El templo de la diosa Hathor en Dendera situado a unos 60 km al norte de Luxor, es uno de los mejores conservados del Antiguo Egipto, y su construcción se remonta al faraón Nectánebo I allá por el siglo IV a. C. No obstante, se estuvo interviniendo en él desde el Período ptolemaico hasta principios del Imperio romano. Es una de las construcciones más visitadas por los turistas, en parte, por los llamativos bajorrelieves que presenta y que han dado lugar a controversias que todavía hoy se mantienen, y que a los guías egipcios tanto les gusta enseñar a sus visitantes, aunque yo no tuve la oportunidad de verlo en mis dos visitas realizadas al país del Nilo.
Lógicamente los he visto en fotografías
que por su forma a mí me recuerdan a grandes berenjenas, que evidentemente no
son. La mayoría ven en ellos lámparas o bombillas, representadas solas o bien
en parejas opuestas que podrían hacer referencia al Alto y Bajo Egipto. Bien,
comencemos:
No hay noticia alguna ni en textos
jeroglíficos de ningún tipo, tanto en pairos como en paredes, historiadores, etc. de que los antiguos
egipcios tuviesen conocimiento alguno sobre electricidad y menos aún de como producirla.
Así que, desde un punto de vista científico quedaría descartada la posibilidad
de que fuesen bombillas. ¿Qué serían entonces?
Lo que aparenta el casquillo de la lámpara
es una flor de loto que era tan abundante en las zonas acuosas de Egipto. La
ampolla de cristal alargada que nos deja ver lo que equivaldría al filamento es
el capullo de la flor de loto También hay quien apunta que se representa el
útero de la diosa Nut en una estela, y el filamento es claramente una serpiente
en movimiento surgiendo de dicha flor. Lo que para algunos sería una batería
que con sus manos sujeta la ampolla de cristal en la parte ancha en realidad es
el pilar de Osiris,” Dyjed” en jeroglífico, que se traduce por estabilidad. Por
último, lo que parece un cable salir de la bombilla es la proa de la barca “mandyet”
(la barca solar), muy importante en la religión egipcia).
Luego estamos asistiendo al nacimiento del
dios “Hor-sema-tauy” (Horus unificador de Egipto), que según las creencias de
la época surgía en forma de serpiente del interior de una flor de loto. Además,
los jeroglíficos que acompañan esta representación nos indican que esta es la interpretación
correcta. Pero en fin, la imaginación es libre.
R.R.C.
NOTA: Imagen descargada de Internet