miércoles, 18 de octubre de 2023

LAS “BOMBILLAS” DE DENDERA


      El templo de la diosa Hathor en Dendera situado a unos 60 km al norte de Luxor, es uno de los mejores conservados del Antiguo Egipto, y su construcción se remonta al faraón Nectánebo I allá por el siglo IV a. C. No obstante, se estuvo interviniendo en él desde el Período ptolemaico hasta principios del Imperio romano. Es una de las construcciones más visitadas por los turistas, en parte, por los llamativos bajorrelieves que presenta y que han dado lugar a controversias que todavía hoy se mantienen, y que a los guías egipcios tanto les gusta enseñar a sus visitantes, aunque yo no tuve la oportunidad de verlo en mis dos visitas realizadas al país del Nilo.

     Lógicamente los he visto en fotografías que por su forma a mí me recuerdan a grandes berenjenas, que evidentemente no son. La mayoría ven en ellos lámparas o bombillas, representadas solas o bien en parejas opuestas que podrían hacer referencia al Alto y Bajo Egipto. Bien, comencemos:

     No hay noticia alguna ni en textos jeroglíficos de ningún tipo, tanto en pairos como en paredes,  historiadores, etc. de que los antiguos egipcios tuviesen conocimiento alguno sobre electricidad y menos aún de como producirla. Así que, desde un punto de vista científico quedaría descartada la posibilidad de que fuesen bombillas. ¿Qué serían entonces?

     Lo que aparenta el casquillo de la lámpara es una flor de loto que era tan abundante en las zonas acuosas de Egipto. La ampolla de cristal alargada que nos deja ver lo que equivaldría al filamento es el capullo de la flor de loto También hay quien apunta que se representa el útero de la diosa Nut en una estela, y el filamento es claramente una serpiente en movimiento surgiendo de dicha flor. Lo que para algunos sería una batería que con sus manos sujeta la ampolla de cristal en la parte ancha en realidad es el pilar de Osiris,” Dyjed” en jeroglífico, que se traduce por estabilidad. Por último, lo que parece un cable salir de la bombilla es la proa de la barca “mandyet” (la barca solar), muy importante en la religión egipcia).

     Luego estamos asistiendo al nacimiento del dios “Hor-sema-tauy” (Horus unificador de Egipto), que según las creencias de la época surgía en forma de serpiente del interior de una flor de loto. Además, los jeroglíficos que acompañan esta representación nos indican que esta es la interpretación correcta. Pero en fin, la imaginación es libre.

       R.R.C.

NOTA: Imagen descargada de Internet

sábado, 14 de octubre de 2023

El Ojo de Horus

 

     Este poderoso amuleto conservado en el Museo Británico y que vemos en la imagen, tiene unos 2500 años de antigüedad (de la Época Baja egipcia), y fue realizado en loza vidriada policromada. Es uno de los amuletos más usados por los antiguos egipcios. Símbolo del orden, lo estable, lo imperturbable, que potenciaba la vista y que protegía a los difuntos. El conocido Libro de los Muertos en su capítulo 112 nos dice al respecto: “El Ojo de Horus es tu protección, Osiris, Señor de los Occidentales, constituye una salvaguarda para ti: rechaza a todos tus enemigos, todos tus enemigos son apartados de ti.” Presenta una gran variedad de propiedades mágicas y purificadoras. Conocido como Udyat, cuyo significado es “el que está completo”. A este precisamente se le han añadido otros elementos para potenciar aún más si cabe su poder, como prosperidad o vigilar, por ejemplo.

     También resulta interesante poner de manifiesto que para representar las fracciones tomaron partes de este jeroglífico: la pupila 1/4; la esclerótica (parte blanca del ojo) que queda a la izquierda 1/2; y la de la derecha 1/16; la parte curva superior que en este caso presenta el mismo color de la pupila 1/8, etc.

     Por último, son variados los materiales que se utilizaron en el Antiguo Egipto para elaborar el Udyat: lapislázuli, turquesa, cerámica, fayenza… el ojo que utilizó Horus para reemplazar su ojo izquierdo perdido en un combate que mantuvo con el dios Seth.

             R.R.C.


viernes, 29 de septiembre de 2023

¿SABÍAN LOS ANTIGUOS EGIPCIOS LA EXISTENCIA DE LOS ESPERMATOZOIDES?


       La respuesta es no. No podían verlos porque el descubrimiento de lo que podríamos considerar un microscopio rudimentario no fue hasta 1595. Hubo que esperar hasta 1667 para que el científico Anton van Leeuwenhoek examinando su propio semen con un microscopio más preciso que el del siglo anterior describiese un espermatozoide.

     Situado en el corazón de la antigua Tebas, la actual Luxor, se alza glorioso frente al Nilo, desde las dinastías XVIII y XIX en la segunda mitad del segundo milenio antes de nuestra era un magnífico templo. Los grandes faraones Amenhotep III y Ramsés II fueron sus constructores, dedicado al dios Amón bajo sus dos aspectos de Amon-Ra. Además de estos dos iniciadores, otros muchos faraones  agrandaron el recito con construcciones suplementarias, añadieron motivos de decoración y otros cambios. Hasta los tiempos de Alejandro Magno en el siglo IV antes de J.C. se estuvo interviniendo en esta monumental obra.

     La escena en cuestión que ha dado lugar a controversias y todavía hoy muchos aficionados a la egiptología, la encontramos en la capilla de Alejandro Magno, en la que vemos representado en bajo relieve a Min, dios de la fertilidad, de la vegetación, de la lluvia… entre otras atribuciones. En definitiva, de la fuerza generadora de la naturaleza y siempre aparece con el pene en plena erección (así lleva miles de años, es una pequeña broma). Frente a él nos encontramos con Alejandro Magno como faraón haciendo una libación, o un acto de purificación. Por cierto, los dos representados al mismo tamaño, lo cual indica el rango divino otorgado al célebre conquistador. Ahora viene lo sorprendente y que tanto gusta a los guías mostrar a los turistas, aunque yo tuve la mala suerte que el guía que me dirigió por el templo no consideró necesario enseñarnos esta escena: una eyaculación parece salir del pene del dios, en la que aparentemente se cruza un espermatozoide. No es más que un trampantojo (entendido como una ilusión óptica del observador, no como un engaño). Veamos:

     Lo que parece una eyaculación solo es un cuerno de toro que encontramos como F16 en la lista de jeroglíficos de Gardiner. Lo que parece la cabeza del espermatozoide es una jarrita redondeada la W24 de la misma lista. La onda de agua que sale de ella que se ve como línea quebrada es la N35. Todo en su conjunto, la jarra vertiendo agua sobre un cuerno es el jeroglífico F17de Gardiner que se pronuncia bu y hace alusión a la limpieza.

     Por último, la columna jeroglífica que observamos a la derecha de la pierna de Alejandro se puede traducir: Yo hago una purificación con cinco granos de incienso al sur. No hay más que decir.

        R.R.C.

NOTA: Imágenes descargadas de Internet.

MONEDA CARTAGINESA

     Esta preciosa moneda de oro denominada Electrum porque está elaborada con oro (en mayor proporción) y plata, posiblemente acuñada en Cartago (en la actual Túnez), es anepigráfica por no mostrar leyenda alguna en sus caras. En el anverso exhibe un delicado rostro femenino de perfil atribuido a la diosa más importante de los cartagineses, Tanit, equivalente a la fenicia Astarté, divinidad de la luna, la fertilidad y la guerra, mirando hacia la izquierda y portando una corona de trigo sobre su cabeza, pendientes y collar con colgantes. Rodeada de una grafila perlada que aparece en ambas caras de la moneda, debe de ser de la segunda mitad del siglo IV o principios del III a. C. y conservada en el Museo Británico de Londres.

      De estas monedas llamadas siclos hubo una gran producción durante este período. En el reverso aparecía el caballo de la diosa con una gran elegancia y estático, es decir, con las cuatro patas posicionadas en el suelo, en una especie de línea de exergo que aparece vacío. Probablemente, el equino simbolizaba la capital del Imperio cartaginés, aunque también hay quien apunta otras opciones, a manera de la leyenda en la que se indicaba que la ciudad de Cartago se levantaría donde los fenicios descubrieran una cabeza de caballo en el suelo, como recoge la Eneida de Virgilio. Por otra parte la efigie de Tanit en el anverso está claramente inspirada en los decadracmas de Siracusa que acuñaba Euainetos, un auténtico maestro en el mundo de la impresión monetaria, con la efigie de la ninfa Aretusa.

        R.R.C.

 NOTA: Imagen tomada de Internet

jueves, 14 de septiembre de 2023

LA SÁBANA SANTA Y EL CARBONO-14

 


     La afirmación de Willard Frank Libby, premio Nobel de Química en 1960, por el desarrollo del método del Carbono-14, para poder datar materiales orgánicos del pasado con un pequeño margen de error dependiendo de su antigüedad, no dejan lugar a dudas: “En la sábana existen fuentes radiactivas que han recargado el carbono y que hacen que este método no se le pueda aplicar”. No se puede decir más en menos palabras.

     Fue en octubre de 1988 cuando los medios de comunicación mundiales y especialmente en España, donde yo la escuché en Antena 3 Televisión abriendo el telediario de las tres de la tarde, lanzaron la noticia de que la Sábana Santa de Turín era una falsificación medieval después de someter un pequeño trozo de su tela a la mencionada prueba, concretamente por tres laboratorios de Oxford, Zúrich y Tucson  que dieron una horquilla de entre 1260 y 1390. El coordinador de los tres laboratorios que efectuaron el análisis del Carbono-14, Michael Tite, responsable del Laboratorio de Investigación del Museo Británico, para aclarar el error informativo de los medios, que afirmaban que era falsa sin más, tuvo que enviar un comunicado a los mismos. En España, ese comunicado fue ignorado salvo alguna excepción, pero el daño ya estaba hecho. R.Hedges, Director del mismo laboratorio de la Universidad de Oxford, el que efectuó el análisis del carbono-14, afirmó en su día que si la Sábana Santa ha recibido la descarga de neutrones, radiación detectada por la NASA, la datación por el carbono-14 quedaría invalidada.

     El ya mencionado Dr. Libby escribió que “para que los resultados del C-14 se acerquen a la realidad es necesario que el objeto analizado sea totalmente impoluto”. Y este no es el caso. Veamos:

     Desde Jerusalén, ciudad de partida, hasta Turín su ciudad de llegada muchos cientos de años después, ha estado expuesta a distintos factores que la han enriquecido de este isótopo radioactivo, sus propietarios o cuidadores no repararon en ello, pues se desconocía esta circunstancia. Sin ir más lejos en 1532 sufrió un incendio tan voraz que el  marco de plata en donde estaba custodiada llegó a licuarse por las altas temperaturas que se alcanzaron, y tuvo que ser reparada la tela de lino de la que está hecha por unas monjitas, incluso cayeron unas gotas de plata líquida que la perforaron y que todavía hoy se puede ver. Además, ha sufrido otros incendios, al menos dos que yo sepa. Ha sido expuesta al viento, al sol, a materias orgánicas vivas… que la han enriquecido en C-14 y que este no se desintegre como hubiera ocurrido si no se hubiesen dado estas circunstancias.


     Por otra parte, diferentes disciplinas científicas que se han ocupado de ella como la propia química, hematología, física, medicina forense, patología, informática, numismática, arqueología, historia, palinología… En fin, grandes especialistas en todas estas materias han llegado a conclusiones bien diferentes utilizando los medios y técnicas más modernas a su alcance y han llevado esta tela de lino al siglo I de nuestra era, comprobando las huellas que contenía. También conocida como Síndone presenta unas medidas de 436 cm × 113 cm y en ella estuvo envuelto durante unas 35 horas un cadáver, ya que no se observan ningún resto de putrefacción. Que presenta todas las características de una tortura previa a una crucifixión brutal llevada a cabo por los romanos en Jerusalén en tiempos de Poncio Pilatos. Estas marcas halladas coinciden casi en su totalidad con las que nos transmiten los evangelios canónicos sobre la pasión y muerte de Jesucristo.

     Por centrarme sólo en una disciplina que tanto la historia como la arqueología utilizan para establecer la cronología de un hecho o artefacto como es la numismática, se han observado la imagen de dos monedas, concretamente leptones (una pieza del tamaño de un céntimo de euro), del año 16 de Tiberio, que se corresponde con el año 30 d. C., mandados a acuñar por el gobernador romano en Jerusalén entre el año 29 al 32. A pesar de los errores ortográficos que se han visto en las monedas, otras piezas de esta época también los presentan. Para un gran número de numismáticos es una prueba evidente de la antigüedad del Sudario, si bien otros científicos partidarios de la autenticidad de la Sábana no acaban de verlo. En el año 692 el emperador bizantino Justiniano II mandó imprimir una moneda con el rostro de Cristo, previa convocatoria de un Concilio para que entre otros temas estableciese la forma más idónea para representar la figura del Salvador. Un estudio realizado por Alan Whanger, exprofesor del Duke University Medical Center, que halló 145 puntos que relacionaban este sólido de Justiniano II con el rostro que aparece en la Sábana Santa de Turín. Para muchos expertos en numismática no hay duda: la acuñación de esta moneda es una prueba de que la sábana ya existía a finales del siglo VII. Aunque no esté en una moneda la imagen del Pantocrátor de Santa Catalina en el desierto del Sinaí, pintado en el siglo VI, presenta grandes similitudes con el rostro de la Sábana Santa.




     Para no extenderme demasiado en el tema que estamos tratando, hay miles de trabajos publicados, así como científicos y otros autores que se han ocupado de ello, pero yo he evitado dar excesivos nombres, datos, fechas, etc. para simplificar el tema, pues sobrepasarían la breve pincelada de esta entrada. Pero no me gustaría acabar sin la opinión de J.B. Rinaudo, experto en medicina nuclear, que tras una serie de experimentos llegó a la conclusión de que la imagen que observamos en la Síndone fue el fruto de una radiación de protones de átomos de deuterio y que debían provenir del cadáver, ya que se encuentran en la materia orgánica. Las quemaduras provocadas por la radiación son muy superficiales (no se verían por la parte trasera de la sábana). Los eminentes físicos Jackson y Jumper consideraron que esta radiación duraría una milésima de segundo, de haber durado más la Síndone se habría destruido. Para que esto suceda hace falta un aporte de energía que arranque un protón al núcleo del átomo, y dentro de la sábana sólo había un cadáver. Algo inexplicable ocurrió desde el punto de vista científico el “TERCER DÍA”.

          R.R.C.

NOTAImágenes descargadas de Internet.

miércoles, 30 de agosto de 2023

LA ÚLTIMA MONEDA DE JULIO CÉSAR


      En el mes de febrero del año 44 a. C. fue emitido este denario con la efigie laureada de Julio César, de una gran calidad técnica, realista y de perfil mirando hacia la derecha, con la leyenda CÉSAR EMPERADOR frente a él. Tan solo un mes antes de que lo asesinaran a puñaladas en el Senado romano, el mismo que le otorgó el título de dictador vitalicio ese mismo año. Tras él observamos dos instrumentos religiosos: el  lituus, utensilio ritual que los augures, sacerdotes de la antigua Roma, empleaban para la adivinación y un simpulum, un pequeño cazo con el mango vertical utilizado para las libaciones (un ritual que consistía en rociar una bebida, vino por ejemplo, en ofrecimiento a algún dios).

     En la otra cara de la moneda podemos comprobar a una esbelta diosa Venus de pie, la cual con su brazo derecho extendido sostenía una Nike (diosa alada asociada con la victoria), mientras apoya su codo y brazo izquierdo a un escudo y sostiene con su cuerpo una gran lanza que recorre la moneda en diagonal de lado a lado. Tras ella el nombre del emisor de la pieza M METTIVS (Marco Metio), y en la parte izquierda del campo una gran G.

     En cuanto a su tamaño y material lo habitual en los denarios romanos: no alcanza los 4 g, unos 18 mm de diámetro, plata y una grafila de puntos.

Nota I: Emperador en el sentido de otorgarle un gran poder, parecido en la práctica al que tendrán los emperadores romanos posteriores, cuando Augusto se proclame primer emperador.

Nota II: La palabra dictador no tenía en esos tiempos la connotación negativa que tiene en la actualidad.

      R.R.C.

NOTA III: Imagen descargada de Internet.

domingo, 13 de agosto de 2023

LA PRIMERA MONEDA CRISTIANA

 

     El emperador romano que legalizó el cristianismo allá por el siglo IV también ordenó acuñar la primea moneda claramente cristiana, elaborada en bronce en el año 327 en la ceca de su nueva capital Constantinopla. Me estoy refiriendo a Constantino I el Grande.

     En el anverso de la moneda observamos la típica efigie del emperador de manera sencilla, con cabeza laureada y un rostro bastante inexpresivo. Rodeando la imagen nos encontramos con la habitual leyenda en latín: CONSTANTINVS MAX AVG (CONSTANTINO MÁXIMO AUGUSTO).

     El reverso representa lo más importante de esta moneda, ya que por primera vez aparece en numismática un crismón, es decir, el monograma de Cristo sobre el lábaro o estandarte entelado que utilizaban los emperadores romanos, y que Constantino mandó sustituir por la típica Águila de Júpiter que utilizaban sus antecesores. El lábaro aparece clavado sobre una retorcida serpiente con la cabeza inclinada  situada donde, habitualmente, se colocaba la línea de exergo. Bajo ella las letras CONS que hacen referencia a la ya mencionada ceca de Constantinopla. En la parte central del campo leemos: SPES PUBLICA (ESPERANZA PÚBLICA).

     Por último, señalar la presencia del listel por ambas caras para evitar en lo máximo posible el futuro desgaste de la moneda.

     R.R.C.

NOTA: Imagen bajada de Internet.

SÓLIDO DE JUSTINIANO II (LA PRIMERA MONEDA DE JESÚS)

 

     Hubo que esperar hasta finales del siglo VII, más concretamente al año 692, para que el emperador bizantino Justiniano II mandase a imprimir una moneda con el rostro de Cristo, previa convocatoria de un Concilio para que entre otros temas estableciese la forma más idónea para representar la figura del Salvador. Un sólido de oro de apenas un cm de diámetro y escasos gramos de peso bastó para tal fin. A pesar del tamaño de la moneda la podríamos considerar una “pequeña” obra de arte. Desgraciadamente no conocemos el autor de los cuños que se llevaron a cabo para la ejecución de esta bella pieza.


     En el anverso Jesús aparece minuciosamente representado de frente y forma humana con todo lujo de detalles: larga cabellera y barba bien cuidadas, ojos abiertos prominentes y una ostentosa vestimenta. Tras Él un nimbo cruciforme; y rodeando el campo de la moneda una leyenda que podemos traducir como REY DE REYES.

     El reverso de la moneda se reservó para el propio emperador considerado como el representante temporal del verdadero Rey en la tierra, pues él estimaba ser un mero servidor de Cristo. Pomposamente vestido, barbado, de frente, de cuerpo entero y de pie, nos presenta una enorme cruz en su mano derecha.

     Me ha parecido interesante incluir en el comentario de esta moneda el estudio realizado por Alan Whanger, exprofesor del Duke University Medical Center, que halló 145 puntos que relacionaban este  sólido de Justiniano II con el rostro que aparece en la Sábana Santa de Turín. Para muchos expertos en numismática no hay duda: la acuñación de esta moneda es una prueba de que la sábana ya existía a finales del siglo VII. En fin…

      R.R.C.

P.D. Evidentemente la segunda imagen no es la misma moneda que la primera. La he utilizado para comentar el reverso de estos sólidos dedicados a Cristo por el emperador bizantino.

NOTA: Imágenes bajadas de Internet.

domingo, 12 de febrero de 2023

TUMBA DE NEFERTARI

 



     Si traducimos de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo: Palabras dichas por Horus hijo de Isis. La gran esposa real, Señora de las Dos Tierras (Alto y Bajo Egipto), Nefertari (“La bella amada de Mut”), de voz verdadera *, qué ella viva ante el gran dios Osiris.



     Si traducimos de derecha a izquierda y de arriba hacia abajo: Palabras dichas por Isis. Gran esposa real, Señora de las Dos Tierras (Alto y Bajo Egipto), Nefertari  (“La bella amada de Mut”), de “voz verdadera”* ante el gran dios Osiris.

*También se puede traducir como “justificada”. Es una expresión que se le concede a la persona fallecida una vez que ha sido juzgada positivamente por el tribunal de Osiris y, en consecuencia, ha sido bendecida. Vendría a equivaler a nuestro R.I.P. (descanse en paz).

       R.R.C.

NOTA: Imágenes bajadas de Internet.                 

JEROGLÍFICO DE RAMSÉS VI (LA BELLEZA DE ESTA ESCRITURA)


      Nos puede servir de ejemplo esta bella tira de jeroglíficos policromados con una antigüedad superior a 3100 años. En el centro de la misma nos encontramos el cartucho con el Nombre de Trono del faraón de la XX dinastía egipcia Ramsés VI. Dentro del mismo observamos que el Sol (Ra) se encuentra en lo más alto, como el astro al que representa. Si dirigimos nuestra vista hacia abajo observamos dos divinidades sedentes: una a la izquierda con dos plumas altas portando un cetro llamado “uas”, que simboliza el dominio, el poder y la fuerza, y que es un ideograma del dios Amón; frente a él, otro ideograma de la diosa de la justicia Maat, con una pluma sobre su cabeza y un “anj” (cruz egipcia) sobre sus rodillas. Un canal lleno de agua que suena “mer” y podríamos traducir por amado. Por último, una cesta de color verde que significa Señor y pronunciamos “neb”. Luego, si traducimos todo lo dicho hasta ahora nos encontramos con lo siguiente: “El Señor de la justicia de Ra, amado de Amón”, o sea, más conocido como Ramsés VI.

      En la parte superior la típica abeja y junco (que recuerda una sombrilla) sobre dos pequeños panecillos (letra t), se leen Nesut-Bity, y se traduce como rey del Alto y Bajo Egipto. Nuevamente, la cesta verde significa Señor, y las dos líneas paralelas (que representan dos lenguas de tierra plana) con tres granos de arena debajo de las mismas, designan las dos tierras en las que se dividía el país del Nilo, es decir, Egipto.
     
     Para terminar, el ya mencionado el disco solar Ra, y el famoso pato de los jeroglíficos “sa”, que significa hijo y que precede al Nombre de Nacimiento de este faraón, que ya no vemos en la imagen. Lástima.
        R.R.C.
NOTA: Imagen bajada de Internet.  

Jeroglíficos del templo de la reina Hatshepsut

 

     Jeroglíficos* en bajo relieve y policromados que presentan una gran belleza del templo funerario de la reina Hatshepsut, en Deir el-Bahri  (Luxor):


¡Qué viva Horus, toro poderoso que aparece resplandeciente en la ciudad de Tebas; gobernador  con grandeza de corazón!


¡Qué viva el rey del Alto y Bajo Egipto “La estable manifestación de Ra” (Tutmosis III), amado de Amón!


¡Qué viva el hijo de Ra “Engendrado por Tot de bella manifestación”  (Tutmosis III), qué sea dotado de vida eternamente!

Traducción de R.R.C.

         R.R.C.

NOTA: Imagen bajada de Internet.  

sábado, 11 de febrero de 2023

MONEDA DE NECTÁNEBO II

 

     Estamos viendo el reverso de la moneda del que fue el último faraón egipcio Nectánebo II, que reinó hacia la mitad del siglo IV a. C. El Antiguo Egipto no parece haber sido un país en donde las monedas fueran de uso corriente; ni el Estado estuviera muy interesado en emitirlas. Fue el faraón mencionado el que mandó realizar una serie de piezas como la expuesta. Su peso es de unos 8.5 gramos y el metal empleado es el oro. En la parte que no vemos (el anverso) se limita, simplemente, a la imagen de un caballo en movimiento representado de una manera bastante realista.

     Pero lo más significativo de esta peculiar moneda es, que por primera vez se representa un jeroglífico típicamente egipcio y que, además, hace referencia al metal del que estás hecha la propia pieza. Se emplean dos signos entrelazados: uno con apariencia horizontal y otro con traza vertical. El primero de ellos representa un gran collar del que penden seis cuentas, que simboliza el oro en esta escritura y se transcribe nub. Mientras el segundo signo se compone de una tráquea con corazón, que es un ideograma de: bello, perfecto, bueno…, pero en este caso podríamos traducir ambos jeroglíficos unidos por “oro fino” o “buen oro”. Por último, son muy pocos los ejemplares que se han encontrado, lo cual hace que aumente su valor.

      R.R.C.

viernes, 10 de febrero de 2023

Joya de la princesa Khnumit

 

     Presenta una gran belleza y una antigüedad de 3900 años, pende de un sólido collar elaborado a base de pequeñas cuentas cilíndricas, y perteneció a la princesa Khnumit, hija de Amenemhat II, de la XII dinastía egipcia. En la actualidad se conserva en el Museo de El Cairo. Es un colgante compuesto por cuatro signos jeroglíficos diferentes, que dotaba a la persona que lo llevase de una gran protección, además de la lindeza que aportaba como complemento. Similar al amuleto anterior, en el lado izquierdo vemos un precioso ramo de papiros que es un ideograma del Alto Egipto.       

R.R.C.

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jueves, 9 de febrero de 2023

MONEDA VENI VIDI VICI


     Giovanni da Cavino nació en la ciudad italiana de Padua en el 1500 y falleció 70 años después en la misma localidad. Acuñó extraordinarias monedas y medallas que podríamos considerar como auténticas obras de arte. El propio Vasari, historiador del arte y contemporáneo de Giovanni, se refiere a él como una celebridad de Padua. Podríamos clasificar las piezas que elaboró en cuatro modelos:

1º Imitaciones de monedas antiguas con un nivel de perfección que costaría distinguirlas de las originales, especialmente sestercios romanos.

2º Imitaciones de monedas antiguas en las que se tomaba ciertas libertades en su realización.

3º Monedas totalmente inventadas, aunque teniendo en cuenta los gustos y características de las piezas antiguas.

4º Medallas de personajes de su época, es decir, del Renacimiento.

     Bien, la moneda que tenemos en la imagen se corresponde con el tercer modelo, luego no es romana y menos aún mandada a acuñar por Julio César, aunque de haberla conocido estoy seguro de que le encantaría, algo que también debió de tener presente su diseñador. En definitiva, nos encontramos con un sestercio renacentista de unos 25 g de peso y unos 30 mm de diámetro. En el anverso observamos la elegante y esbelta efigie de César de perfil, con corona de laurel, un lituus* tras él, y la leyenda: C.CAESAR DICTATOR (CAYO CÉSAR DICTADOR). En el reverso, en el centro del campo y rodeada de una corona de laurel, su famosa y concisa frase: VENI VIDI VICI (VINE, VI, VENCÍ) al dirigirse al Senado romano tras derrotar a Farnaces II, rey del Ponto. Dicho sea de paso, un rey polaco del siglo XVII envió una carta al papa después de una batalla que decía: “Veni, vidi, Deus vicit” (vine, vi y Dios venció), como no podía ser de otra manera.

*Es un instrumento ritual que los augures, sacerdotes de la antigua Roma, empleaban para la adivinación.

        R.R.C.

MONEDA JUDÍA DE PLATA

   


       Esta moneda judía de plata de poco más de 14 g presenta un estado de conservación magnífico. Fue acuñada en el 133-4 d. C. durante la segunda revuelta judía contra los romanos liderada por Simón Bar Kojba, "el hijo de una estrella", la cual comenzó en el año 132 hasta finales del 135 de nuestra era, en la que fueron masacrados por las tropas enviadas por el emperador Adriano. Hay que tener presente que el hecho de emitir moneda sin autorización estatal, en este caso de Roma, fue considerado un acto de la máxima hostilidad. Además, estas piezas presentan el valor añadido de ser las últimas elaboradas por los judíos en su tierra hasta el establecimiento del Estado de Israel en 1948.

     En el anverso apreciamos de manera esquemática el antiguo Templo de Jerusalén, cuya fachada presenta cuatro columnas con basa y capitel y una techumbre arquitrabada. Sobre él se observa la estrella de Bar Kojba. En su interior se exhibe “la mesa del pan para la proposición” descrita con todo tipo de detalles en el cap. 25 del Éxodo* (con patas cortas y curvada en la parte superior se muestra en la moneda). Sobre ella doce panes colocados en dos filas de seis que representaban a las doce tribus de Israel. Cada semana los sacerdotes comían este pan ante la presencia simbólica de Dios y eran reemplazados por otros recién hechos. También se ha propuesto que esta imagen encarna el Arca de la Alianza, en cuyo interior se encontraban las Tablas de la Ley que Moisés entregó a su pueblo. Además, en hebreo antiguo graban Jerusalén. Mientras que el reverso aparece marcado con símbolos agrícolas que hacen alusión a una tradición judía: “La Fiesta de la Cosecha” acompañados por el texto: “Año dos de la liberación de Israel”.

*Y que podemos complementar con el cap. 24, 5-9 del Levítico.

      R.R.C.

NOTA: Imagen bajada de Internet.

ÁUREO DEL EMPERADOR VESPASIANO

 

     En la imagen visualizamos un bonito áureo de Vespasiano, primer emperador de la dinastía Flavia, que alcanzó el poder en la segunda mitad del siglo I d.C. Acuñado probablemente en la actual localidad francesa de Lyon. La calidad de la pieza es muy buena y debe de pesar entre 7.5-8 g y medir unos 18 mm de diámetro.

     En el anverso vemos una efigie robusta del emperador que ocupa gran parte del campo de la moneda, la cual mira hacia la derecha con rostro duro, grueso cuello y cabeza laureada. Aparece rodeada por la leyenda: IMP CAESAR VESPASIANUS AUG TRP (IMPERATOR CAESAR VESPASIANUS AUGUSTUS TRIBUNICIA POTESTAS), que traducimos como “EMPERADOR CÉSAR VESPASIANO AUGUSTO CON POTESTAD TRIBUNICIA”. Una grafila perlada delimita la faz, al igual que la otra cara.

     En el reverso contemplamos una bella imagen femenina en el centro de la moneda, con una balanza y un cetro: Aequitas, que encarna el concepto de equidad entre los ciudadanos en la Antigua Roma. La podemos interpretar como un acto propagandístico de tipo religioso por parte del emperador. La inscripción: COS ITER TRPOT (CONSUL ITERUM TRIBUNICIA POTESTAS), que podríamos traducir al español: “CÓNSUL CONFIRMADO EN EL CARGO POR SEGUNDA VEZ CON POTESTAD TRIBUNICIA”.

       R.R.C.

ÁUREO DEL EMPERADOR AUGUSTO

 

     Preciosa moneda de Augusto acuñada en la ceca de Colonia Patricia (Córdoba), que durante un breve período de tiempo estuvo autorizada a imprimir monedas de oro, lo cual hace la pieza más exclusiva. Anepígrafa en el anverso, ya que en Numismática este término hace referencia a que una moneda no presenta inscripción alguna, o bien en una de sus caras. El joven rostro del emperador mira hacia la derecha. En su cabeza observamos destacados mechones de cabello engalanados y caen cintas de adorno en dirección a su espalda. Con un peso de 7.73 g fue acuñada hacia el 25- 22 a.C. con un diámetro próximo a los 2 cm. Todavía podemos ver rodeando la efigie del emperador parte de la grafila perlada, y del listel por ambas caras. En cuanto al reverso, observamos el nombre de CAESAR AUGUSTUS (César Augusto) de una manera destacada, mientras en el centro comprobamos la presencia de un escudo que no se usaba en combate con las siglas CL.V (Clypeus Votivus- Escudo Votivo) en su interior, que se solía ofrecer en los templos paganos para conmemorar una victoria militar. Las conocidas letras S.P.Q.R. (SENATUS POPULUSQUE ROMANUS-El Senado y el Pueblo Romano) aparecen rodeando el escudo. El resto del campo lo ocupan dos destacadas plantas que no me atrevo a precisar debido a mis carencias en botánica. Por último, indicar que se conserva en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid.

UN INFAME COLLAR EN LA ANTIGUA ROMA

 

     Cientos de años después todavía portaba en su cuello (ya que así apareció en su esqueleto), este horrible collar de plomo de una prostituta romana, la cual tuvo que soportar este tormento hasta su muerte. Cerrado a martillazos llevaba escrito, una vez traducido del latín, lo siguiente: ‘Soy adúltera, una prostituta. Atrápame porque he huido de Bulla Regia’, un yacimiento arqueológico ubicado en Túnez, y que Julio César le otorgó en su día el estatuto de ciudad libre. Podemos observar algunas letras grabadas en la parte derecha, por lo que el texto en español me lo ha pasado un conocido mío, pues me ha sido imposible verlo en su idioma original. El  cierre en la parte izquierda convierte el collar en un objeto más ignominioso si cabe. Es posible que utilizaran este instrumento de tortura, creo que así lo podríamos denominar, en aquellos esclavos o esclavas que tuvieran tendencia a escaparse de sus dueños. Este collar recuerda bastante a los colgantes que se veían obligados a llevar algunos esclavos con intenciones de librarse de sus amos. No debieron ser algo habitual, ya que objetos de esta clase solo han aparecido poco más de una treintena.

        R.R.C.

NOTA: Imagen bajada de Internet.

EL ANILLO DE CALÍGULA

 

     Este impresionante anillo de oro y zafiro hecho en una sola pieza se le atribuye tradicionalmente al emperador Calígula, aunque según entendidos en la materia no concuerda mucho con los típicos de su época. Por lo tanto, tiene una antigüedad de casi 2000 años si aceptamos que perteneció a este emperador. Por otra parte, el rostro femenino que aparece tallado en el zafiro del anillo parece que se trata de su cuarta esposa Cesonia, al menos hay bastante consenso al respecto. Según los historiadores clásicos ambos tenían una extravagancia y desenfreno sexual similar, llegando a ser presentada desnuda por el propio emperador a sus amistades más próximas. Ambos disfrutaban de la exhibición.

     El maestro artesano que elaboró esta joya demostró una habilidad y paciencia enorme, máxime, si tenemos en cuenta la dureza del material que empleó para realizar el anillo, nada menos que zafiro que tiene dureza 9 en la escala de Mohs, tan solo por debajo del diamante que es el mineral natural más duro que se conoce. No hay que confundir dureza (resistencia de un cuerpo a ser rallado por otro) con fragilidad, es decir, facilidad para romperse. Sobre un peinado alto muy elaborado del personaje, coloca una lujosa corona redonda. Su rostro de perfil  claramente definido con ojo, nariz, boca entreabierta y mentón prominentes. Con rotundos pliegues en su vestimenta finaliza la efigie de la representada.

     Para poder trabajar así el zafiro debió de utilizar alguna herramienta con diamante, ya que es el único elemento que podía rayarlo y ya se conocía en aquella época. No obstante, no lo podían tallar por su extremada dureza. En fin, una de esas obras que nos ha legado el mundo antiguo y que todavía hoy nos siguen maravillando por la dificultad que entraña su ejecución. Impresionante.

    R.R.C.

NotaImagen descargada de Internet

SORTIJA DE LEONCIO


 La primera vez que la vi me recordó la chapa de un botellín de cerveza o de un refresco, por esa forma redondeada y polilobulada que presenta. Es un anillo sello bizantino de un tal Leoncio, como podemos leer en la segunda línea de la inscripción griega que muestra su bisel. La traducción que nos ofrece el Museo Metropolitano de Nueva York, propietario y exhibidor  de la pieza, dice como sigue: "Señor ayuda a Leoncio, Patricio y Conde de Obsikion imperial custodiado por Dios". El oro fue el material que se utilizó para realizarla alrededor del año 1000, la cual presenta una circunferencia interior de 5,3 cm de diámetro.

     La técnica empleada para su ejecución es el nielado, que normalmente consiste en una mezcla negra de azufre, cobre, plata y plomo, que una vez fundida se deja fluir por el huecorrelieve efectuado previamente. Al enfriarse se endurece y se pule la superficie para que luzcan los trazos rellenos de negro. El esmalte que ofrece más opciones de color fue imponiéndose a esta técnica a la hora de elaborar objetos de orfebrería. También observamos motivos florales y volutas con pasta de niel en su amplio aro.
     Por último, indicar que Opsikion era una antigua provincia situada en el noroeste de la actual Turquía, en la que, probablemente, el propietario del anillo fue su gobernador o un alto cargo, que para realizar su labor solicitó la ayuda del Señor.

        R.R.C.

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ÁUREO DE NERÓN


“De la unión de Agripina y yo solo puede salir un monstruo”. La frase con la que se inicia este post es del primer marido de Agripina la Menor, Cneo Domicio, padre ¿biológico? del emperador Nerón, que llegó al cargo con tan solo 16 años en el 54 d. de C., fecha de acuñación de la moneda de oro que vemos en la imagen: un áureo de casi 20 mm de diámetro y cerca de 8 g de peso, conservado en el Museo Británico de Londres.

     En el anverso constatamos las efigies de perfil frente a frente y al mismo nivel, como si fueran cogobernantes, al joven emperador y a su madre Agripina en alto relieve. La leyenda que rodea completamente la faz nos indica: AGRIPP AVG DIVI CLAVD NERONIS CAES MATER (Agripina Augusta, (esposa) del divino Claudio, madre de Nerón César). Agripina se casó con su tío el emperador Claudio (era su tercer matrimonio) y consiguió que este adoptase como hijo y sucesor a Nerón, en lugar de Británico que en teoría era su hijo biológico que había tenido con Mesalina. En Roma, lo importante era la adopción legal y no quién había puesto el espermatozoide. De hecho, una expresión latina decía: Mater semper certa est (la madre es siempre conocida), que podríamos complementar: Pater semper incertus est (el padre es siempre desconocido). En fin… una grafila limita el campo de la moneda por ambas caras.

     En el reverso nos encontramos una corona vegetal, en cuyo interior leemos: EX SC que podríamos traducir: con la autorización del Senado. La inscripción abreviada que circunda esta cara manifiesta: NERONI CLAVD DIVI F CAES AVG GERM IMP TR P (Nerón, hijo del divino Claudio, César Augusto Germánico, emperador con potestad tribunicia).

       R.R.C.

ÁUREO DE TRAJANO


     Adoptado por Nerva el emperador Trajano procedente de Hispania (Itálica) gobernó desde el año 98 hasta su muerte en el 117 d. C. La moneda de oro que vemos se refiere a su VI consulado, lo que equivaldría al año 112 de nuestra era. El áureo se conserva en el Museo Arqueológico Nacional en Madrid, en un buen estado de conservación que nos permite ver con claridad tanto las efigies como la leyenda de ambas caras.

     En el anverso aparece el busto del emperador de perfil y mirando hacia la derecha, con corona de laurel y cintas decorativas en la parte posterior, coraza y manto. La leyenda abreviada rodea casi toda la faz: IMP CAES NER TRAIAN OPTIM AVG GERM DAC. Una vez desarrollada quedaría como sigue: IMPERATOR CAESAR NERVA TRAIANUS OPTIMO AUGUSTUS GERMANICUS DACICUS (EMPERADOR CÉSAR NERVA TRAJANO ÓPTIMO AUGUSTO GERMÁNICO DÁCICO -Conquistador de la Dacia-). Comprobamos por ambas caras la presencia de unos puntos (grafila) y un reborde rodeando la moneda llamado listel, para proteger el grabado de ralladuras o de un desgaste precoz.

     En el reverso vemos un busto del dios Sol con corona de rayos y manto; y en la parte externa del campo de esta cara la leyenda abreviada: PARTHICO P M TR P COS VI P P S P Q R. Que completamos: PARTHICUS PONTIFEX MAXIMO TRIBUNICIA  POTESTATE CONSUL VI PATER PATRIAE SENATUS POPULUSQUE ROMANUS (CONQUISTADOR DE PARTIA- MÁXIMO PONTÍFICE- POTESTAD TRIBUNICIA- VI AÑO DE CONSULADO- PADRE DE LA PATRIA- EL SENADO Y EL PUEBLO ROMANO.)

     Las monedas de Trajano nos informan de sus éxitos militares, trofeos, construcciones… Las utilizaba para engrandecer aún más sus actuaciones como emperador. En fin, nada nuevo bajo el sol (de Roma).

        R.R.C. 

ÁUREO DE VESPASIANO


       Este áureo fue adquirido en el 2020 por el Ministerio de Cultura español junto con otro del emperador Augusto (ya comentado más arriba), para formar parte de la colección numismática del Museo Arqueológico Nacional. Presenta un estado de conservación excelente y fue acuñado en la ceca de Tarragona entre el 69 y 70 d. C. La cantidad de ejemplares de monedas de oro romanas producidas fuera de la capital del Imperio era muy escasa, lo cual hace que aumente su valor.

     En el anverso de la moneda vemos la efigie del primer emperador de la dinastía Flavia mirando hacia la derecha, con una corona de laurel de la que penden dos cintas sobre la parte posterior del cuello. Observamos un rostro con frente amplia; mirada incisiva; y nariz, labios y mentón prominentes. La leyenda que circunda la imagen: VESPASIANUS-IMP-CAESAR-AUG (VESPASIANO EMPERADOR CÉSAR AUGUSTO) puede leerse con toda claridad. Rodeando la pieza una grafila (los puntitos que rodean la moneda y que forman parte de su diseño). Por último, el listel, el reborde que podemos percibir por ambas caras y que sirve para proteger el áureo, ya que si lo situamos sobre una superficie plana, lo impreso no hará contacto, por ejemplo…

     El reverso nos muestra una mujer guerrera armada y vestida con atuendo militar, a modo de representación de HISPANIA, tal y como nos indica la leyenda que encontramos sobre ella. Quiero recordar que en estos momentos se mantenía la división de Hispania de Octavio Augusto en tres provincias: Baetica, Lusitania y Tarraconensis. Sin embargo, la moneda solo menciona a Hispania en su conjunto.

         R.R.C. 

ÁUREO DE AUGUSTO


     Fue acuñado en la ceca de Córdoba en el año 19 a. C. en oro puro y con un peso de 7.85 g. No se conocen más de una decena de este áureo del primer emperador Octavio Augusto, y esta es, posiblemente, la mejor conservada de todas. Fue adquirida por el Ministerio de Cultura por unos 50 000 euros a un particular, y será expuesta en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid una vez superada la pandemia.

     En el anverso, contemplamos la efigie de perfil y mirando a la derecha de este emperador, un tanto idealizado como era habitual, con cabeza laureada, abundante cabellera y cintas decorativas que caen por la parte trasera. Su nombre latino CAESAR AUGUSTO aparece  grabado en esta faz, delimitada por una grafila perlada que integra el campo de la moneda.

     En el reverso, contemplamos un pequeño templo circular con cúpula elevado sobre un pequeño pódium de tres escalones, rodeado de columnas (períptero) y que deja ver entre ellas: insignias y estandartes militares de las legiones, e incluso la típica águila romana. Según vemos en la leyenda “MAR – VLT” (desarrollada: Mars Ultor), hace referencia al templo de Marte Vengador. Un listel (el reborde circular) delimita el campo de esta cara.

     Por último, hacer hincapié de que nos encontramos con una moneda escasa, en muy buen estado y con una antigüedad de más de 2000 años, y al igual que otras similares, se acuñaban para conseguir un  evidente efecto propagandístico del representado.

NOTA: El templo de Marte Vengador es completamente diferente al que observamos en la moneda. Fue inaugurado en el año 2 a. C. por el propio Augusto. Para hacernos una idea de cuando estaba nuevo se podría comparar con la Maison Carrée de Nimes. Era un templo ubicado en el foro de Augusto, de orden corintio, octástilo y se empleó mármol de Carrara en su construcción.

     R.R.C.

ÁUREO DE ALEJANDRO SEVERO


      Hace más de 10 años se pagó casi 1 millón de dólares por esta preciosa moneda de oro, un áureo del emperador Alejandro Severo (último de su dinastía), lo que la convirtió en la pieza romana más cara de todas hasta ese momento. Son varios los motivos que explicarían esta desorbitada cantidad, pero por referirme singularmente a tres de ellos: en primer lugar, habría que tener en cuenta que es una moneda muy rara (creo que solo hay dos); se encuentra en un estado excepcional (salta a la vista); y en tercer lugar, las subastas se sabe cómo empiezan pero nunca cómo acaban.

     Para situar la moneda en cuestión y aclarar la aparición en la misma del famoso Anfiteatro Flavio, no es la primera vez que aparece en la numismática romana, pues lo muestra, por ejemplo, un sextercio de la época del emperador Tito para celebrar su estreno. Por otra parte, el historiador romano Dión Casio nos reporta que este edificio sufrió un gran incendio en el año 217 que lo dejó bastante deteriorado. No obstante, pese a que no estaba reparado del todo, en tiempos de Alejandro Severo (cuando se emitió esta moneda en el año 223) ya se consiguió darle uso, lo que podríamos considerar una nueva inauguración, de lo cual hace alarde la pieza.    

     En el anverso, vemos contundentemente acuñada la efigie de perfil del emperador con su habitual corona de laurel, rodeado por una inscripción imprimida en abreviatura, que completada nos dice: IMPERATOR CAESAR MARCUS AURELIS SEVERUS ALEXANDER AUGUSTUS. (No necesita aclaración, se entiende perfectamente el latín).

     En el reverso, comprobamos la parte más atractiva de la pieza (en mi opinión). Una representación del Coliseo bastante precisa desde la base hasta la parte superior, cubierta con toldos desplegables sobre la cávea, con el fin aminorar las calurosas tardes de sol en Roma durante el período estival. Los tres pisos de arcadas con estatuas entre ellas incluidas son perfectamente visibles. Una señal vertical colocada a la derecha parece indicar la altura de una planta. Mientras que un altar aparece a la izquierda. La leyenda del reverso, también en abreviaturas, nos informa que acumulaba los cargos habituales de otros emperadores: Pontífice Máximo, potestad tribunicia* (2º año) que le permitía vetar las decisiones del Senado, Cónsul y Padre de la Patria. En fin, una monada de moneda, capaz de representar de una manera tan majestuosa y en un espacio tan reducido, la construcción más imponente de toda la historia de Roma.

*Locución latina que hace referencia a la autoridad y prerrogativas que tenían los tribunos de la plebe en la época republicana, pero como los emperadores no podían ocupar este cargo eran investidos con esta facultad, que tenían que renovar todos los años. Por lo tanto, nos es bastante útil como marcador cronológico fiable.

        R.R.C.

COLLAR DE TUTANKAMÓN

 

     Desde las montañas del lejano Afganistán llegaban al antiguo Egipto importantes cantidades de lapislázuli de una gran calidad, con el que pudieron realizar infinidad de obras de un valor artístico considerable. De un azul intenso con incrustaciones de pirita dorada, que nos recuerda el cielo estrellado al anochecer, esta hermosa piedra era su preferida, como demuestra el hecho de que las piezas más importantes de orfebrería se realizaban con este material. Tanto los faraones como otras personas poderosas nuca prescindían de esta formidable roca. Un ejemplo de lo afirmado, lo podemos ver en este espléndido collar de Tutankamón del siglo XIV a. de C. conservado en el Museo de El Cairo. Apareció en su tumba junto con gran multitud de objetos, en donde el lapislázuli estaba presente de manera significativa en muchos de ellos.

     Sobre la conocida barca solar de la mitología egipcia asociada al ciclo del Sol, y en consecuencia al dios Ra, se sitúa un imponente escarabajo de lapislázuli representante del Sol naciente y símbolo de la resurrección, su portador, después de la muerte podría disfrutar de la vida eterna. De hecho, la famosa cruz ansada que alude a la vida aparece a ambos lados del coleóptero, junto a otros jeroglíficos egipcios relacionados con la perfección y la estabilidad. Dos uraeus o cobras protectoras del faraón, que lucen dos grandes discos solares de cornalina sobre sus cabezas cierran esta magnífica obra de la orfebrería egipcia. El cuerpo de ambas también presenta piedras de adorno incrustadas de distintos colores. Mientras tanto, el famoso escarabajo sujeta con sus patas delanteras un enorme disco solar de oro y cornalina entre dos montículos: imagen que representa el horizonte. Apuntando de esta manera al amanecer y al anochecer (un ciclo que no termina nunca). Dos pequeñas cobras de las que penden dos cruces egipcias completan esta sección. En fin, además del valor artístico de estas “pequeñas” obras de arte, todas tienen una trascendencia mágico-religiosa fundamental. Como casi todo en el antiguo Egipto.

     R.R.C.

Nota: Imagen obtenida en Internet.

El sello del gobernador de Jerusalén


     Un equipo arqueológico israelí ha descubierto en Jerusalén un sello elíptico de cerámica de pequeño tamaño, pues presenta unas medidas de 15X13 mm y un grosor variable entre 2 y 3 mm Tiene una antigüedad de 2700 años, cuando todavía existía el Primer Templo de Jerusalén. En la parte superior del objeto podemos observar dos personajes que se miran de frente con sus manos extendidas. En la parte inferior encontramos lo más relevante, ya que aparece una inscripción en hebreo antiguo que dice: “Perteneciente al gobernador de la ciudad”. Hasta ahora, la única fuente que teníamos que recogiera la existencia de este cargo era la Biblia, cuando menciona que la ciudad de Jerusalén tuvo dos gobernadores en estos lejanos tiempos. Por lo tanto, nos encontramos con la primera constatación arqueológica de un cargo cuya existencia solo conocíamos por el texto sagrado. Así que, la importancia del descubrimiento es evidente, ya que viene a corroborar algo que solo sabíamos de su existencia por una sola fuente escrita.

     R.R.C. 

MONEDA DEL EMPERADOR CLAUDIO


     Realizada en bronce este sestercio de Claudio circa año 48 d. C. podría sobrepasar los 30 mm de diámetro y los 30 g de peso. En un estado excelente nos revela una esfinge de perfil de este gobernante, bastante realista en su faz y rodeado de la habitual leyenda que solían llevar estas piezas en época del Imperio romano. En la otra cara aparece la diosa Esperanza (Spes) personificada con su imagen habitual, es decir, con una flor en su mano y recogiéndose su vestimenta. En latín se ha especificado con la frase: Spes Ultima Dea (la esperanza es lo último que muere) o como decimos actualmente: “La esperanza es lo último que se pierde”.

     En la leyenda del anverso, una vez desarrollada y traducida al español leemos: TIBERIO CLAUDIO CÉSAR AUGUSTO PONTÍFICE MÁXIMO TRIBUNICIA POTESTAD EMPERADOR. Aunque la parte final de la inscripción no es visible por el exceso de luz, me he visto obligado a visualizar otras monedas semejantes para poder conjeturar con el máximo rigor. Igualmente, en la parte izquierda del reverso he supuesto la palabra esperanza (SPES, en latín); mientras en la parte derecha vemos claramente AUGUSTA; y bajo la imagen las iniciales S C (SENATUS CONSULTUM). Todo lo cual lo podemos interpretar como esperanza augusta o imperial, para celebrar el nacimiento de    Británico, hijo de Claudio. Y, por último, que la moneda se acuñó con la autorización del Senado romano.

       R.R.C.

NOTA: Imagen bajada de Internet