Se ha hecho público estos días de comienzo
de 2014, el descubrimiento por parte de un grupo de arqueólogos japoneses en la
ciudad egipcia de Tebas*, de una monumental tumba de un cervecero de los
faraones, de la época dinástica de los Ramsés de hace unos 3200 años. El
responsable del hallazgo explicó que descubrieron esta tumba cercana al Valle
de los Reyes, "durante la limpieza de la explanada ubicada frente a la
sepultura de un alto responsable bajo el reinado de Amenofis III". El
propietario se llamaba “Jonso Em Heb”. La sepultura tiene forma de T, con dos
salas y una cámara mortuoria. Además, está conectada con la tumba de un
personaje aún sin identificar conocido como Hun. Sus paredes y techo se
encuentran ricamente adornadas con paisajes dibujados, así como numerosas
inscripciones en lengua jeroglífica, que nos aportan numerosos detalles de la
vida cotidiana en el Antiguo Egipto, especialmente, sobre las relaciones
familiares entre marido, esposa e hijos y, por supuesto, sobre rituales religiosos.
La riqueza
cromática que podemos ver en el interior, tanto en techo, decorado con figuras
geométricas y una barca solar, como en paredes, nada tiene que envidiar a otras
sepulturas de personajes de mayor rango; y por fortuna, presenta un buen estado
de conservación. En uno de sus muros, podemos observar una pintura en donde
aparece el propio cervecero aquí sepultado, junto a su mujer e hija, entre
cuyas funciones destacaba la de encargarse de las reservas reales de esta
bebida, presentando ofrendas a los dioses, concretamente, frente a Mut,
considerada la diosa madre egipcia. Otras pinturas que aparecen, nos presentan
como era el proceso de fermentación del cereal para la elaboración del preciado
líquido, así como las vasijas que lo contenían, que eran ofrecidas a la
mencionada diosa. Para entender mejor el rango del personaje, hay que tener
presente, que la cerveza era una bebida muy popular entre la gente, desde el
propio faraón hasta el egipcio más humilde. No resulta extraño el hecho, de que
la primera huelga de la que se tiene noticia en toda la historia, se produjo en
el siglo XIII antes de J.C. en el reinado de Ramsés III, precisamente, porque a
los obreros no se les suministró la cantidad de cerveza prometida durante un
tiempo. Como consecuencia de ello, interrumpieron su trabajo, ya que ésta era
considerada un medio de pago. Por último, las normas de fabricación de la
cerveza eran estrictamente vigiladas por los funcionarios del faraón, para que
no hubiese engaños ni manipulaciones, y con este objetivo, sellaban los
recipientes con inscripciones jeroglíficas para garantizar su calidad y
autenticidad.
Lamentablemente, aún no se encuentra
abierta al público, pero todo indica que en un futuro se podrá visitar.
*La actual
Luxor en el Alto Egipto.
R.R.C.