La respuesta es no. No podían verlos porque el descubrimiento de lo que podríamos considerar un microscopio rudimentario no fue hasta 1595. Hubo que esperar hasta 1667 para que el científico Anton van Leeuwenhoek examinando su propio semen con un microscopio más preciso que el del siglo anterior describiese un espermatozoide.
Situado en el corazón de la antigua Tebas,
la actual Luxor, se alza glorioso frente al Nilo, desde las dinastías XVIII y
XIX en la segunda mitad del segundo milenio antes de nuestra era un magnífico
templo. Los grandes faraones Amenhotep III y Ramsés II fueron sus constructores,
dedicado al dios Amón bajo sus dos aspectos de Amon-Ra. Además de estos dos
iniciadores, otros muchos faraones
agrandaron el recito con construcciones suplementarias, añadieron
motivos de decoración y otros cambios. Hasta los tiempos de Alejandro Magno en
el siglo IV antes de J.C. se estuvo interviniendo en esta monumental obra.
La escena en cuestión que ha dado lugar a
controversias y todavía hoy muchos aficionados a la egiptología, la encontramos
en la capilla de Alejandro Magno, en la que vemos representado en bajo relieve
a Min, dios de la fertilidad, de la vegetación, de la lluvia… entre otras
atribuciones. En definitiva, de la fuerza generadora de la naturaleza y siempre
aparece con el pene en plena erección (así lleva miles de años, es una pequeña
broma). Frente a él nos encontramos con Alejandro Magno como faraón haciendo
una libación, o un acto de purificación. Por cierto, los dos representados al
mismo tamaño, lo cual indica el rango divino otorgado al célebre conquistador.
Ahora viene lo sorprendente y que tanto gusta a los guías mostrar a los
turistas, aunque yo tuve la mala suerte que el guía que me dirigió por el
templo no consideró necesario enseñarnos esta escena: una eyaculación parece
salir del pene del dios, en la que aparentemente se cruza un espermatozoide. No
es más que un trampantojo (entendido como una ilusión óptica del observador, no
como un engaño). Veamos:
Lo que parece una eyaculación solo es un
cuerno de toro que encontramos como F16 en la lista de jeroglíficos de
Gardiner. Lo que parece la cabeza del espermatozoide es una jarrita redondeada
la W24 de la misma lista. La onda de agua que sale de ella que se ve como línea
quebrada es la N35. Todo en su conjunto, la jarra vertiendo agua sobre un cuerno
es el jeroglífico F17de Gardiner que se pronuncia bu y hace alusión a la
limpieza.
Por último, la columna jeroglífica que
observamos a la derecha de la pierna de Alejandro se puede traducir: Yo hago una purificación con cinco granos
de incienso al sur. No hay más que decir.
R.R.C.