Sólo un globo terráqueo nos proporciona
una imagen fiel de la Tierra. El inconveniente es, que es demasiado reducida
para poder observar detalles de una región, provincia o país. Para disponer de
una representación más precisa, nos vemos en la necesidad de pasar de la esfera
al mapa, es decir, de una superficie curva a una superficie plana. El problema es, que esto no es posible sin que se produzcan deformaciones. El mapa, por
su misma naturaleza, siempre presenta alguna deformación de la superficie
representada. El objetivo de la Cartografía, la ciencia que se encarga de
elaborar los mapas, es el de intentar que las deformaciones que se produzcan
sean las menores posibles; para ello, debe de escoger entre las más de
cuatrocientas formas de representación que hay para tal fin.
Por lo tanto,
la elaboración de un mapa exige elegir previamente el sistema de proyecciones
más conveniente. Los tres principales son los siguientes:
A)
Proyecciones cilíndricas. Si los puntos de la esfera se proyectan sobre un
cilindro, nos darían una red ortogonal (de ángulos rectos) de meridianos* y paralelos**. Los primeros se mostrarían como rectas equidistantes (a igual
distancia unos de otros), pero los segundos tendrían una separación variable.
Los paralelos aparecen tanto más separados cuanto más se acercan a los Polos.
Por tanto, las deformaciones que sufren los mapas trazados con esta proyección
son poco importantes en la proximidad del Ecuador, pero muy grandes en las
regiones polares.
Este tipo de proyección es el más adecuado
para representar la zona cálida de la Tierra, esto es, la parte del globo
comprendida entre el Ecuador y los trópicos de ambos hemisferios.
B)
Proyecciones cónicas. En este caso, la red de meridianos y paralelos se
proyecta sobre un cono que está en contacto con la esfera en un paralelo
determinado, por ejemplo, el situado a 45º de latitud Norte. Las deformaciones
son insignificantes a lo largo de dicho paralelo, pero van aumentando a medida
que nos distanciemos de él, es decir, los paralelos cada vez varían más su
distancia entre sí, tanto si nos acercamos al Polo Norte, como si descendemos
hacia el Ecuador.
Este tipo de proyección es el más adecuado
para representar las latitudes medias de la Tierra, esto es, la parte del globo
comprendida entre los trópicos y los círculos polares de ambos hemisferios.
C)
Proyecciones efectuadas sobre una superficie plana o acimutal. En este sistema,
la red de meridianos y paralelos se proyecta sobre un plano tangente a uno de
los Polos, en el que los paralelos aparecen representados por círculos
concéntricos que tienen como centro al Polo y los meridianos aparecerían como
radio de estos círculos. Las deformaciones son pequeñas en las proximidades del
Polo, ya que es el paralelo de contacto, pero aumentan a medida que nos
alejamos de él.
Este tipo de proyección es el más adecuado
para representar las zonas frías de la Tierra, las comprendidas entre los
círculos polares y el Polo. Además, hay que tener en cuenta, que con este tipo
de proyección sólo se puede cartografiar (representar) un Hemisferio, ya que el
otro, no puede ser representado en el mismo mapa.
Por último, obsérvese, que las
deformaciones nunca afectan a los meridianos, ya que todos pasan por los
paralelos de contacto: el paralelo 0º (el Ecuador) en el caso de la proyección
cilíndrica; el paralelo 45º en la cónica; y el paralelo 90º (el Polo) en la
acimutal.
*Los meridianos son semicírculos máximos imaginarios
trazados desde el Polo Norte al Polo Sur. Miden 180 grados. El meridiano de
referencia (0 grados) es el de Greenwich, nombre que procede del observatorio
astronómico situado cerca de Londres.
**Los paralelos son círculos imaginarios perpendiculares al
eje de la Tierra. Como su nombre indica, son paralelos entre sí. Miden 360
grados. El Ecuador es el mayor de todos y divide la Tierra en dos hemisferios:
Norte y Sur. Otros paralelos importantes son: el Trópico de Cáncer a 23º 27’,
el Círculo Polar Ártico a 66º33’ y el Polo Norte a 90º. Todos ellos en el
Hemisferio Norte. Los correspondientes en el Hemisferio Sur son: el Trópico de
Capricornio a 23º 27’, el Círculo Polar Antártico a 66º 33’ y el Polo Sur a
90º.
Añadido el 1 de enero de 2017
Recientemente el arquitecto japonés Hajime Narukawa, parece
que ha resuelto algo que parecía no tener solución, como es el complicado
problema de proyectar una superficie curva en un plano, es decir, pasar de la
esfera al mapa. Pues bien, el autor dividió la esfera terrestre en 96 triángulos
para trasladarlos posteriormente a tetraedros, que son poliedros compuestos por
cuatro caras planas y finitas. De esta manera consiguió desplegar toda la
superficie de la Tierra en un espacio rectangular manteniendo las proporciones
de continentes, países y océanos, muy próximas a las reales y, por supuesto,
más exactas que las efectuadas con las proyecciones utilizadas hasta ahora. Y
aún podría hacerse el planisferio más exacto y detallado, si se aumentara el
número inicial de subdivisiones.
Aunque tendremos que acostumbrarnos en un
principio a la imagen que viene a continuación,
sería el mapa resultante de aplicar esta novedosa técnica, conocido con el
nombre AuthaGraph World Map, y que ha supuesto un importante premio a su
descubridor.
R.R.C.
Nota: Imágenes obtenidas de Internet.