martes, 7 de enero de 2025

Una historia particular en la batalla de Filipos


      Hace varios años leí una historia de dos hermanos que me impresionó mucho y que tuvo lugar en la doble batalla de Filipos, en la antigua de Macedonia, allá por el año 42 a. C. y más concretamente los días 3 y 23 de octubre. En ella se enfrentaban los partidarios de Julio César: Octavio y Marco Antonio por un lado; contra sus asesinos  Casio y Bruto, que al final acabaron suicidándose: uno tras el primer ataque y el otro después del segundo. Así, quedaron como dueños de la nueva situación de la República romana los dos triunviros, sin olvidar que el verdadero triunfador militar fue Marco Antonio. Las fuerzas de combate parece que eran similares, se calculan unos 100 000 hombres por cada bando.

     En la batalla de Filipos no solo participaron tropas romanas, también lo hicieron militares de tierras fronterizas con el espacio romano, y otros pueblos tanto en un frente como en el contrario, más o menos voluntariamente o coaccionados por las dos facciones enfrentadas y, a veces, ante la disyuntiva de que bando escoger. Y, ahora viene el hecho que llamó mi atención como dije al principio de estas líneas, cuando cayó en mis manos hace unos 3 meses un libro del profesor de historia de Roma, en la Universidad de la Sorbona de París, G. Traina, que comprende desde el asesinato de César hasta la muerte de Marco Antonio y Cleopatra.

     En Tracia, Cotis VI, de la dinastía de los Sapeos, tuvo dos hijos: Rescuporis y Raskos que se repartían el poder. Los dos hermanos tuvieron la brillante idea, ante la duda de qué bando ganaría la batalla, alinearse con sus fuerzas, unos tres mil jinetes cada uno, fingiendo que estaban enfrentados entre ellos. El primero apoyaba a los cesaricidas, mientras Raskos hacía lo propio con los partidarios de César. A no ser que se aniquilaran mutuamente, habría un bando ganador y otro perdedor, con el objetivo de que el vencedor protegiera la vida del vencido. Además, Raskos entregó a los triunviros algunos prisioneros del bando contrario, a cambio de salvar a su hermano Rescuporis. Como así ocurrió.          

NOTA: La moneda que ilustra la entrada fue hallada en el mismo sitio donde tuvo lugar la doble batalla de Filipos, en la que fueron derrotados Bruto y Casio impulsores de la moneda.

      R.R.C.