En el templo del Sol mandado a construir por Akenatón, el
cual contaba con una cervecería, un arqueólogo de Cambridge descubrió una
receta en 1990 para la elaboración de la cerveza. Posteriormente y siguiendo
sus indicaciones, una fábrica escocesa se encargó de producir lo que
presentaron como la cerveza más antigua del mundo: Tutankhamun. Se ofrecía en
una bonita caja de madera que simbolizaba un sarcófago. En la parte frontal y en
vivos colores se nos muestra el nombre de trono y el nombre de pila del faraón en
sus correspondientes cartuchos. En la zona inferior podemos traducir del
jeroglífico: “Cerveza para su Majestad”. Y para quién pudiera pagársela,
añadiría yo. Solo se fabricaron 1000 botellas.
R.R.C.