En la
madrugada del 25 de enero de este 2025, cerca de las cuatro de la madrugada, se
perpetró un robo de varias piezas importantes y de gran valor en el museo de
Drents, en la ciudad de Assen, en los Países Bajos. Entre los objetos
arqueológicos más importantes destaca el casco de Coțofenești, especialmente, y
algún brazalete de oro que formaban parte de una exposición temporal de este
museo, prestadas por Rumanía, bajo el título de “Dacia: Reino de Oro y Plata”. Se pretendía hacer consciente a un
público europeo, particularmente, de la cantidad de obras elaboradas con estos
metales preciosos en la Dacia, incluso antes de ser incorporada por el
emperador Trajano allá por el año 106 d.C.
Como tantos otros descubrimientos
arqueológicos fue descubierto por casualidad hace ya casi 100 años. Su conservación
es bastante satisfactoria (aunque la parte de arriba está destruida), lo cual
permite un mejor análisis y comprobar la calidad que alcanzaron los orfebres de
estos lejanos tiempos en esa zona. Toda la parte superior del casco está
decorada con voluminosas tachuelas, mientras que en los lados aparecen especímenes de carácter mítico. Impresionan sus grandes y extraños ojos, no
solo para intimidar y protegerse de su enemigo, también de liberarse de algún
hechizo mágico, mal de ojo, o cualquier otra maldición, por ejemplo. En fin, la
iconografía que representa todo el casco, como el sacrificio ritual de un
carnero, ayudan al estudioso a entender mejor la cultura y costumbres de toda
esta gente en general.
¿A quién perteneció? La verdad es que no
se sabe, solo se han planteado hipótesis más o menos razonables. Pudo ser de un
rey, evidentemente, pero también pudo se r de un famosos general, o de un
personaje noble. Lo que no hay ninguna duda es de que su dueño tuvo que ser una
autoridad que merecía el respeto de sus contemporáneos. En fin, la
incertidumbre persiste, y lo importante es que aparezca pronto y regrese a las
vitrinas de su legítimo propietario el Museo Nacional de Historia de Rumania en
Bucarest, y que vuelva a ser patrimonio de todos sus visitantes.
R.R.C.