domingo, 25 de octubre de 2015

LOS VASOS CANOPOS

     Elaborados para conservar las vísceras lavadas y momificadas del fallecido en el Antiguo Egipto, estaban colocados en una caja que se transportaba junto con el sarcófago para ser depositados en su tumba el día del entierro. Los primeros de estos recipientes se encuentran ya en el Imperio Antiguo hacia la mitad del tercer milenio antes de J. C. Eran muy sencillos y sin inscripciones; hechos en piedra caliza. Más adelante, ya empiezan a emplearse otros materiales para su fabricación como cerámica o madera, por ejemplo. Además, sus tapas empezaron a relacionarse con los hijos del dios Horus, y tuvieron un gran desarrollo a partir del Imperio Nuevo. Posteriormente cayeron en desuso, para volver a resurgir con fuerza durante la Época Baja a partir del siglo VII antes de J.C.
     Eran cuatro los recipientes en donde se depositaban las vísceras del difunto momificado:
     1º.- El hígado quedaba depositado en una vasija llamada Amset, y la tapa tenía forma de cabeza humana. La diosa Isis se encargaba de su protección y se debía de orientar al sur.
     2º.- Los pulmones quedaban depositados en una vasija denominada Hapy, y la tapa tenía forma de cabeza de simio. La diosa Neftis se encargaba de su seguridad y se tenía que orientar al norte.
     3º.- Los intestinos se guardaban en una vasija designada Kebeshenuef, y su tapa consistía en una cabeza de halcón. La diosa Selkis se encargaba de protegerla y tenía que estar orientada al oeste.
     4º.- El estómago estaba contenido en una vasija cuya tapa representaba la cabeza de un chacal, y se nombra Duamutef. La diosa Neit se encargaba de ampararla y debía estar orientada al punto cardinal que nos falta, o sea, hacia el este.
     No siempre las tapas de los vasos canopos adoptaban estas formas descritas. Sirva de ejemplo, los recipientes que contenían las vísceras de Tutankamón, que representan repetidamente el rostro del famoso faraón. Estaban en el interior de una caja de alabastro de casi 90 cm. de altura, colocada sobre un trineo chapado en oro y decorada con escritura jeroglífica negra. Los cuatro vasos y sus tapas en la que aparece con la cara pintada también de negro, son de un exquisito alabastro que contribuye a aumentar la calidad artística de todo el conjunto.
     En un arcón de madera lujosamente decorado con planchas de oro, fue guardada la caja que contenía los vasos. En los lados de esta especie de templete cuadrado aparecen las cuatro diosas ya mencionadas, con el objeto de reforzar la protección de las vísceras del joven faraón. Un trineo de madera dorado sirve de base a este vistoso templete.
Nota: Imágenes obtenidas de Internet.
    R.R.C.