En este
mismo blog ya hay otras entradas anteriores de esta combativa reina, que vivió
allá por el siglo XVI a. C., a caballo entre las dinastías XVII y XVIII en el
antiguo Egipto. En su tumba destacan joyas, como la presente y objetos bélicos, lo cual nos indica o refuerza su actividad militar. De hecho, este
espléndido collar de oro del que penden tres moscas, lo podemos valorar como
una condecoración castrense, concedido por su hijo Ahmose I, en reconocimiento por los servicios prestados
a su reino. En la actualidad se puede ver en el Museo de El Cairo.
Las moscas elaboradas en oro puro
presentan unas alas finas y lisas, mientras sus cuerpos cincelados están unidos
a ellas con grandes ojos saltones. Una anilla sobresale de su hocico para que
pudiesen ser colgadas de una cadena. Todos aquellos efectivos que mostrasen un
valor especial en el campo de batalla podían recibir un colgante con una mosca,
como distinción a su valentía.
R.R.C.