lunes, 18 de marzo de 2013

Arquitectura gótica: arcos, bóvedas, pilares y arbotantes

     El germen de la evolución del gótico se encuentra en la cubierta. Las innovaciones son consecuencia de las novedades introducidas en la bóveda.
     *El arco apuntado es, gracias a su mayor verticalidad, de presiones laterales menores que el semicircular. Se le dan diversos nombres, según la proporción entre su altura y su luz. Así se llaman:
             *De todo punto cuando sus centros están en los arranques
             *De tercio punto cuando, dividida su anchura en cinco  partes, los centros se encuentran en los extremos de los tres quintos centrales.
             *De cuarto punto si, dividida esa anchura en cuatro, se hace centro en los extremos de los dos cuartos interiores.
              *El arco conopial se generaliza en el siglo XV.
            También se utiliza el arco carpanel y el  escarzano. Propio de los últimos tiempos del gótico es el arco mixtilíneo, producido por la introducción de pequeños trozos rectilíneos dentro del arco.
            *La bóveda de crucería o de ojivas góticas deriva de la bóveda de aristas románica, pero se diferencia esencialmente de ella. El arquitecto gótico descompone la bóveda en dos elementos: los arcos que cruzan diagonalmente como antes las aristas, que son los arcos cruceros, ojivos u ojivas; los formeros y los fajones o perpiaños, todos los cuales constituyen el esqueleto de la bóveda, y los plementos, paños, o témpanos, que, apoyándose en ese esqueleto, cierran la bóveda.
            Cuando a esta bóveda de crucería o cuatripartita se le agrega un nervio que una las claves de dos arcos laterales con la de la bóveda, se crea la bóveda sexpartita, con seis plementos.
            Cuando, para subrayar la continuidad de la nave, se dispone un nervio en el sentido del eje de ésta, uniendo las claves de todas sus bóvedas, ese nervio se denomina combado.
            De más importancia es la novedad de trazar por las bisectrices de los ángulos inferiores de cada témpano una pareja de nervios, que en su punto de convergencia se unen con otro nervio secundario o ligadura, que desciende de la clave. Este tipo de bóveda, llamada de terceletes, es de gran valor decorativo y representa un paso capital en el proceso de enriquecimiento de la bóveda, e incluso en la transformación misma de su estructura.
            La transformación de terceletes y nervios intermedios termina dando lugar a las bóvedas estrelladas, cuya traza semeja, efectivamente, una estrella. Su uso se generaliza en el siglo XV. Papel también decisivo en el enriquecimiento de la bóveda de crucería desempeñan los múltiples nervios curvos que ligan las naves secundarias. En Inglaterra, evolucionándose en ese sentido, se crea la bóveda de abanico, y en Alemania la reticulada, en la que se prescinde de los nervios cruceros e incluso perpiaños.
            A medida que avanza el tiempo, el número de columnas adosadas al pilar se multiplica para recibir los nervios de las bóvedas, por lo que se van haciendo más finas y transforman su sección circular en apuntada. Todo ello conlleva la desaparición del capitel individual y su fusión en una estrecha faja, que es ya el capitel corrido del pilar. En las basas no se llega a esta fusión, pero, en cambio, se labran alternativamente a diversa altura.
            Muy importante es la innovación que introduce el gótico en el sistema de  contrarresto de los empujes laterales de la bóveda. Ello se lleva a cabo mediante:
           *El arbotante o botarel, arco que, apoyado en su parte superior en el arranque de la bóveda de ojiva, conduce su empuje lateral a un estribo situado en el muro de la nave inmediata, sin restar luminosidad al ventanal abierto en el muro de la nave cuya bóveda contrarresta. El arbotante, además de esta función mecánica, sirve para conducir al exterior, a través de los pináculos, el agua de lluvia de las bóvedas. Cuando por la gran altura de la nave se emplean dos arbotantes superpuestos, el más alto desempeña aquella función. Las bocas o cañones de desagüe, por lo general decorados con figuras animadas, son las gárgolas.
          *El pináculo, o pilar terminado en forma apiramidada en su parte superior, que surge para evitar el desplazamiento del estribo por el empuje del arbotante, sin elevarlo excesivamente en su totalidad, y contribuir al mismo tiempo a ese efecto ascendente, inspirador de la arquitectura gótica.
     MANUAL DE HISTORIA DEL ARTE
Nota: imágenes obtenidas de Internet