lunes, 15 de octubre de 2012

El camafeo y anillos antiguos

     Podríamos denominar camafeo a un objeto en relieve, obtenido generalmente de una piedra de adorno de color variable, con delicadas y preciosas figuras que, en ocasiones, alcanzan la categoría de pequeñas obras de arte. A la técnica de producir camafeos se denomina glíptica, que etimológicamente significa grabar en griego y, desde un punto de vista más amplio, grabar en piedra dura. Una variedad del cuarzo, el ágata, es uno de los materiales más utilizados en la elaboración de estas piezas, con la finalidad de aprovechar la distinción de los colores que brindan sus capas, de tal forma, que puliendo y rebajando convenientemente la primera capa, se deja la segunda para fondo, mientras queda la primera con los relieves de la figura. Bien mirado, los camafeos son una forma especial del arte de la escultura y más concretamente del relieve.            
     Antiguamente, en la cultura greco-romana y también en la persa se elaboraron en grandes cantidades, lo que indica, que eran muy apreciados por las clases adineradas. En la Edad Media fueron olvidados, para volver a renacer a partir del siglo XV, especialmente en Francia. En la actualidad han caído en desuso, digamos, que no están de moda, pero se siguen elaborando y tienen su público.
     Como ejemplo de lo expuesto, podemos ver un camafeo hecho en París a finales del siglo XVIII, en el que aparece el rey Ptolomeo II de Egipto asimilado a Alejandro Magno, realizado por el orfebre Josias Belle en calcedonia gris y con una montura en oro esmaltado.    
       R.R.C.
Apéndice. Añadido el 2-3-2021
                                                SORTIJA DE LEONCIO

     La primera vez que la vi me recordó la chapa de un botellín de cerveza o de un refresco, por esa forma redondeada y polilobulada que presenta. Es un anillo sello bizantino de un tal Leoncio, como podemos leer en la segunda línea de la inscripción griega que muestra su bisel. La traducción que nos ofrece el Museo Metropolitano de Nueva York, propietario y exhibidor  de la pieza, dice como sigue: "Señor ayuda a Leoncio, Patricio y Conde de Obsikion imperial custodiado por Dios". El oro fue el material que se utilizó para realizarla alrededor del año 1000, la cual presenta una circunferencia interior de 5,3 cm de diámetro.

    
      La técnica empleada para su ejecución es el nielado, que normalmente consiste en una mezcla negra de azufre, cobre, plata y plomo, que una vez fundida se deja fluir por el huecorrelieve efectuado previamente. Al enfriarse se endurece y se pule la superficie para que luzcan los trazos rellenos de negro. El esmalte que ofrece más opciones de color fue imponiéndose a esta técnica a la hora de elaborar objetos de orfebrería. También observamos motivos florales y volutas con pasta de niel en su amplio aro.
     Por último, indicar que Opsikion era una antigua provincia situada en el noroeste de la actual Turquía, en la que, probablemente, el propietario del anillo fue su gobernador o un alto cargo, que para realizar su labor solicitó la ayuda del Señor.

        R.R.C.

Apéndice. Añadido el 28-5-2021

                                                        EL ANILLO DE CALÍGULA

     Este impresionante anillo de oro y zafiro hecho en una sola pieza se le atribuye tradicionalmente al emperador Calígula, aunque según entendidos en la materia no concuerda mucho con los típicos de su época. Por lo tanto, tiene una antigüedad de casi 2000 años si aceptamos que perteneció a este emperador. Por otra parte, el rostro femenino que aparece tallado en el zafiro del anillo parece que se trata de su cuarta esposa Cesonia, al menos hay bastante consenso al respecto. Según los historiadores clásicos ambos tenían una extravagancia y desenfreno sexual similar, llegando a ser presentada desnuda por el propio emperador a sus amistades más próximas. Ambos disfrutaban de la exhibición.

     El maestro artesano que elaboró esta joya demostró una habilidad y paciencia enorme, máxime, si tenemos en cuenta la dureza del material que empleó para realizar el anillo, nada menos que zafiro que tiene dureza 9 en la escala de Mohs, tan solo por debajo del diamante que es el mineral natural más duro que se conoce. No hay que confundir dureza (resistencia de un cuerpo a ser rallado por otro) con fragilidad, es decir, facilidad para romperse. Sobre un peinado alto muy elaborado del personaje, coloca una lujosa corona redonda. Su rostro de perfil  claramente definido con: ojo, nariz, boca entreabierta y mentón prominentes. Con rotundos pliegues en su vestimenta finaliza la efigie de la representada.

     Para poder trabajar así el zafiro debió de utilizar alguna herramienta con diamante, ya que es el único elemento que podía rayarlo y ya se conocía en aquella época. No obstante, no lo podían tallar por su extremada dureza. En fin, una de esas obras que nos ha legado el mundo antiguo y que todavía hoy nos siguen maravillando por la dificultad que entraña su ejecución. Impresionante.

    R.R.C.

Nota: Imágenes descargadas de Internet