jueves, 29 de agosto de 2013

Teatro romano de Mérida

     Es el más importante construido en España, y uno de los mejor conservados del mundo romano. Es del año 18 a. de C., mandado construir por el cónsul Marco Agripa, si bien su escena, que es semejante a la del teatro tunecino de Dugga, y en que aún puede verse buena parte de sus columnas en pie, es reedificada por Trajano y terminada por Adriano en el año 135.

     La cávea era colosal para un teatro de provincias. Mide 86'63 m. de diámetro y podía albergar 5.500 espectadores, lo que, dada la corta población de las ciudades, hace suponer que asistirían a las representaciones gran parte de la población campesina. Esta cávea se construye en parte, aprovechando la ladera de una pequeña colina, por lo que la ochestra queda mucho más baja que la calle que rodea la cávea. El exterior es de buena sillería granítica almohadillada, y tiene trece puertas de entrada que comunican, alternativamente, con uno u otro de los tres pisos de las gradas; éstas quedan agrupadas en 22 la summa cávea, 5 la media cávea y otras 5 la cávea prima. A ello hay que añadir las tres gradas que constituían el pulpitum o espacio para las autoridades. La organización interna es inteligente y eficaz; pasillos curvados, adecuados al hemiciclo, comunican una salida o vomitorium con otra; como por otra parte cada nivel de la cávea tenía sus puertas propias, el desalojo del público podía hacerse en cuestión de minutos.

     A la orchestra se accede desde el exterior por otras dos grandes puertas que permitían el paso de carruajes a través de interesantes espacios abovedados con arcos diagonales de refuerzo en las esquinas. El proscenio, la orchestra y el pulpitum están pavimentados con mármoles que, en su colocación y diversidad de tonos, diseñan una elegante decoración geométrica. En el escenario hay restos de doce agujeros que debían servir para albergar mástiles que sujetaban el telón y la tramoya.

     Lo más importante desde el punto de vista artístico es el muro que sirve de fondo a la escena. Bien conservado y mejor reconstruido a partir de las excavaciones de José Ramón Mélida en 1910 y 1915, puede apreciarse hoy en casi toda su monumentalidad. Consta de dos órdenes corintios superpuestos y el alzado frontal queda rítmicamente movido por siete pórticos, tres de ellos más profundos para las tres puertas rituales. Las columnas son de mármol gris azulado notoriamente veteado y los capiteles y basas son blancos. Entre las columnas se encuentran estatuas de Ceres, Venus, Baco, Plutón, Proserpina y varios emperadores; hoy todas ellas se encuentran en el Museo de la ciudad y en su lugar se han colocado copias exactas. En el pórtico central se interrumpía el orden superior y se cubría por un casquete de cuarto de esfera, hoy caído. La escena se cubría con una gran marquesina de madera, como era habitual en estos edificios.

     La parte posterior es en su conjunto, tan amplia o más que la cávea. Los entrantes y salientes del muro de la escena son aprovechados para construir los camerinos, y detrás de todo ello se extiende un amplio espacio rectangular con pórticos, jardines, biblioteca, alberca y otras dependencias.
     MANUAL DE HISTORIA DEL ARTE