, y según parece, una desgraciada vida posterior esperaba a la joven y hermosa reina.
NOTA: Aunque vida eterna y para siempre nos puede sugerir una redundancia, con frecuencia, los jeroglíficos que hacen referencia a dichos términos se muestran juntos. Según el egiptólogo Christian Jacq, “la eternidad” es cíclica, con la presencia de la tierra; y “siempre” es una eternidad luminosa con la presencia del Sol.
      R.R.C.
IMAGEN OBTENIDA EN INTERNET DE NATIONAL GEOGRAPHIC

sábado, 17 de agosto de 2019

¿Por qué representan con cuernos a Moisés?


     Posiblemente ha sido la estatua que Miguel Ángel realizó de Moisés para la tumba del papa Julio II en el siglo XVI, y que hoy podemos contemplar en la iglesia de San Pietro in Vincoli de Roma, a menos de medio km. del Coliseo, la que popularizó una imagen del profeta del Antiguo Testamento con cuernos.
     Cuando Moisés desciende del monte Sinaí con las tablas de Los Diez Mandamientos, tenía su rostro desfigurado por haber estado ante la presencia de Dios, según nos dice el libro del Éxodo en el cap. 34, vers. del 29 al 35. Los israelitas quedaron tan asustados que se vio en la necesidad de cubrirse la cara con un velo el resto de sus días, descubriéndose solo cuando volvía a estar en presencia de Dios.
     ¿Qué pudo ocurrir? El meollo de la cuestión se centra en la palabra hebrea “KRN”, lógicamente escrita sin vocales, ya que esta lengua carece de ellas. Cuando el papa Dámaso I encarga a San Jerónimo en el siglo IV que traduzca la Biblia del hebreo y el griego al latín, la famosa Vulgata latina, reconocida como la Biblia oficial de la Iglesia católica, interpreta la palabra consonántica como: karan, que significa cuerno y, de aquí, que a Moisés se le represente con estos “adornos”. Ahora bien, actualmente se ha optado por otra traducción muy diferente del mismo término: keren, que se podría traducir por radiante, e incluso, como rayos de luz. De haber conocido el autor renacentista esta última versión del texto bíblico ¿cómo hubiera representado los rayos de luz a partir de un bloque de mármol? Seguro que hubiera encontrado la forma perfecta de hacerlo.
     ¿Por qué San Jerónimo optó por karan (cuerno) y no keren (rayo de luz)? Cuando, además, tenía a su disposición la versión griega del Antiguo Testamento (Biblia de los Setenta o Septuaginta), en la que para nada aparecía la palabra cuernos. Parece evidente que el significado que quería dar al término era otro muy distinto al que interpretamos hoy en día, es decir, que hace referencia a la infidelidad, o al que se le dio en la Edad Media, que representaba todo lo demoniaco. Según el Éxodo, Moisés procede de Egipto y allí los grandes dioses no tenían ningún inconveniente en aparecer con cuernos: Osiris, Jnum, o Isis, por ejemplo. E incluso tenían un signo jeroglífico (F13 en la lista de Gardiner) que se representaba con dos cuernos y suena “UP” y significa abrir en diversas expresiones, como abrir una ruta, abrir la matriz para el parto, abrir el año… Implica también la idea de discernir o juzgar, en definitiva de estar dotado de inteligencia para tener la capacidad de comprender, cualidad necesaria para guiar al pueblo elegido.
     Por lo tanto, nos encontramos ante una metáfora que aludía (al igual que en otras culturas antiguas) a la sapiencia, la fuerza, la energía, la experiencia...; si no a la divinidad misma, al menos a haber estado en contacto con Dios. Obviamente, este último significado no ha llegado hasta hoy.
        R.R.C.
Imagen descargada de Internet

viernes, 16 de agosto de 2019

La Gran Dobla de Pedro I y moneda de los Reyes Católicos


     Conservada en el Museo Arqueológico Nacional (MAN) de Madrid es, posiblemente, la moneda más prestigiosa de toda la historia de la Numismática española. El ejemplar de la imagen que vemos es una copia de la original que conserva el museo español, ya que una sola pieza de la época creo que integra la colección de la Biblioteca Nacional de Francia.
     Esta bellísima moneda de oro de gran tamaño, pues presenta un diámetro de casi 7 cm y un peso cercano a los 45g. Es una de esas monedas que los reyes utilizaban como regalo a grandes e importantes personajes, incluida la iglesia de su tiempo, como no. Fue acuñada en Sevilla y conocemos la fecha exacta de su emisión, ya que la propia moneda nos lo indica, algo poco frecuente, pero que en este caso contamos con esa información adicional. En la inscripción que hallamos en el reverso de la misma nos encontramos con el año en números romanos: MCCCLXXXXVIII, es decir, 1398 de la Era Hispánica*, que se corresponde al 1360 de nuestro calendario actual. En su faz vemos en bajo relieve la imagen del monarca, mientras en el reverso observamos los emblemas de los reinos de Castilla y León.
     Respecto a las inscripciones latinas que presenta en ambas caras dicen como sigue:
-Anverso DOMINUS MICHI ADVITORET EGO DISPICIAM INIMICOS MEOS, que traducido quedaría: El Señor es mi amparo y yo descubro a mis enemigos.
-Reverso PETRVS DEI GRACIA REX CASTELLE E LEGIONIS, cuya traducción es: Pedro por la gracia de Dios rey de Castilla y de León.
     En fin, un motivo más para visitar el Museo Arqueológico Nacional y su interesante sección de Numismática. 
ACUÑACIÓN CON MARTILLO (RELIEVE MEDIEVAL)
*Durante el reino visigodo de Hispania, en el siglo VI se estableció como calendario oficial la Era Hispánica, que comenzaba a contabilizar el tiempo 38 años antes que nuestro calendario actual, probablemente por un impuesto que los romanos hicieron extensivo a toda España coincidiendo con la desaparición del Segundo Triunvirato. Este calendario se mantuvo hasta finales de la Edad Media, y progresivamente se fue abandonado en las distintas partes del territorio por el que utilizamos ahora.
NOTA: a las monedas de oro de Castilla en la Edad Media se les conoce con el nombre de “dobla”.
    R.R.C.
NOTAI: Imagen moneda bajada del MAN
NOTA II: Relieve bajado de Internet
APÉNDICE AÑADIDO EL 20 DE OCTUBRE DE 2022
                                    MONEDA DE LOS REYES CATÓLICOS

     Este tipo de moneda de oro acuñada por los Reyes  Católicos se le conoce como “excelente”, por la gran pureza del metal precioso. La que observamos en la imagen es de finales del siglo XV o principios del XVI, de 27 mm de diámetro y 7 g. En el anverso vemos la efigie frente a frente de ambos monarcas coronados como símbolo de la unión dinástica de Castilla y Aragón, con una S entre ellos que nos indica que fue impresa en la ceca de Sevilla, una estrella de seis puntas en la parte superior, y una leyenda en latín que rodea la pieza con sus nombres: “Isabel y Fernando por la gracia de Dios”. En el reverso contemplamos su escudo de armas bajo el águila de San Juan, apóstol por el que la reina sentía una gran devoción, con la leyenda una vez traducida:Bajo la sombra de tus alas”, implorando la protección del Señor.

     Por último, estas monedas no estaban hechas para la circulación del día a día, sino que se utilizaban para regalos, ocasiones especiales o piezas de representación, por lo que el efecto propagandístico resulta evidente.

NOTA: Ambas leyendas se encuentran acuñadas entre una doble grafila (orla de puntitos). Anverso: FERNANDUS ELIXABET DEI GR (GRATIA); reverso: SVB VMBRA  ALARVM TV (TUARUM)

NOTA II: Imagen bajada de Wikipedia

miércoles, 24 de julio de 2019

VIDA, PROSPERIDAD Y SALUD


     Escuchando de nuevo la antigua y preciosa canción cuyo estribillo decía: “Salud, Dinero y Amor”, popularizada por distintos grupos musicales de hace unos cuantos años, pero que todavía sigo oyendo ocasionalmente en distintos lugares, he supuesto que si los antiguos egipcios la hubiesen escrito, su estribillo no hubiera sido muy diferente al de ahora, ya que las tres palabras que aparecen en la imagen cumplían los requisitos para una copla popular; y que paso a exponer a continuación.
     Detrás del cartucho que incluía el nombre del faraón, era normal encontrarse con estos tres signos jeroglíficos: la famosa cruz ansada, que en realidad es una correa de sandalia vista desde arriba, o bien un espejo de cobre como los que utilizaban en el Antiguo Egipto, y que actualmente le damos el sonido de “ANJ” y traducimos por -la vida-. El siguiente signo es un artefacto para encender fuego y suena “UDJA” e interpretamos como -prosperidad-. Por último, nos encontramos con una tela doblada que es una abreviatura de la palabra “SENEB”, de la que solo vemos la -s- y la desciframos como -salud-. Luego, ya tenemos el significado completo: vida, prosperidad y salud para el faraón. Y, ¿por qué no?, para todos nosotros. Si ahora juntamos los tres signos en la lengua jeroglífica escucharíamos: “ANJ-UDJA-SENEB” (VIDA, PROSPERIDAD Y SALUD). ¿Puede haber algo mejor?
       R.R.C.

miércoles, 17 de julio de 2019

La era o El verano de Francisco de Goya


     Es una pintura al óleo sobre lienzo de 277 x 642 cm, que podríamos considerar de estilo Rococó. Se conserva en el Museo del Prado de Madrid. Fue realizada en 1786 cuando todavía era rey de España Carlos III, y Goya se encontraba en la primera fase de formación como pintor de cartones para tapices, según nos cuentan algunos críticos de arte. Es una escena de descanso laboral después de una dura jornada de trabajo, en un ambiente amable y cercano que tiende a idealizar la realidad (las penas ya vendrán solas). El uso de colores cálidos y suaves contribuyen a este complaciente momento.  Según Hauser, en estas pinturas, «El arte se hace más humano, más accesible, con menos pretensiones; para comunes mortales ya no expresa la grandeza y el poder, sino la belleza y la gracia de la vida».
     En esta composición triangular nos encontramos con 17 personajes más dos caballos (un tanto reducidos de tamaño) posicionados en escorzo, para dar una mayor profundidad a la obra; mientras uno come tranquilamente el otro descansa, al igual que hacen sus amos. Los niños que cierran el vértice superior dan un toque de dinamismo al ambiente relajado del lienzo, una vez terminada la siega. Un bebé es alimentado por su madre, y otro juega con su padre. A la izquierda, tres sonrientes jóvenes quieren emborrachar a un desarrapado muchacho con el vino de su bota. El único segador que permanece en activo con rastrillo en mano, lo encontramos a la derecha de la imagen, antes de que el amenazante cielo tormentoso se ponga en acción y acabe con esta calmada y encantadora escena campesina. También cabría destacar el enorme trabajo realizado, como demuestra la gran cantidad de gavillas cosechadas. Por último, un enorme y viejo castillo concluye el fondo izquierdo del cuadro.
     R.R.C.

domingo, 16 de junio de 2019

AMA-GI


     Veinticuatro siglos antes de que naciera Jesucristo, en la ciudad-estado de Lagash, en la antigua región de Mesopotamia, alcanzó el trono real y gobernó durante unos diez años Urukagina. Previamente tuvo que desalojar del poder al anterior rey Lugalanda, que, ayudado por su esposa y un gran número de sacerdotes, cometieron toda clase de tropelías y abusos contra el pueblo indefenso, cargándolo de impuestos difíciles de asumir. En esta situación de enormes dificultades y atropellos de los más poderosos contra los más débiles, hace su aparición el nuevo rey, que trató de dar la vuelta a la situación con todos sus medios, para lo cual elaboró un código legal, prácticamente el más antiguo que se conoce. Lamentablemente, no nos ha llegado su texto, pero se sabe de él gracias a las referencias y citas encontradas en otros documentos cuneiformes (la escritura de la época). En esencia, este código suponía una reforma social en la práctica, en el que se trataba de dotar a la sociedad de un mayor nivel de libertad y sobre todo de igualdad. En definitiva, de favorecer a los más débiles y de tutelarlos de la prepotencia de los poderosos.    
     A esta época corresponde la expresión Ama-gi, así suena la palabra más bonita de la escritura cuneiforme sumeria, que, traducida literalmente, significa “retorno a la madre”, pues hacía alusión a la manumisión de esclavos, es decir, liberar esclavos para que pudiesen volver a sus casas. Por lo tanto, es un término unido inevitablemente al concepto de libertad, y así apareció en un texto de arcilla del 2300 a. C. en la ciudad-estado de Lagash. Que se sepa, es la primera vez que encontramos por escrito la idea de libertad, que tanto escuchamos en nuestros días.

     Por último, al igual que la cruz ansada egipcia es el signo más famoso de la escritura jeroglífica, Ama-gi es, probablemente, la expresión más conocida y usada de la lengua sumeria.
       R.R.C.

viernes, 14 de junio de 2019

Candaules


     Son varios los escritores que se han ocupado de este rey de Lidia del siglo VII a. C., antiguo reino que abarcaba parte de la península de Anatolia en el Mediterráneo oriental. También han sido varios los artistas que se han interesado por este singular personaje, como es el caso del autor de la imagen que acompaña esta entrada: el pintor francés Jean-Léon Gérôme, con un estilo académico y refinado. En adelante, me limitaré a exponer lo que nos dice el historiador griego Heródoto en su primer libro de Historia, en los capítulos 7 al 13.
     Candaules, último rey de la dinastía de los Heraclidas, estaba muy enamorado de su agraciada esposa, hasta el punto, de perder la razón por ella. Lógicamente, pensaba que era la mujer más bella del mundo, algo, que no le había confirmado el subordinado de más confianza, Giges, al que solicitó que la viese desnuda para despejar cualquier duda. Era una norma en este reino que nadie, hombre o mujer se expusiera desnudo a una tercera persona, y recriminó a su rey semejante petición. Pero este insistió y le proporcionó la forma “segura” de poder ver a su reina sin correr ningún peligro. Consistía en llevarlo a la alcoba a la hora de dormir y esconderlo detrás de la puerta, y poder ver a su mujer desnudarse y meterse en la cama con el rey. Mientras tanto, el subordinado abandonaría la habitación, con la mala suerte de que fue visto por la reina, aunque esta se hizo la disimulada y no dijo nada hasta el día siguiente, que mandó a unos criados de confianza para que llevasen a Giges ante su presencia.
     La reina le ofreció dos opciones: morir él por verla desnuda y actuar contra las normas de Lidia; o asesinar a su marido, casarse con ella y convertirse en el nuevo rey. No le dio más salidas y, ante ello, prefirió la segunda oferta a regañadientes, mostrando su profundo desacuerdo. La reina le reveló la forma de llevar a cabo su acción. Mientras su esposo dormía, ella misma le proporcionaría la daga con la que le mataría. Como así sucedió.
     Con esta propuesta Candaules perdió a su bella esposa, su reino y su vida. ¿Se puede ser más tonto? Además, se dio un cambio de dinastía en su país, los Mérmnadas, pues Giges fue confirmado por el oráculo de Delfos, con lo que evitó discusiones y disturbios por su ascenso al trono de Lidia.
     En fin, lo expuesto hasta aquí vendría a ser uno más de los pasajes novelados que Heródoto incluía en sus narraciones, con un estilo sencillo y claro; e incluso, con una advertencia de tipo moral que sus lectores deberían tener siempre presente. Lo más probable es que el protagonista de nuestra historia tuviese dificultades para mantenerse en el poder y fuera depuesto por Giges, un alto mando militar.  
     R.R.C.

lunes, 3 de junio de 2019

NOCTÁMBULOS de Edward Hopper


     Es la obra más conocida del pintor neoyorquino fallecido en 1967 Edward Hopper, que abrazó el estilo Realista americano en pleno siglo XX. Este cuadro pintado en óleo sobre lienzo de mediano tamaño: 84 cm x 1,52 m, se encuentra expuesto en el Instituto de Arte de Chicago. Su título original en inglés Nighthawks, lo podemos traducir por “Halcones de la noche”, pero he preferido optar por la denominación con la cual es conocido en español: Noctámbulos.
     Observamos una construcción típica norteamericana conocida como Diner: o restaurante prefabricado; una especie de bar; casa de comida rápida…, que el artista pudo ver en su barrio natal de Manhattan, un establecimiento desaparecido en la actualidad. La tela es de 1942, muy poco después de la perturbación y desconcierto que provocó el bombardeo de Pearl Harbor en la población estadounidense. Llama la atención el uso magistral que hace de la luz, con esa iluminación fría típica de los tubos fluorescentes, que se presentaron al mundo por primera vez durante la Feria Mundial de Nueva York en 1939, ejercieron su influencia en el pintor. La calle y el edificio de enfrente que permanecen oscuras, se iluminan gracias a la intensa luz que deja pasar la enorme vidriera curvada que cierra el Diner del exterior. Nada hay en el espacio urbano que desvíe nuestra atención, ya que se encuentra completamente vacío. Salvo una caja registradora que podemos ver en la construcción de enfrente, con persianas medio bajadas que no permiten divisar su interior.
     Si nos centramos ahora en el habitáculo del bar vemos a los que, posiblemente, serían los últimos clientes del día, ya avanzada la noche, de ahí el título del cuadro. En primer lugar, el camarero vestido con uniforme blanco afanado en los últimos quehaceres de la jornada, y al igual que los pocos consumidores que todavía se mantienen en el establecimiento, absorto en su propio pensamiento. Nadie habla, nadie gesticula, nadie expresa nada. El aislamiento de los personajes es total, incluso la elegante pareja que vemos al fondo están juntos, pero cada uno embelesado en lo suyo. No vemos el rostro del cliente que aparece de espaldas al espectador, pero le podemos presuponer sin riesgo a equivocarnos, la misma actitud que a la pareja anterior. Se encuentran en un espacio sin salida, tanto el camarero que no tiene abertura para abandonar su lugar de trabajo, como los clientes, pues lo único que observamos es una puerta interior del local.
     El autor siempre se ha mostrado reacio a opinar sobre sus cuadros, como les pasa a otros artistas, Picasso, por ejemplo. "La respuesta a todo está en el lienzo..." dijo Hopper cuando le preguntaron por sus obras. La soledad y la falta de empatía del hombre moderno en la gran ciudad es lo que parece que nos quiere transmitir. Cuanto más pobladas estén nuestras urbes, más solos y necesitados de esa empatía se sentirán sus pobladores. La falta de comunicación entre ellos será total, como podemos comprobar, no solo en este, sino en otras obras del pintor.
     Por último, y guardando la prudente distancia entre este autor y el Expresionismo de Edvard Munch, ambos manifiestan una intensa preocupación por el hombre en el espacio urbano, cada vez más aislado cuanto mayor es el avance de la civilización y el tamaño de las ciudades. Aunque el pintor noruego hace hincapié en el miedo, en la enfermedad, e incluso, en la muerte.
        R.R.C.

miércoles, 20 de febrero de 2019

SELLO DE LA TUMBA DE TUTANKAMÓN


     Harry Burton, egiptólogo y fotógrafo británico, fue el encargado de tomar unas 1400 fotografías para documentar la tumba de Tutankamón, descubierta por H. Carter en 1922 en el Valle de los Reyes. En esta imagen vemos el sello indemne de una de las cuatro cámaras de las que disponía la tumba de este joven faraón. Llama la atención el excelente estado de conservación que muestran las cuerdas, máxime, si tenemos presente que tienen más de 3000 años. La clave podría ser la aridez del aire del desierto, que junto a la falta de oxígeno (recordar que la estancia estaba sellada al exterior), seca y conserva los objetos.
     A la derecha podemos observar el sello con el relieve del dios de los muertos, Anubis, sedente y sobre los enemigos de Egipto que aparecen derrotados, de rodillas y con las manos atadas en la espalda. A la altura de su cabeza comprobamos el cartucho con el Nombre de Trono de este faraón, Neb-Jeperu-Ra, que una vez traducido leeríamos: “El Señor de las manifestaciones es Ra”
     Tan solo recordar que los habitáculos exteriores habían sido abiertos y sufrido saqueos, al menos, en dos ocasiones en la propia antigüedad, pero este que llevaba a la momia el sello lo tenía intacto.
         R.R.C.
NOTA: Imagen descargada de Internet 

jueves, 31 de enero de 2019

REPOSACABEZAS DE TUTANKAMÓN


     Reposacabezas (uere, en su idioma) de Tutankamón de la XVIII dinastía egipcia, con una antigüedad superior a los 3300 años. En la actualidad se encuentra en el Museo de El Cairo. Consta de tres partes: base, pilar en el centro y una parte curva para apoyar la cabeza. Con un hermoso color azul cobalto, y decorado con pintura dorada que produce un bello contraste, destaca un texto jeroglífico que recorre en vertical esta maravillosa obra. Dice lo siguiente: "El buen dios viviente Señor de las Dos Tierras (Egipto), Señor de los ritos: -El Señor de las manifestaciones en Ra- (Tutankamón), que sea dotado de vida como Ra eternamente".
     Estos “ueres”, como casi todo en el Antiguo Egipto, estaban dotados de poderes mágicos, que libraban a sus dueños de amenazas invisibles mientras descansaban. Por último, la comodidad de utilizar estos objetos, no la veo por ninguna parte.
       R.R.C.
NOTA: Imagen bajada de Internet.

jueves, 24 de enero de 2019

EL ANILLO DE SA-NEIT


     Este magnífico y robusto anillo de oro con inscripciones jeroglíficas en forma de sello oval procede del país de los faraones. De la XXVI dinastía egipcia y con una antigüedad aproximada de 2600 años, perteneció a un importante sacerdote que, probablemente, vivió en la ciudad de Letópolis (Jem, en egipcio) en el sur del delta del Nilo, que entre otros títulos se refiere a él como Señor de esta localidad, tal y como podemos leer en la inscripción. Miles de años después fue propiedad de un urólogo de la Ciudad Condal, que se pudo permitir el lujo de lucirlo habitualmente en un dedo de su mano y, tras dejarlo a sus herederos, el Museo Egipcio de Barcelona lo adquirió para exponerlo en una de sus vitrinas dedicada a joyas del Antiguo Egipto. Sortijas como esta existen unas seis más.
     El nombre de su antiguo dueño lo podemos ver en la parte inferior derecha: un pato que se transcribe por Sa, y sobre el ave dos arcos atados en un paquete rectangular, o sea, el ideograma de la diosa Neit, o Net, una antigua divinidad egipcia de la guerra y la caza. Entre sus títulos figura el de directivo de las capillas de la nombrada diosa; sacerdote del dios Horus… Y otras menciones. En fin, otra pieza más que nos indica el grado de calidad y perfección técnica que alcanzaron los orfebres egipcios de aquella lejana época.
       R.R.C.

MALLA FUNERARIA EGIPCIA


     Expuesta en una de las salas que el Museo Arqueológico Nacional de Madrid dedica a las antigüedades egipcias, esta malla elaborada en fayenza de color azul, y con unas medidas de 140 cm de alto por 51 de ancho es una de mis piezas preferidas. Data de la Época Baja, es decir, entre los siglos VII y IV a. de C. Formaba parte del equipamiento que la momia debía de tener para sortear la muerte e iniciarse en la vida eterna. Engarzada a base de canutillos de cerámica vidriada conocida con el nombre fayenza, muy apreciada y profusamente empleada por los antiguos egipcios. Está compuesta a base de rombos y rematada en los bordes con pequeñas cuentas policromadas, que dan un toque de minuciosidad y elegancia a la pieza evidente, sin olvidar la bella decoración geométrica que podemos observar en el cuello.
     Por lo tanto, la malla en su conjunto colocada sobre el cuerpo del fallecido tenía un poder mágico, que colaboraba en su resurrección. Además, en la parte superior nos encontramos con el disco solar alado, símbolo de la eternidad del alma; y del que pende una inscripción jeroglífica en la que aparece el nombre del difunto, que incluye al dios Amón y que se refiere al finado como Osiris, término habitual para aludir a los muertos. Bajo el texto vertical nos encontramos con el típico escarabajo alado, un potente amuleto que ayudaba a resucitar en el Más Allá, y que estaba vinculado con el dios Jepri, símbolo de la vida eterna. A su alrededor descubrimos los cuatro hijos de Horus, cuya misión principal era preservar de la descomposición las vísceras que se habían extraído de la momia, y que se habían depositado junto a esta en los cuatro vasos canopos y, de paso, proteger al difunto al hallarse sobre él.
     Por último, debió de pertenecer a una persona poderosa del momento, por el alto costo que tendría un trabajo artesanal tan meticuloso.
        R.R.C.

BRAZALETE FLEXIBLE DE TUTANKAMÓN

     Nos encontramos ante una de las joyas que aparecieron en la tumba de este faraón, concretamente en el brazo derecho de la momia cuando fue descubierta en 1922 por H. Carter en el Valle de los Reyes. Un brazalete flexible de cuentas elaborado a base de oro, cornalina, loza y piezas de vidrio, que lo dotan de un gran colorido y vistosidad. Asimismo, un espectacular cierre rojizo con forma de ojo de Horus, el Udyat (el que está completo), símbolo que protege y da estabilidad a su portador. Uno de los amuletos mágicos más potentes y utilizados en el Antiguo Egipto.
     En el reverso del cierre nos encontramos con la frecuente inscripción jeroglífica que suelen llevar estas obras maestras de la orfebrería egipcia; entre la que podemos observar el cartucho de Tutankamón, el cual hace referencia a él como gobernante. Además, también se refiere al faraón como Señor de las dos Tierras (Egipto); imagen de Ra; y que sea dotado de vida eternamente y para siempre. En fin, las habituales dedicatorias que los orfebres y artistas egipcios reservaban a sus monarcas.
NOTA: “eternamente” hace referencia a la eternidad cíclica en la que interviene la tierra; mientras que “para siempre” hace referencia a la “eternidad luminosa” en la que interviene el Sol. De ambas maneras los antiguos egipcios se pronunciaban sobre la eternidad.
        R.R.C. 
NOTA II: Imagen bajada de Internet