jueves, 9 de febrero de 2023

LA CAJETILLA DE TABACO


     El diseño de las cajetillas de cigarrillos merecería un comentario, si no tan extenso como los naipes de la baraja española, puede haber en ellas tanto arte como en esas cartas que los jugadores empedernidos manejan con tanta destreza, si no fuera por el horrible texto que cada vez ha ido ocupando más espacio, hasta dejar casi irreconocible la imagen original, recordándonos los peligros del tabaco que las autoridades le obligan a llevar y en el que yo, no voy a entrar. ¿A quién no le atrae el bonito dibujo de un dromedario situado en el desierto, con pirámides y palmeras de fondo, dibujados en colores cálidos, en un lugar exótico y que muchos quisieran visitar de una conocida marca de tabaco, si no fuese por la advertencia sanitaria? Hay que recordar que, a pesar del nombre que aparece en el paquete no es un camello, ya que estos presentan dos jorobas. Además, el juego de las cartas y la actividad de fumar frecuentemente van de la mano, no digo que sea deseable, me limito a poner sobre el tapete, y nunca mejor dicho, una constatación.


     Si centramos nuestra atención en el tamaño de los paquetes de tabaco, advertimos de que son muy similares a los naipes, en ambos casos rectangulares, y no un rectángulo cualquiera, sino uno muy concreto, el que se considera en arte el “rectángulo prefecto”, aquel que se obtiene con el número Fi: 1,618, es decir, un rectángulo que cumpla la siguiente proporción: 1,618 de largo por 1 de ancho. En el caso de la cajetilla de tabaco es así, cuyo objetivo, qué duda cabe, es hacerla más atractiva a la vista del consumidor. En el caso de las cartas, se aproximan mucho a esta proporción: 1.583 de largo por 1 de ancho. Para concluir, recuerdo una anécdota de un amigo de juventud que afirmaba, que las pirámides que más le gustaban no eran las de Egipto, sino las que veía en la cajetilla de tabaco que llevaba en el bolsillo. Sobre gustos…

NOTA: La marca de tabaco norteamericana CAMEL tiene ya más de un siglo. Se empleó una mezcla de tabaco nacional de Virginia con tabaco turco, y de ahí esa portada tan exótica del famoso dromedario convertido en camello, al que le añadieron un fondo con pirámides egipcias, que nada tenían que ver con Turquía. Un error clamoroso que se mantuvo en el tiempo por un estudio de márquetin, al relacionar la cajetilla de tabaco con interesantes y misteriosos lugares lejanos.          
           R.R.C.
NOTA II: Imagen descargada de Internet.