jueves, 9 de febrero de 2023

SESTERCIO DE AGRIPINA

 

     Cayo Julio César Augusto Germánico, más conocido por Calígula (apodo que significa sandalia, llamado así por los legionarios de forma afable) tuvo un corto reinado (menos mal) en el siglo I de nuestra era. Desde el punto de vista numismático se acuñaron hermosas monedas, entre las que yo destacaría la que dedicó a su madre Agripina la mayor: un sestercio, lógicamente de bronce, de más de 3.5 cm de diámetro imprimido en los años 37-38 d. C. Es una auténtica obra de arte además de un pedacito de historia, como ahora veremos.

     En el anverso observamos la efigie de Agripina grabada con meticulosidad y elegancia, con un bello rostro que mira hacia la derecha, un cuidado peinado, así como los ricos pliegues de su vestimenta. Al dejar libre gran parte del campo de esta faz, salvo la parte más externa que se reserva para la leyenda, hace que destaque aún más la imagen de perfil de la representada. En la leyenda limitada por una fina grafila de puntitos leemos: AGRIPPINA M(arco) F(ilia) MAT(ter) C(aius) CAESARIS AVGVSTI, la cual puedo traducir: “Agripina hija de Marco (Agripa); madre de Cayo César Augusto”. Como se ve, la inscripción hace hincapié en que la protagonista de la pieza es la madre del emperador reinante.

     En el reverso comprobamos la presencia de un carpentum, o sea, un carro cubierto tirado por dos mulas, muy utilizado por mujeres de la alta sociedad en la antigua Roma, aunque en este caso adornado por estatuas y un pequeño altar. El carro trasladaba a la capital del Imperio los restos de Agripina, que había muerto unos años antes de inanición en la isla de Pandateria, desterrada por su tío el emperador Tiberio por la sospecha, no demostrada, de querer deponerlo. En la parte superior vemos la famosa inscripción romana: S.P.Q.R. (SENATUS POPULUSQUE ROMANUS) con la leyenda: MEMORIAE AGRIPPINAE, que traduzco: “El Senado y el Pueblo Romano / en memoria de Agripina”. Al igual que en la otra cara, una fina grafila cierra el campo de la moneda dejando libre el exergo (la parte inferior). En fin, una excelente pieza con un marcado carácter funerario.

          R.R.C.

NOTA: Imagen bajada de Internet