domingo, 22 de octubre de 2017

EL NACIONALISMO



     Por desgracia, España es uno, sino el único país del mundo, en donde el nacionalismo se presenta como un movimiento progresista y democrático, hasta el punto que, muchos ciudadanos y partidos de izquierda han comprado ese producto. Sin embargo, la realidad es bien distinta: no hay nada más reaccionario y antiguo que el nacionalismo excluyente, una prueba de ello lo tenemos en la antigua Yugoeslavia y en otros lugares. En los países que hay partidos nacionalistas como en Italia, Austria, Hungría, Alemania, Holanda y un largo etc. Son los más de derechas de todos. Que sirvan estos ejemplos: "El nacionalismo es una enfermedad infantil. Es el sarampión de la humanidad." Albert Einstein. "El nacionalismo es un invento de la burguesía para dividir al proletariado." Karl Marx. "No pintéis el nacionalismo de rojo." Lenin. "Amo demasiado a mi país para ser nacionalista." Albert Camus“El nacionalismo de los de arriba sirve a los de arriba. El nacionalismo de los de abajo sirve también a los de arriba. El nacionalismo cuando los pobres lo llevan dentro, no mejora, es un absurdo total”. Bertold Brecht. "Patriotismo es cuando el amor por tu propio pueblo es lo primero; nacionalismo, cuando el odio por los demás pueblos es lo primero." Charles de Gaulle. “El nacionalismo es la chifladura de exaltados echados a perder por indigestiones de mala historia”. Miguel de Unamuno. "El nacionalismo es el hambre de poder templada por el autoengaño." José Ortega y Gasset. "El nacionalismo no es el despertar de las naciones hacia su conciencia propia: inventa naciones donde no las hay." Ernest Gellner (filósofo británico). "Los nacionalismos surgen del resentimiento." Gustavo Bueno (filósofo español) “El nacionalismo de izquierdas nunca es auténtico; se trata de una contradicción en los términos: los de antes y los de ahora” Antonio Gala. “El nacionalismo es la guerra” François Mitterrand. En fin…
     Ya que el nacionalismo cuenta con hombres poderosos y es capaz de movilizar grandes multitudes en las calles, tampoco vendría mal recordar lo que el Presidente Kennedy dijo en su día, cuando se vio en la necesidad de enviar la Guardia Nacional para hacer cumplir las leyes que querían acabar con la segregación racial en los Estados sureños: “Que ningún hombre, por poderoso que sea, ni ninguna multitud, por mucho que grite”, está por encima de la ley. Lógicamente, los estadounidenses son libres de estar en desacuerdo con su ley, como democracia que es su país de residencia, pero no de desobedecerla. Si eso ocurriera, nadie estaría a salvo ni de sus propios vecinos.
     R.R.C.