viernes, 22 de febrero de 2013

El juicio de Osiris


     Este precioso papiro egipcio datado en el siglo XIII antes de J. C. y conservado en el Museo Británico de Londres, es uno de los fragmentos más apreciados del Libro de los Muertos, en el que aparece Hunefer, un importante escriba que prestó sus servicios en la corte de Tebas al faraón Seti I. Se representa su comparecencia, una vez fallecido, ante el supremo tribunal de Osiris, en el que podemos observar al dios Anubis con su típica cabeza de chacal pesando en la balanza el corazón de Hunefer, nombre con el que se conoce este papiro. En el otro platillo de la balanza de Maat, diosa que simboliza la verdad, la justicia y la simbología cósmica, coloca una pluma de avestruz conocida como: “pluma de la verdad”. Otro dios del panteón egipcio, Thot, identificado con la sabiduría, los conjuros mágicos, etc. con cabeza de Ibis (ave con cuello largo y pico curvado hacia abajo), toma nota del resultado de la operación, de la que dependerá que el difunto tenga o no vida futura, para lo cual, el corazón deberá pesar igual que la pluma. Si no ocurriera así, el fallecido sería devorado inmediatamente por un ser monstruoso que aparece expectante: Ammyt, al que podríamos denominar, “devora corazones ” o “devora muertos”. Esta extraña criatura presentaba cabeza de cocodrilo, seguida de cuerpo de león y rematada con la parte trasera de hipopótamo. De esta horrible manera terminaría su paso por la otra vida y perdería su condición de eternidad.

     En la parte superior del papiro, el difunto aparece haciendo reverencias a una serie de dioses que portan la cruz de asas, la cruz de la vida, con la esperanza de ganarse su favor y tenerlos de aliados cuando llegue el momento de encontrarse con Osiris. En la parte inferior, y siempre vestido de un impoluto blanco, aparece de la mano de Anubis. Una vez superado el juicio al que ha sido sometido, es presentado por el dios celeste Horus con su típica  cabeza de halcón ante Osiris, el dios de los muertos, el que tiene la última palabra, sentado en su trono con sudario blanco y tez de un intenso verde, que indica la regeneración y la innovación. Representado a mayor tamaño en un habitáculo independiente, con el bastón curvado y el flagelo en sus manos, que hacen alusión a su poder y al Bajo y Alto Egipto. Tras él, su hermana y esposa la diosa Isis, que recompuso su cuerpo y lo resucitó después de haber sido asesinado por Shet, otro dios del panteón egipcio; y su otra hermana Neftis, diosa de la oscuridad y madre de Anubis. El ojo vigilante de Horus, en lo alto, representado de forma esquemática y símbolo de la clarividencia, ocupa un lugar destacado en el habitáculo del dios de los muertos.
      En todo el papiro y en columnas verticales, las imágenes aparecen acompañadas de textos jeroglíficos que forman parte del Libro de los Muertos, que acompañaba a los difuntos en sus sarcófagos, siempre que se los pudiesen pagar, ya que, frecuentemente, suponía los ahorros de toda una vida de trabajo para poder adquirirlo y, así, utilizarlo en el más allá como una especie de abogado defensor, ante el tribunal al que rendía cuentas. Este fragmento que estamos viendo es muy interesante, ya que trata de una cuestión fundamental, nada menos que del juicio de Osiris, que tenía que decidir si pasabas a la vida eterna. Pero una de las partes más significativas del libro, era el fragmento correspondiente a la confesión negativa que el difunto hacía en su defensa, negando una serie de hechos considerados como malos, que él afirmaba no haber realizado.  Además, tenía que salvar toda suerte de obstáculos, resolver complicados acertijos, y dominar una serie de conjuros si quería alcanzar la inmortalidad en una próspera y fresca tierra, que le permita vivir en paz y armonía para siempre.

      Para nuestra mayor tranquilidad, el escriba Hunefer ha superado el juicio de Osiris. Ha sorteado con éxito todos los problemas que ha ido encontrando en el más allá.  Ahora, estará disfrutando de la vida eterna que tanto anhelaba. Si deseas escribir tu nombre en caracteres jeroglíficos pincha aquí
          R.R.C.
NOTA: Fotos del autor.