En esta
ocasión trato de juntar en un único apartado escritos anteriores y añadir algunas
cuestiones nuevas:
El marcado como nº 1 es el cartucho que recoge el nombre de
nacimiento de Tutankamón. En la parte central aparece un polluelo de codorniz
entre dos pequeños semicírculos que fonéticamente se leen como una “t”,
mientras que el ave suena como una “u”, luego leeríamos “tut” que podríamos
traducir como: símbolo. En la parte inferior nos encontramos con tres signos:
el primero de ellos representa tres sonidos, por lo tanto, trilítero, me
refiero a la famosa cruz ansada egipcia que suena “anj” y hace alusión a la
vida, acompañada en este caso por los signos unilíteros de la línea quebrada
que suena como: “n” y el que debería ser un círculo con bandas horizontales
equivalente a nuestra “j”. Es evidente que ambos actúan como redundancia de la
cruz egipcia, así pues, los tres juntos los leemos: “anj”. En la parte superior
vemos el junco en flor: i; el ya explicado semicírculo y línea quebrada, que
leeríamos como: iten, es decir, Atón. Además, del disco solar vuelve a incidir
en ello, o sea, Atón. En definitiva, en jeroglífico se transcribe como:
Tutanjatón, que podríamos traducir como “El símbolo vivo de Atón”.
Es necesario tener en cuenta, que este fue
el primer nombre de cuna de este faraón, ya que cuando nació estaba
institucionalizado en Egipto el dios Atón (el culto al Sol), por su padre
Akenatón, pero al morir, se vuelve al antiguo politeísmo oficial que tanto
beneficiaba y añoraba el poderoso clero tebano. El culto al único dios Atón,
sería sustituido por el culto a Amón y demás dioses. No obstante, como vemos en
objetos de su tumba, se mantuvo este primer cartucho, pero pronto fue
sustituido por otro que, como diríamos ahora, fuera más políticamente correcto:
Tutankatón se convirtió Tutankamón, como veremos a continuación.
El marcado como nº 2 es el cartucho que recoge el Nombre
de Trono de Tutankamón, en el cual destaca el escarabajo típico egipcio que
podemos traducir como “manifestación”,
heper en jeroglífico. Debajo de él aparecen tres pequeños trazos que indican
que el término anterior hay que leerlo en plural. A continuación, vemos una
especie de cuenco o cesta que traducimos como: señor, neb en su idioma. Y en la parte superior, el disco solar que
asociaban al dios Ra. Por lo tanto,
la traducción es: “El señor de las manifestaciones es Ra”. En el egipcio medio
clásico el artículo no se utiliza. En este idioma, dependiendo del contexto,
hay que presuponer palabras en muchas ocasiones para dotarlo de sentido. Por
ejemplo, el verbo ser no aparece, pero ateniéndonos al entorno hay que
incluirlo en la traducción.
Los marcados como nº 3 y 4 me parece interesante fijarnos en el
bonito cartucho real que lleva el nombre de la esposa preferida de Ramsés II que
aparece dibujado en las paredes de su tumba. Sobre su frente, y a la altura de
las dos plumas largas que la propia Nefertari porta sobre su cabeza, con el
disco solar incluido en la base de las mismas, podemos observar los siguientes
signos: en primer lugar y en la parte superior un buitre, que podemos
identificar con la diosa Mut “La Madre”, que en jeroglífico se la representa
con un buitre que se transcribe -Mwt- seguido de una semiesfera -t- (que en este caso actúa como redundante).
La diosa aparece en primer lugar, por respeto, aunque luego se lea la última.
Debajo y de izquierda a derecha vemos una especie de instrumento musical,
aunque en realidad es una tráquea, que es un signo trilítero y se lee – NeFeR-
(la letra e minúscula se añade por convención, para poder leer tres consonantes
juntas), seguida de una caña en flor que podemos transcribir como i latina. A
continuación aparecen tres signos que habría que leer de arriba abajo: un
semicírculo -t- , una especie de boca
medio abierta -r- y dos trazos verticales que vendrían a ser una
i larga -ii- , o -y-. En la parte
inferior del cartucho observamos una línea quebrada que se transcribe como - n
- (se pronunciaría en), una especie de rectángulo -mr- (1) y por último, otro
semicírculo, que ya sabemos que se transcribe como - t - e indica el género
femenino, que la inscripción se refiere a una mujer. Juntando todo lo anterior
podría quedar como sigue: Nefritry Mwt n mr t. Traducido al castellano: “La
bellísima amada de Mut”, o bien “Nefertari amada de (en) Mut.
En
otros cartuchos, como podemos observar en la otra imagen, en lugar de ese
rectángulo que se transcribe como -mr-
aparece un signo con forma de azada o arado, que tiene el mismo significado:
amar y se transcribe igual.
El marcado como nº 5 podemos leer el nombre de Senebkay,
precedido por el disco solar (Ra) y la figura del famoso pato egipcio (que se
lee sa) y se traduce como hijo. Luego el faraón, es el hijo de Ra (el Sol).
Seneb, significa saludable en español y el Ka para los egipcios, era el
espíritu. Los dos juncos en flor que aparecen al final (se leen como y), los podríamos interpretar como él de… Si unimos
todo lo anterior, concluimos que el nombre de Senebkay significa: “El de espíritu saludable” el Hijo
de Ra.
El marcado como nº 6 El nombre de trono (Nesut Bity) de
este faraón, ahí va: Aajeperra setepenamon, que se podría traducir como: Grande
es la manifestación de Ra, elegido de Amón. Más conocido por su nombre griego
Psusennes I. En el cartucho real que se inscribe el verbo ser no aparece, o
sea, ateniéndonos al contexto hay que incluirlo en la traducción. Advertimos el
disco solar (Ra); seguido de un signo que representa una columna (aa), que en
este caso debemos descifrar como grande; el famoso escarabajo egipcio (jeper)
que significa: manifestación; después observamos la divinidad con dos plumas
altas, cetro y barba (Amón) y una línea quebrada (n) que actúa como genitivo
indirecto e interpretamos como de; y termina con la representación de una
azuela con taco de madera (setepe), abreviatura de: elegido. Para concluir, tan
solo señalar que el término faraón procede del griego, por lo tanto, no es así
como llamaban a sus reyes en Egipto. En jeroglífico, se escribía con un
rectángulo abierto por la parte inferior que podríamos transcribir como per;
más el signo que representaba una columna: aa, es decir, la palabra faraón en
jeroglífico sería: Per-aa.
El marcado como nº 7 Debemos empezar a leer por esa gran
figura central que consiste en un pato volando con cola larga. Aunque en otras
ocasiones hace referencia a volar, cuando tiene un valor figurativo, en este caso
se emplea como artículo definido y lo podríamos traducir por: la y sonaría Pa.
En este caso, la estrella de cinco puntas que aparece a su izquierda sí tiene
un valor figurativo y representa al mismo astro con sonido seba. El pequeño
montículo con Sol naciente significa aparece y suena ja. La línea quebrada
inferior la podríamos pronunciar y traducir por en. El círculo con la equis en
su interior significa ciudad y suena niut. A la derecha y en la parte superior
del cartucho, nos encontramos con el nombre de la divinidad Amón, representado
por el junco en flor (que recuerda una pluma), el tablero con siete fichas y la
línea quebrada, obtendríamos el sonido imen. Por último, la azada inferior es
el verbo amar, que leeríamos mer y traducimos por: amado. Luego, ya tenemos
concluido, tanto su pronunciación jeroglífica: Pasebajaenniut merimen ¡vaya con
el nombrecito! Como su traducción al español: “La estrella que aparece en la
ciudad, amado de Amón”. Este sería el nombre de cuna del soberano, conocido
como Sa Ra. Además, contaba con otros cuatro nombres, entre ellos el Nombre de
Horus (no lo hemos tratado aquí), que hace alusión a la ciudad egipcia de Tebas
y que en jeroglífico se pronuncia: Uaset. En consecuencia, podemos suponer que la
ciudad a la que se refiere su nombre de cuna es a la capital del Alto Egipto y
que hoy día se conoce como Luxor. Ah, se me olvidaba, su nombre griego por el
que se conoce a este faraón, ya mencionado, es Psusennes I, o el faraón de
plata, por preferir este material en la elaboración de su sarcófago.
Los marcados como nº 8 y 9 su Nombre de Trono (Nesut Bity) lo
vemos en el jeroglífico vertical de la izquierda: Rey del Alto -junco- y Bajo
Egipto -abeja- y traducido como: "El señor de las manifestaciones es
Ra", ya aclarado cuando abordé el segundo cartucho. Luego el faraón era
el Rey del Alto y Bajo Egipto, según nos indican los signos superiores que
acompañan al cartucho.
Tutankamón (Hijo -pato- de Ra -círculo- “El
símbolo vivo de Amón, gobernante de Heliópolis del Sur”, es decir, la antigua
Tebas, tal y como aparece en el cartucho de la derecha). El signo que recuerda
al báculo de los obispos se lee “Heqa” y se traduce por gobernar, mientras que
los dos que le siguen hacen referencia a la ciudad mencionada: el signo con
forma de pilar se lee “iunus”, y es así como llamaban a la ciudad de
Heliópolis en el Bajo Egipto, pero como aparece seguida del junco del desierto
que hace referencia al Alto Egipto y suena “hema”, juntando los tres signos se
pronunciarían en jeroglífico: “Heqaiunushema” , que traducido sería: gobernante
de Heliópolis del Sur, localidad próxima a la ciudad de Tebas y por extensión,
a ella misma. La parte intermedia del cartucho ya está explicada en el primero
que he comentado. En cuanto a la parte superior, aparece el junco en flor (i),
un tablero con fichas, que es un signo bilítero y se transcribe “mn” y la línea
quebrada que es redundante “n”. Se lee “imen” y se traduce por: Amón. Éste era,
lo que podríamos llamar, su Nombre de Nacimiento (Sa Ra).
El marcado como nº 10 es otro bonito cartucho que contiene
el nombre de un faraón. En lo alto del mismo aparece el disco solar en
referencia al dios RA, con el borde de oro y con una cornalina redonda
incrustada. A continuación muestra un signo jeroglífico bilítero, o sea, que
equivale a dos sonidos: JA, y consiste en el disco solar asomando tras una
colina. En este caso se podría traducir como: “aparece”. Cornalina y turquesa
principalmente ocupan el espacio interior que deja el bisel de oro. Por último,
nos encontramos con el famoso escarabajo pelotero egipcio, con su precisa
silueta áurea y colmada con una magnífica pieza de lapislázuli elaborada al
efecto. Como signo trilítero sonaría JePeR (JPR, introducimos la vocal e para
su pronunciación) y se traduce por: “manifestación”. Luego, el cartucho en su
conjunto lo leeríamos: Jajeperra (aunque el nombre del dios aparece en primer
lugar, por respeto, por ser una divinidad, se lee el último). “Aparece la
manifestación de Ra” sería su traducción al español y el nombre griego por el
que se le conoce a este faraón es: Sesostris II.
El marcado con el nº 11 es el Nombre de Trono, ya explicado
anteriormente, o Nesut Bitty del faraón más conocido como Sesostris I. En la
parte inferior vemos dos brazos alzados que los egipcios identificaban con el
“Ka”, es decir, el alma, o el espíritu, que diríamos nosotros. En el centro, el
famoso e inconfundible Scarabaeus sacer, que ya sabemos cómo se lee y qué
significa. Y en la parte superior el disco solar que llamamos “Ra”. Luego su
nombre en jeroglífico sería: Jeperkara y traducido: “El espíritu de Ra se
manifiesta”.
El marcado con el nº 12 es el Nombre de trono de Tutmosis II.
En la base tenemos la conocida línea quebrada que suena como: “n” y que actúa
como un genitivo indirecto, por lo tanto,
lo interpretamos como una preposición (de), y el ya consabido escarabajo. Una
columna horizontal que pronunciamos como: “aa” y en este caso significa grande.
Por último, el disco solar: Re, o Ra. En jeroglífico se escribe: Aajeperenra, y
traducido: “La manifestación de Ra es grande”.
Para acabar, una cuestión importante. Los
soberanos egipcios, dependiendo de la época en que reinaban, recibían hasta
cinco nombres, los más usados eran los mencionados más arriba: el Sa Ra (nombre
que le ponían al nacer) y el Nesut Bity (el nombre con el que alcanzaba el
trono), pero además, recibían los siguientes: el nombre de Horus, el nombre de
Horus de oro y el Nebty, o “Las dos Damas” que representaban un buitre y una
cobra, símbolos del Alto y Bajo Egipto.
NOTA I: Para no repetirme demasiado y cansar
al posible lector, evito plantear algunas cuestiones y, por supuesto, mencionar
excesivos detalles. Para un conocimiento mayor, aconsejo echar mano de manuales
que tratan esta lengua y que hay en el mercado. Yo he tenido siempre dispuesta la GRAMÁTICA EGIPCIA de F.J. Martín Valentín y algún otro experto en este tema.
NOTA II: Selección y composición de imágenes
del autor.
NOTA III: SI LO DESEAS PUEDES ESCRIBIR TU NOMBRE CON CARACTERES JEROGLÍFICOS EN UN CARTUCHO Pincha aquí
R.R.C.