jueves, 27 de febrero de 2025

EL PRIMER POEMA DE AMOR DEL QUE TENEMOS NOTICIA

 

Esposo*, amado de mi corazón,
Grande es tu hermosura, dulce como la miel,
León, amado de mi corazón,
Grande es tu hermosura, dulce como la miel.

Me has cautivado, déjame presentarme temblorosa ante ti.
Esposo*, dejaría que me llevaras a la alcoba,
Me has cautivado, déjame presentarme temblorosa ante ti,
León, dejaría que me llevaras a la alcoba.

Esposo, déjame acariciarte,
Mi delicada caricia es más suave que la miel,
En la alcoba llena de miel,
Déjame disfrutar de tu gran hermosura,
León, déjame acariciarte,
Mi delicada caricia es más suave que la miel.

Esposo*, has obtenido placer de mí,
Díselo a mi madre, ella te dará manjares,
Y mi padre te colmará de regalos.

Tu espíritu, sé cómo alegrar tu espíritu,
Esposo*, duerme en nuestra casa hasta el amanecer.
Tu corazón, sé cómo hacer que se regocije tu corazón,
León, duerme en nuestra casa hasta el amanecer.

Tú, porque me amas, Te ruego que me des tus caricias,
Mi señor dios, mi señor protector,
Mi Shu-Sin, que alegra el corazón de Enlil,
Te ruego que me des tus caricias.
Sobre tu sitio, dulce como la miel, te ruego que pongas tu mano,
Pon tu mano encima de él como sobre una prenda gishban,
Cúbrelo como a una prenda gishban-sikin.

Este es un poema Balbale de Inanna.

*O novio.

     Hasta la traducción de esta tablilla sumeria de barro cocido por el asiriólogo, Samuel Noah Kramer, en 1951 en el Museo de Antigüedades Orientales de Estambul, que por casualidad encontró esta pequeña tableta de poco más de 10 cm de alto por 3 cm de ancho, la cual había sido descubierta en una excavación a finales del siglo XIX en la antigua ciudad de Nippur (en el actual Irak), estaba catalogada con el número 2461 y hallada entre numerosas piezas que se encontraban en ese momento en el museo, quedó gratamente sorprendido cuando empezó a vislumbrar su contenido. Hasta su traducción, se tenía como los escritos más antiguos sobre el amor aquellos que narraba la  Biblia: El Cantar de los Cantares atribuidos al rey Salomón, del siglo X a. C., aunque estos se pusieron por escrito entre el los siglos VI al IV antes de nuestra era, mientras que la tablilla tiene unos 4050 años. En consecuencia, no resulta nada extraño, la influencia que pudo tener este poema en El Cantar de los Cantares.

     El poema de la tablilla sumeria está dedicado por una mujer, concretamente por una sacerdotisa de la diosa Inanna, deidad del amor, la belleza, el sexo y la fertilidad, entre otras atribuciones, al rey sumerio Shu-Sin, que gobernó entre 2037-2029 a.C., cuando en una ceremonia ritual la iba a tomar por esposa. Precedida la boda, de fiestas y banquetes por todo lo alto, con música, cantos y danzas. Todos los años se celebraba este mismo ritual coincidiendo con las fiestas de Año Nuevo.

     El objetivo de este emparejamiento era asegurar la fertilidad de la tierra, el ganado, la fecundidad de las mujeres y de la naturaleza en general, que estaba unida a la ceremonia en cuestión. Si al rey le iba bien, a su pueblo también. Para comprender mejor esta relación, tenemos que recurrir al famoso libro: La rama dorada del antropólogo escocés, James George Frazer, que nos explica el funcionamiento anticientífico de las mentes de los pueblos primitivos, al menos, de la mayoría de sus miembros que confiaban en la magia más que un conocimiento científico, que ni siquiera se planteaban. Nos habla en su libro, de cuáles son los dos principios fundamentales por los que se rige la magia. El primero de ellos, el que aquí nos interesa, y que denomina magia homeopática o imitativa, dice lo siguiente: Lo semejante produce lo semejante. Así que, con ese ritual anual de rejuvenecer la monarquía, la naturaleza en general y su pueblo en particular, se beneficiaría toda la comunidad de la suerte que corriera ese matrimonio sagrado.

       R.R.C.  

DRACMA DE ASCLEPIOS

 

     En este caso es un dracma emitido en la ciudad de Pérgamo en Asia Menor, entre los siglos II y I a. C. y se utiliza el bronce como material. Ofrece bastante dificultad de visionar, por lo que más adelante añadiré la imagen de una réplica para su mayor claridad. Tiene un peso superior a los 3 g y no alcanza los 1.5 mm de diámetro. Lógicamente acuñado a martillo no es completamente redondo.

     En el anverso observamos la cabeza de Asclepios mirando hacia la derecha, que ocupa prácticamente todo el campo de la pieza que es anepígrafa. Mientras tanto en el reverso observamos una inscripción en letras griegas que dice: ΣΩΤΗΡΟΣ ΑΣΚΛΗΠΙΟΥ, y una vez traducida: Asklepios salvador, que en Grecia contaba con varios santuarios. Una tradición asegura que Hipócrates, patrón de la medicina, descendía de él,  pues es el dios de la medicina y la curación, que los romanos llamaban Esculapio. También vemos entre la leyenda su principal atributo: una serpiente rodeando una caña o bastón* con su alargado cuerpo.

*Logotipo de la Organización Mundial de la Salud y otras asociaciones y facultades médicas de todo el mundo.

     R.R.C.


martes, 25 de febrero de 2025

MEDALLÓN DE AUGUSTO

 

     Este medallón-moneda de unos 20 g de peso fue elaborado como una copia posterior de un cuño paduano. Luego, ni es de época romana ni fue mandado a acuñar por Augusto. Es una moneda inventada en el Renacimiento, que durante el cual se pusieron de moda elaborar estas piezas inspiradas en el antiguo Imperio romano. Además, Augusto no se hubiera atrevido a nombrarse dios en vida, aunque el Senado sí lo hizo tras su fallecimiento    

     En el anverso vemos la cabeza de perfil y el robusto cuello del emperador con una corona de laurel sobre su cabello a mechones. Todo él rodeado de la inscripción: DIVUS AUGUSTUS PATER (DIVINO AUGUSTO PADRE) y grafila de puntos.

     La leyenda que ocupa la parte central del campo del reveso, está envuelta en una “corona civil” (antigua condecoración de época republicana) dice como sigue: OB CIVES SER (SALVADOR PARA LOS CIUDADANOS), y a ambos lados a mayor tamaño  una S y una C, o sea, SENATUS CONSULTUM (con la autorización del Senado). En la parte inferior observamos dos cabras montesas en movimiento que hacen alusión directa al símbolo del zodiaco de Augusto, por estar bajo la influencia del signo de Capricornio, con una esfera bajo ellas y una grafila de puntos perfectamente centrada que remata esta cara.

      R.R.C.


domingo, 23 de febrero de 2025

MONEDA DE HERODES ANTIPAS

 

     Es una pequeña moneda de bronce de tan solo 4 g y un diámetro que no alcanza los 15 mm de diámetro, mandado a acuñar por Herodes Antipas en la ceca de Tiberiades. Presenta una pátina verde muy oscura con tierra amarronada en su cuerpo. Este rey sucedió a su sanguinario padre Herodes el Grande a su muerte en el año 4 a. C. Es el mismo que mandó decapitar a Juan el Bautista tras uno de los bailes más famosos de la historia, la que la bella Salomé dedicó al monarca, pidiéndole a cambio la cabeza del Bautista en una bandeja de plata, aconsejada por su madre Herodías esposa de Antipas.

     Moneda de poca calidad y algo descentrada sobretodo en su faz, en la que podemos ver parte de la grafila y una corona de laurel, en la que leemos en su centro: TIBE/PIAC (Tiberias). Mientras que en el reverso vemos una rama de palmera un tanto desplazada. Rodeando la misma percibimos la leyenda: ΗΡWΔOY TETPAPXOY (Herodes Tetrarca) y la inscripción L KΔ que nos indica sus 24 años de reinado, lo que correspondería al año 20-21 d. C. de nuestro calendario actual.

       R.R.C.


jueves, 20 de febrero de 2025

DENARIO DE CASCA LONGUS


      Es una  moneda romana del político del siglo I a. C. Publio Servilio Casca Longus, uno de los conjurados contra Julio César el día de su asesinato, que según el historiador Apiano fue el primero en apuñalarle, aunque solo consiguió herirlo y César le arrebató el cuchillo. Es un denario que no alcanza los 4 g de peso y de unos 20 mm de diámetro. Acuñado en Grecia en el año 43 o 42 antes de nuestra era en una ceca móvil.

     En el anverso vemos la esfinge del dios Neptuno sobre un tridente: de perfil, con pomposa barba y como única inscripción el nombre del cesaricida. En estos momentos, todavía no estaba bien visto que en las acuñaciones monetarias apareciese el rostro de personajes vivos, como hizo César o Bruto, pero, sí de dioses o fallecidos.  Además, comprobamos parte de una grafila perlada `por ambas caras al no estar bien centrada la pieza. Mientras tanto, en el reverso observamos una Victoria, con una palma en su mano izquierda y una diadema, caminando sobre un cetro roto* y el nombre del más conocido de los asesinos del Dictador, Bruto, con el título de emperador (IMP) que hacía referencia a un general victorioso. Ambos personajes murieron en el año 42 a. C. en la batalla de Filipos, en la que se enfrentaron a los cesarianos Augusto y Marco Antonio.

*El cetro, símbolo de mando, que aparece roto y pisoteado por la Victoria, debe hacer alusión al poder absoluto que le fue arrebatado con su asesinato a Julio César.

            R.R.C.

miércoles, 19 de febrero de 2025

Adieu! De Alfred Guillou


      Alfred Guillou fue un pintor realista francés que vivió desde 1844 hasta 1926 procurando permanecer cerca del mar, que fue siempre su inspiración, como podemos comprobar en este óleo sobre lienzo de un tamaño mediano (170X245 cm) de finales del siglo XIX.

     Aquí, asistimos a una escena muy emotiva, cargada de un gran dramatismo cuando vemos a un padre despedirse de su hijo con un beso, mientras lo sujeta con sus manos por última vez, ante esa vorágine del mar enfurecido, en el que las fuerzas humanas nada pueden hacer. El hijo ya es un cadáver al que su padre entrega al mar. Algunos, todavía tienen la esperanza de que el padre hace a su hijo el boca-boca, pero no tiene sentido si atendemos a como titula el cuadro: ¡Adiós! La barca en la que iban ya está medio hundida, y el padre no tiene salida, no hay salida, ya que el mar lo abarca todo y ni siquiera nos deja ver el horizonte. Son los últimos momentos de ambos personajes, ante la fuerza del agua espumosa de la mar, pintada con gran maestría, al igual que el movimiento de sus enormes olas. Lo podemos ver en el Museo de Bellas Artes de Quimper,  Francia.

  

         R.R.C.

SERPIENTE AZTECA BICÉFALA

 

     Probablemente, el emperador de los aztecas Moctezuma II se la regaló, entre otros objetos de los mexicas, a su conquistador español, cuando todavía se llevaba bien con Hernán Cortés. Al que parece ser que no le hizo mucha gracia, y la envió a Europa junto con otras piezas que no fueron valoradas en el Viejo Continente del siglo XVI, salvo alguna rara excepción, como el alemán Alberto Durero que fue consciente de su mérito artístico y metafórico. No obstante, se cerró un trato por el que Christy Fund la compró en Italia en 1894 por la baja cantidad de 100 libras esterlinas, para acabar, como no, en una vitrina del Museo Británico y convertirse en la pieza más admirada de esta cultura mesoamericana. Una vitrina que, por cierto, está escasamente iluminada y delante de un fondo negro, que aumenta su efecto inquietante y terrorífico, con esa actitud amenazante de la serpiente. A pesar de ello, cuando visitaba el museo con mi nieto Michael de 5 años siempre me pedía que lo llevara a verla (perdonen la licencia).

     Esta culebra ondulada con dos cabezas de poco más de 43 cm de largo por 20.5 de alto, compuesta principalmente por un mosaico de piezas de turquesa que recorren su ondulado cuerpo. Colocadas sobre una base de madera de cedro que fue vaciada parte de ella para disminuir su peso. Se utilizaron unas dos mil teselas de distintas formas pero muy bien acopladas entre ellas, pegadas con resina. Los ojos de ambas cabezas que aparecen vacíos, acaso en su tiempo, estarían ocupados por esferas de pirita negruzca, mientras que para los dientes se emplearon conchas de caracol pala, que contrastan con el color rojo ejecutado con concha de ostra.

     También es probable que este reptil no se lo debamos a los aztecas, ya que este tipo de trabajos lo pudieron llevar a cabo los mixtecas, pues tenían más habilidad para este tipo de representaciones, y como tenían que pagar tributo a los aztecas, a los cuales estaban sometidos, esta obra pudo ser uno de esos tributos.

     La interpretación de la misma resulta harto difícil. Para empezar, sabemos que las serpientes, en general, no pasaron inadvertidas en las tribus  primitivas de muchos lugares de la tierra, y en una gran cantidad de culturas antiguas más avanzadas como las que nos encontramos en Oriente Medio, en Mesopotamia, por ejemplo. De la serpiente que estamos tratando hay quien opina que la podemos explicar cómo  una alegoría del renacimiento, por el hecho de renovar su piel vieja por una nueva. Aunque esta interpretación nos valdría para muchas civilizaciones que no tuvieron relación entre sí. También con una función que pone en contacto el cielo y la tierra con cada una de sus cabezas. Asimismo, como en otras muchas culturas, a modo de imagen de la fertilidad. En el Relato de Adán y Eva que narra el Génesis, la serpiente desempeña un papel principal cuando engaña a la pareja que gozaban de la inmortalidad, para que comiesen del árbol que Dios les había prohibido, y así, que se convirtieran en seres mortales. En la leyenda de Gilgamesh, en la tablilla número once, en donde el héroe de esta historia está a punto de conseguir la eterna juventud y en un descuido una serpiente pone fin a su anhelo mientras tomaba un baño relajante. Utnapishtim, le comunica a Gilgamesh, que en el fondo del mar se encuentra una planta que lo hará joven de nuevo, se pone manos a la obra, se sumerge en su búsqueda y la encuentra. Se dirige con ella a su ciudad natal: Uruk, pero en el camino es cuando decide tomar ese imprudente baño, momento que aprovecha la astuta serpiente para comerse la planta, privando así al protagonista de esta aventura de su ansiada inmortalidad, mientras ella conservará para siempre su juventud.  

     Por último, esta escultura que debe tener entre 500 y 600 años, formó parte de “Una historia del mundo en cien objetos” que el Museo Británico tuvo a bien presentar hace unos pocos años.

     R.R.C.               


martes, 18 de febrero de 2025

MONEDA MÁS ANTIGUA CON REFERENCIA A ESPAÑA


      Esta moneda de bronce de poco más de 6 g de peso y unos 2 cm de diámetro expuesta en Vigo, fue acuñada en Sicilia, concretamente en Morgantina, según afirman expertos en Numismática. Tiene unos 2300 años de antigüedad, en tiempos del rey Hierón II, y posee el honor de hacer referencia a Hispania por primera vez en una moneda, y más concretamente a los españoles, puesto que en el reverso aparece bajo el relieve la inscripción latina en genitivo plural HISPANORUM (DE LOS ESPAÑOLES).  Un militar con lanza al ristre y casco monta un caballo al galope en el campo de la moneda de manera muy realista, rodeada toda ella por una grafila de puntos.

     En su faz vemos un rostro femenino de perfil mirando a la izquierda de gran belleza, con larga cabellera, con ojo, nariz y labios bien marcados, que ocupa casi la totalidad del anverso anepígrafo, que al igual que la otra cara se remata con grafila de puntos.

    Según el investigador numismático, Jaime Paz: "Procede de mercenarios hispanos que querían reconocer su origen hispano". Es probable que en Sicilia, en esa época, hubiera existencia de mercenarios procedentes de Iberia, y preferían el pago en esa moneda que recordaba su origen hispano, lo que demuestra que en aquellos tiempos tan lejanos, al menos una parte de los habitantes de la península así se reconocían.

      R.R.C.

MONEDA DE HIERÓN II

     Mandada a acuñar por el rey Hierón II de Siracusa en la isla de Sicilia, alrededor del 218 a. C utilizando el oro como metal precioso, lo cual le da más relevancia y prestigio a su reinado frente a otros dignatarios extranjeros. La pieza muestra en su anverso a la diosa Perséfone (Περσεφόνη), en alto relieve de una gran calidad técnica y artística, con un complicado peinado, de perfil mirando hacia la izquierda, con corona de espigas en el cabello y collar en la parte inferior del cuello, con la cornucopia tras ella. La faz es anepígrafa y presenta parte de la grafila, a pesar de estar bien centrada por ambas caras.

     En el reverso, observamos una diga, es decir, un carro tirado por dos maravillosos jinetes al galope, conducidos por un auriga que lleva las riendas con su mano izquierda y una vara en su mano derecha. En el exergo vemos la inscripción en letras griegas del soberano: IEPΩNOΣ  (HIERÓN).

     Por último, tan solo pesa poco más de 4 g y cuarto y presenta unos 16.5 mm de diámetro, en un estado de conservación excelente.

       R.R.C. 

TETRADRACMA DE AKRAGAS


      Esta bella moneda de finales del siglo V a. C de la Magna Grecia, más concretamente de la polis de Akragas (Agrigento), en la isla de Sicilia, es una muestra de la calidad de las piezas que las ciudades griegas acuñaban en aquellos lejanos tiempos. Con monedas así incrementaban su prestigio, poder económico e influencia política en el mundo antiguo mediterráneo. El tetradracma de plata de unos 17 g de peso y un diámetro de unos 23 mm, nos indica la ciudad de Akragas en el anverso, aunque traducida la leyenda completa dice: de los akragantinos. Fue impresa en su ceca, una de las más productivas de su época.

     La belleza de la moneda no admite discusión tanto en su anverso, con esa águila atrapando con sus fuertes y poderosas garras a una liebre, que ya nada puede hacer por escapar. Esta ave de presa era un emblema de la ciudad, con la que mostraba su poder y determinación. Mientras en su reverso observamos un realista y detallado cangrejo de río con sus portentosas pinzas, que también era una  insignia de la ciudad, y, bajo él, un impresionante mero. Una pareja de pequeños moluscos acompañan a los dos protagonistas principales.

     Otra prueba del gran dominio técnico que mostraban estos, me atrevería a decir, verdaderos artistas, lo comprobamos en la centralidad de la moneda, como podemos advertir en la grafila de su faz.

     R.R.C.

lunes, 17 de febrero de 2025

El ojo del tiempo de Dalí


      Salvador Dalí es uno de los artistas más geniales del siglo XX. Lo podríamos considerar como un auténtico hombre del Renacimiento, IV siglos después del mismo; ya que no solo destacó en pintura, sino que abarcó otras artes con gran maestría como escultura, cine, poesía, teatro o joyería, por ejemplo. Todo ello para expresar sus ideas no siempre bien comprendidas. En total diseñó 39 obras de joyería durante 30 años, desde principios de los 40 hasta 1970 del siglo pasado, entre las que cuenta este extraordinario broche pensado como un regalo para su mujer Gala. Concebido en 1949, unos 10 años antes de que se llevara a cabo.

     No resulta extraño a cualquier estudioso de la obra del Genio de Figueras, de su preocupación por los relojes y los ojos. Una prueba de ello es el caso que nos ocupa, en donde vemos el contorno del ojo realizado en platino, incrustado de pequeños diamantes en dos tallas diferentes: brillante (redondos) y baguette (alargados), del que pende una lágrima. Un único rubí rojo lo reserva para su esquina derecha. Impresiona la esfera del ojo (pupila, iris y esclerótica) coloreada de tres tonos diferentes de esmalte azul zafiro, la cual guarda un reloj del que podemos ver sus agujas, las horas y la firma del propio artista.

     El ojo que observa el imparable paso del tiempo, que no se puede detener. “El tiempo que consume todo”, una meditación sobre la brevedad de la vida, nos ofrece la clave de la lectura más sencilla de la capilla de los Médici, recordado al gran Miguel Ángel. El broche presenta una longitud de unos 7 cm, y mandó a elaborar a grandes maestros sus piezas de joyería, entre la que destaca la que estamos viendo a aquí, con un número muy limitado de obras. En total hay tres ejemplos conocidos de “El ojo del tiempo”

      R.R.C.

domingo, 16 de febrero de 2025

El peor papa de la historia

 

     Teniendo en cuenta que sus antecedentes familiares eran Marozzia y Teodora, que fueron las mayores prostitutas que se recuerdan en Roma desde Agripina, y que con sus intrigas, fornicaciones y asesinatos, intervinieron en la elección y deposición de papas a su capricho; que fue nombrado papa antes de cumplir los 18 años; que su formación académica era nula; que su interés por lo espiritual era ninguno; que juraba por los dioses paganos Venus o Júpiter; que llegó a ordenar a un diácono en una cuadra y consagró obispo a un niño de 10 años; que no conocía la moral; de lujuria desenfrenada, como prueba el hecho de que hizo rodear su residencia de San Juan de Letrán de prostitutas, eunucos y esclavos, por lo que dedicaba sus días a las orgías y a las fiestas;  que a las mujeres se les informaba de que no fuesen a su iglesia porque podían ser violadas por el papa; que forzó en la cama de su Santidad a mujeres casadas, viudas …; que su afición por los placeres groseros era infinita; que llevó una vida disoluta sin ningún freno ni cortapisa; que se le conocía con el nombre de "El papa Fornicario"; que fue un cobarde en la batalla y huyó llevándose consigo los tesoros de la Iglesia; que un sínodo de obispos lo acusó de sacrilegio, simonía, perjurio, asesinato, adulterio, incesto (con su madre, sus hermanas y su sobrina), y no sé cuántas cosas más, y que murió de un martillazo en la cabeza en el 964 ejecutado por un marido porque lo encontró en la cama con su mujer, cuando contaba 27 años de edad. Se le ha llegado a llamar un Calígula cristiano, especialmente por el cargo que ostentaba. Y, a pesar de todo, esto no acabó con la Iglesia católica. El cardenal Boronio en el siglo XVI llegó a la conclusión de que ninguna otra institución hubiese resistido semejante asalto desde dentro, y que era una prueba evidente de que la Iglesia católica gozaba de protección divina. En fin, ahí queda eso.

(Juan XII, papa nº 130 de la Iglesia católica, del 16 de diciembre de 955 al 14 de mayo de 964.)

NOTA: El historiador y obispo Liutprando de Cremona, contemporáneo de este “personaje”, nos da buena cuenta de su altura moral. En la imagen superior aparece: el emperador Otón I y el papa Juan XII 

     R.R.C.


sábado, 15 de febrero de 2025

SAN VALENTÍN: ENTRE LA HISTORIA, LA TRADICIÓN Y EL NEGOCIO

 

     El día 14 de febrero se celebra el Día de los Enamorados en distintos países del mundo, como una festividad en donde las parejas que se quieren se intercambian regalos entre ellas, para demostrar su amor el uno por el otro. Este acontecimiento llegó a España en 1948 de mano de José Fernández, fundador de la antigua Galerías Preciados, absorbida más tarde por otro gran almacén, y que todavía sigue siéndolo: El Corte Inglés. También cambió de fecha otras conmemoraciones ya establecidas, como fue el caso del Día de la Madre, que aquí en España se venía festejando el 8 de diciembre, Día de la Inmaculada Concepción, se pasó a su celebración al primer domingo de mayo. En otros países, por ejemplo, es el 8 de marzo coincidiendo con el Día de la Mujer.

     Nos podríamos preguntar: ¿qué interés podría tener un empresario  en establecer el Día de los Enamorados en febrero, y para qué cambiar de fecha el Día de la Madre al mes de mayo). La explicación es muy simple: ambos meses son muy flojos en ventas en los comercios por distintas razones. Pensemos que después de la conocida como “cuesta de enero” por los gastos que todos tenemos, viene febrero, donde nos coge con los bolsillos vacíos, lo cual se traduce en una caída de la demanda en los comercios. Un incentivo parecido ocurre con el Día de la Madre, pues se celebraba el mismo mes que la Navidad, cuando más consumimos, así que se trasladó al mes de mayo, en el que también flaqueaban las ventas. El negocio es el negocio.

     En el origen histórico de esta tradición ocurre como en tantas otras, ya que resulta difícil de establecer con certeza, pues se entremezclan personajes, tradiciones, leyendas… Para no marear al posible lector, me referiré a aquellas cuestiones que son aceptadas con más quórum por los historiadores que se han ocupado del tema.

      Un tal Valentín, sacerdote cristiano que vivió en el antiguo Imperio romano en el siglo III d. C., desobedeció las órdenes del emperador de ese momento, Claudio II el Gótico, que prohibía casarse a los más jóvenes, ya que los desmotivaba para que se apuntaran al ejército, falto de combatientes en esos tiempos de crisis que vivía el Imperio. Este sacerdote no acató esta orden imperial y empezó a casar en secreto a los jóvenes que así se lo pedían, además de predicar el cristianismo. Una vez descubierto fue encarcelado. El 14 de febrero del año 269 fue lapidado y decapitado (así se las gastaban entonces). A finales del siglo V, un papa lo canonizó declarando el día de su ejecución como día de San Valentín. Hubo que esperar hasta 1969 para que otro papa, en este caso Pablo VI, suprimiera del santoral católico a este personaje, por las dudas que planteaba sobre un posible indicio pagano en su biografía. Además, el origen de esta festividad, también se asocia a otros mártires cristianos con el mismo nombre, pero el más aceptado de todos es el que hemos traído aquí.

     Otros historiadores sitúan el comienzo de esta celebración en una popular fiesta pagana de la antigua Roma, ante diem XV Kalendas Martias, lo que nos lleva al 15 de febrero, las llamadas Lupercales, en la cuales un sacerdote sacrificaba una cabra. Tras ello, los niños azotaban a las mujeres  por las calle con piel de animales, con el objetivo de aumentar en las muchachas su capacidad de procreación. ¡Vaya gracia, pensarán algunos! Dentro de estas fiestas también se emparejaban jóvenes al azar. El mismo papa que canonizó a San Valentín en 494 prohibió esta fiesta pagana y la reemplazó por una cristiana el día 14 de febrero, un ejemplo de sincretismo religioso.

     Volviendo al asunto comercial del primer párrafo, según datos de la Asociación Española de Consumidores, el 59 % de los españoles celebró en 2024 el 14 de febrero y gastaron una media de unos cien euros. Otro dato curioso, ya que existe Internet, es que más de 5 millones de personas de todo el mundo buscaron ese día la palabra “San Valentín” en Google.

       R.R.C.

jueves, 13 de febrero de 2025

EL SACRIFICIO DE ISAAC

 

     Basándome exclusivamente en las informaciones que nos transmite el texto bíblico, y en las costumbres de otros pueblos semitas de la antigüedad, seguiré esta narración en el Génesis tal y como nos la presenta le Biblia de Jerusalén. También hay que anunciar que ha sido uno de los temas preferidos de pintores y artistas en general desde hace varios siglos. Por recordar un hecho concreto que ocurrió en el Renacimiento, en la ciudad italiana de Florencia, sacaron a concurso este tema para encomendar los relieves de su baptisterio; al final, tuvieron que escoger entre el trabajo llevado a cabo por Brunelleschi y Ghiberti, imponiéndose este último. Aquí en España, por ejemplo, destaca la escultura policromada de madera de 1526 de Alonso Berruguete, la que vemos al principio de este post. Pero no es de arte de lo que vamos a tratar aquí, sino de la interpretación que se podría hacer de este asunto.

     Para empezar, hay que tener presente que el nacimiento de Isaac fue un regalo de Dios, como no podría ser de otra manera, teniendo en cuenta que Abraham había cumplido los 100 años y su esposa Sara 90, lógicamente, ya hacía muchos años que no estaba en condición de procrear. Pero para Dios no hay nada imposible. Anteriormente, Abraham ya había tenido otro hijo; Ismael, con una esclava egipcia de su mujer llamada Agar. No obstante, sabiendo que ella era la única que le había dado descendencia al patriarca, se volvió soberbia y orgullosa ante Sara, hasta el punto que tuvo que pedirle a su marido que la echara de allí por sus impertinencias. En efecto la expulsó al desierto a Agar con su hijo Ismael. Eso sí, dios se comprometió cuidar tanto de la madre como de su hijo Ismael, del que los Ismaelitas se consideraron descendientes.

     Una costumbre bárbara, por decir algo, que tenían los pueblos semitas vecinos era la de sacrificar al hijo primogénito a sus dioses, pues sus mujeres pasaban antes de casarse por los templos y, en consecuencia, por la cama de los sacerdotes como representantes del dios en la tierra. Visto así, es natural que los dioses exigieran al primogénito de la familia en sacrificio al que consideraban suyo, y de esta manera se iba renovando su sangre y la naturaleza en general. Luego, en este contexto, sería sensato que el Dios de Abraham  exigiese lo mismo a su siervo, se limitó a pedirle que le devolviese su preciado regalo sin explicación alguna. Le dijo que tomase a su hijo y lo llevase al país de Moria, al que tardaría tres días en llegar y por el camino ya le iría dando instrucciones. Mientras ascendían al altar del sacrificio (situado en la colina en donde más tarde se levantaría el Templo de Jerusalén), Isaac preguntaba a su padre que donde estaba el cordero para el holocausto; él le contestaba: “Que Dios proveerá”. Situado para el sacrificio, el Ángel de Yahveh dijo a Abraham que no hiciese daño alguno al muchacho, y le envió un carnero para realizar la inmolación.  Es evidente que en el fondo existe una íntima relación  entre este relato y la pasión de Jesús: “El cordero de Dios que quita -con su sacrificio- los pecados del mundo”. Recordemos las palabras de San Agustín cuando nos decía: que, el Nuevo Testamento está escondido en el Antiguo, mientras que el Antiguo se hace manifiesto en el Nuevo.

     Además de no consumarse, en esta narración hay una diferencia fundamental respecto a la ofrenda del primogénito de los otros pueblos semitas. Abraham lo hizo por su fe en Yahveh, fue un acto de FE*, el primero del que tenemos registro en la historia, si bien, la Biblia también nos añade de que lo llevó a cabo por su temor a Dios. Aunque el Génesis refiere estos acontecimientos hacia la primera mitad del segundo milenio a.C., la verdad es, que no se pusieron por escrito hasta el siglo VII o VI a. C. Asimismo, en los primeros versículos el cap. 20 del Éxodo no niegan la existencia de otros dioses, se le impone al pueblo elegido que no adoptará ni se postrará a otras divinidades que no sea Yahveh. Y, más adelante en el versículo 14 del cap. 34, incide en el que no se postrarán ante ningún otro dios que no sea Yahveh. El monoteísmo riguroso no lo abraza el pueblo judío hasta, por lo menos, el siglo VII a. de C.  Por si alguien piensa que los egipcios fueron pioneros en este tema, baste recordar que el célebre faraón Akenatón no era un monoteísta, es decir, no creía en un solo dios universal y verdadero y rechazaba a todos los demás como falsos. La egiptología actual tiende a considerar su reforma religiosa como henoteísmo, o sea, solo se le puede dar culto a un único dios, en este caso a Atón, pero no se rechaza de plano la existencia de los demás. También hay que tener presente que el culto a Atón era exclusivo de él, su mujer, y como máximo de la familia real, ya que el pueblo solo le podía rendir adoración a través del faraón.

     Para concluir y como historieta, no quiero elevarlo más allá de la categoría de anécdota, y aunque en realidad es una cabra de 42 cm de alto (cuernos de lapislázuli incluidos). Con una antigüedad aproximada de 4500 años, se halló en la ciudad sumeria de Ur, de donde era Abraham; su descubridor, el arqueólogo inglés Leonard Woolley, la relacionó con el carnero que sacrificó el patriarca en lugar de su hijo Isaac. Exhibido en una vitrina del Museo Británico, sus patas las apoya en el “árbol de la vida” adornado con láminas de oro y relacionado con la fertilidad.

*Como afirma Mircea Eliade, filósofo e historiador de las religiones en su libro: El mito del eterno retorno.

       R.R.C.

martes, 11 de febrero de 2025

SESTERCIO DE TRAJANO

                                

     Esta belleza de sestercio romano mandado a acuñar en la ceca de Roma a principios del siglo II d. C. por el emperador romano de origen hispano, Trajano, natural de Itálica (en la actual provincia de Sevilla), fue, posiblemente, la mejor decisión que tomó su padre adoptivo Nerva, durante su corto período en el poder. También fue el primer nacido en alcanzar este rango fuera de Italia. Debe de tener un peso de unos 30 g y superar los 30 mm de diámetro. Estas piezas de bronce son de un tamaño grande, que ofrecen al impresor un mayor espacio disponible para lucir sus habilidades artísticas, ya que son verdaderas obras de arte.

     Empezando por el anverso, vemos el busto de perfil del personaje mirando hacia la derecha de una manera bastante realista, con cabello a mechones y una corona sobre él, con dos cintas decorativas que embellecen la parte trasera de su efigie. Rodeando su figura observamos las siglas de su leyenda en latín: IMP CAES NERVAE TRAIANO AVG GER DAC P M TR P COS V P P, que una vez desarrollada dice: IMPERATOR CAESAR NERVAE TRAIANUS AUGUSTUS GERMANICUS DACICUS PONTIFEX MAXIMUS TRIBUNITIA POTESTAS CONSUL V PATER PATRIAE,  y una vez traducida  al español: “EMPERADOR CÉSAR NERVA TRAJANO AUGUSTO GERMÁNICO DÁCICO PONTÍFICE MÁXIMO CON POTESTAD TRIBUNICIA CÓNSUL POR QUINTA VEZ PADRE DE LA PATRIA”.

     En el reverso de la moneda, nos encontramos con la inscripción: SPQR OPTIMO PRINCIPI. Que desarrollamos: SENATUS POPULUSQUE ROMANUS OPTIMO PRINCIPI y traducimos: “El SENADO Y EL PUEBLO ROMANO AL DESTACADO PRÍNCIPE”. En el exergo vemos las siglas que nos indican que la moneda se hizo con la autorización del Senado, o sea, SC (SENATUS CONSULTUM). De hecho, durante el resto del siglo II de nuestra era el Senado recibía a los nuevos emperadores con la siguiente frase: “Que seas más afortunado que Augusto y mejor que Trajano”. Está clarísimo, fue un gran gobernante para Roma. Ahora, vamos a la arquitectura curva que vemos en la imagen. Mandó construir un gran puente entre los años 103 y 105 d. C. para que sus tropas cruzaran mejor el río Danubio en su segunda campaña de guerra contra los dacios*. Esta obra pública ha sido identificada como el paso que separa las ciudades actuales de Dobreta, en Rumania y Klodovo, en Serbia. Todavía quedan restos de sus pilares hechos de mortero y ladrillo, mientras la parte superior estaba compuesta de arcos de madera. Fue un gran proyecto de ingeniería romana llevado a cabo por el arquitecto Apolodoro de Damasco, de más de 1 km de largo, casi 20 metros de alto y unos 15 de ancho. El puente más grande del mundo hasta la fecha que se sepa.

 En la imagen de la columna Trajana en Roma, advertimos de fondo este monumental puente en relieve.

*La Dacia se corresponde con la actual Rumanía principalmente.

            R.R.C.

jueves, 6 de febrero de 2025

ESTÁTER MACEDÓNICO

 

     Esta magnífica moneda de oro tiene un peso que supera ligeramente los 8.5 g y unos 20 mm de diámetro. Fue mandada a acuñar en la ceca de Colofón (en Asia Menor) en la época de Filipo III de Macedonia, poco después de la muerte de Alejandro Magno en el 323 a. C. Precisamente observamos en su faz mirando hacia la derecha la cabeza laureada del dios Apolo, con un evidente realismo, impresionantes mechones, rostro sereno y con rasgos que nos recuerdan al gran conquistador. Esta cara es anepígrafa, ya que la inscripción se la reserva para el exergo del reverso, en donde leemos en letras griegas: FILIPPOU, la cual, hace referencia al rey Filipo. En el resto del campo de la moneda vemos una diga (carro tirado por dos caballos) con su auriga que sostiene las riendas con su mano izquierda, mientras en la derecha sujeta una vara. La escena es muy dinámica con los caballos al galope y el auriga echado hacia adelante. Bajo las patas de los animales observamos un trípode, que podemos vincular con una emisión concreta que mandó realizar Filipo III. Por último, indicar que fueron conocidas estas piezas con el nombre de filipos.

      R.R.C.

miércoles, 5 de febrero de 2025

ESPONSIANO EL EMPERADOR FANTASMA

 

     Una moneda con la efigie de un emperador desconocido se visualizó por primera vez en 1713. Poco más tarde aparecieron otras tres del mismo personaje. Al final, se han hallado cuatro monedas de oro repartidas en tres países europeos, ya que dos de las cuales se encuentran en la capital austriaca, otra en Glasgow (Reino Unido) y otra en la ciudad de Sibiu en Rumanía. Al no descubrirse en una excavación arqueológica legal, no se puede afirmar con seguridad su origen, si bien, hay indicios de que proceden de Transilvania. Presentan un aspecto tosco, en donde observamos una imagen del posible emperador con corona de rayos girado hacia la izquierda y la leyenda: IMP SPONSIANI,  o sea, “EMPERADOR ESPONSIANO” en español, y una grafila de puntos. Mientras tanto, en el reverso, advertimos que es prácticamente igual que un denario de época republicana romana del 135 a. C., semejanza difícilmente explicable, pues en su centro representa un monumento dedicado a sus antepasados, y dos figuras togadas con instrumentos religiosos a ambos lados rodeados por una grafila. En la imagen siguiente advertimos el denario republicano al que he hecho referencia:


     Como dije al principio, no solo se encontró la moneda que encabeza este texto, hay otras tres más, menos estéticas si se quiere, pero que también constatan la existencia de este dignatario y que contemplamos a continuación:


     ¿Dónde radica el problema para admitir la existencia de esta persona? En la autenticidad de las piezas, y de que no sean una de tantas falsificaciones que se han dado a lo largo de la historia, especialmente en el Renacimiento, aunque ya era una práctica común en la propia antigüedad. De ser verdaderas habría que situarlas a comienzos de la segunda mitad del siglo III d. C. ¿Quién sería Esponsiano? Pues, posiblemente, un jefe militar de la parte oriental del Imperio que tomó el mando proclamado por tropas a su servicio emperador de Dacia, sin el conocimiento del Senado, luego, ya que los habitantes de la zona necesitaban protección para sus vidas y actividades económicas,  una vez que el ejército romano se iba retirando de allí por la imposibilidad de defender sus fronteras en la crisis del siglo III. Era sensato que tuvieran que emitir monedas propias, pese a que no cumplían con los estándares romanos, pero que necesitaban para sus transacciones comerciales.

     En mi opinión, si se falsifica una moneda sería con respecto a una que ya existe, pues, siempre facilitaría el engaño que se pretende, pero nunca una desconocida o inventada. Por otra parte, recientes estudios que se han llevado a cabo, ponen de manifiesto que estas piezas llevan pequeñas ralladuras y otros elementos de haber estado enterradas muchos siglos. Por lo que concluyen estos especialistas de que son auténticas. No obstante, no existe ningún texto escrito que diga una sola palabra de la existencia de este hombre, ni contemporáneo a él, ni posterior. Si alguna vez apareciese, aunque siquiera una línea, supondría un gran aporte. La última palabra aún no está dicha.

      R.R.C.                                                                                                                             

El casco de Coțofenești

 

     En la madrugada del 25 de enero de este 2025, cerca de las cuatro de la madrugada, se perpetró un robo de varias piezas importantes y de gran valor en el museo de Drents, en la ciudad de Assen, en los Países Bajos. Entre los objetos arqueológicos más importantes destaca el casco de Coțofenești, especialmente, y algún brazalete de oro que formaban parte de una exposición temporal de este museo, prestadas por Rumanía, bajo el título de “Dacia: Reino de Oro y Plata”. Se pretendía hacer consciente a un público europeo, particularmente, de la cantidad de obras elaboradas con estos metales preciosos en la Dacia, incluso antes de ser incorporada por el emperador Trajano allá por el año 106 d.C.

     En adelante, me centraré en el mundialmente conocido casco de Coțofenești, también considerado como patrimonio nacional de Rumanía, o sea, es mucho más que su peso en oro, material en el que está elaborado, por cierto. Pesa alrededor de ¾ de Kilo, con una altura cercana a los 25 cm, una anchura superior a los 18 cm y realizado hace unos 2400 años, por la civilización Geta-Dacia anterior a la conquista romana.

     Como tantos otros descubrimientos arqueológicos fue descubierto por casualidad hace ya casi 100 años. Su conservación es bastante satisfactoria (aunque la parte de arriba está destruida), lo cual permite un mejor análisis y comprobar la calidad que alcanzaron los orfebres de estos lejanos tiempos en esa zona. Toda la parte superior del casco está decorada con voluminosas tachuelas, mientras que en los lados  aparecen especímenes de carácter mítico.  Impresionan sus grandes y extraños ojos, no solo para intimidar y protegerse de su enemigo, también de liberarse de algún hechizo mágico, mal de ojo, o cualquier otra maldición, por ejemplo. En fin, la iconografía que representa todo el casco, como el sacrificio ritual de un carnero, ayudan al estudioso a entender mejor la cultura y costumbres de toda esta gente en general.

     ¿A quién perteneció? La verdad es que no se sabe, solo se han planteado hipótesis más o menos razonables. Pudo ser de un rey, evidentemente, pero también pudo se r de un famosos general, o de un personaje noble. Lo que no hay ninguna duda es de que su dueño tuvo que ser una autoridad que merecía el respeto de sus contemporáneos. En fin, la incertidumbre persiste, y lo importante es que aparezca pronto y regrese a las vitrinas de su legítimo propietario el Museo Nacional de Historia de Rumania en Bucarest, y que vuelva a ser patrimonio de todos sus visitantes.

     R.R.C.