Llamando Jesús a sus discípulos, les dijo:
En verdad os digo que esta viuda pobre ha
echado más en el gazofilacio que todos los otros, pues todos han echado algo de
lo que les sobraba; ella, en cambio, en su necesidad, ha echado todo lo que
tenía, todo su sustento (Marcos, 12). Luego, se convirtió para Jesús en la
moneda más valiosa de todas, pese a que todos sabemos la aversión que Él sentía
por el dinero, cuando pidió que le mostrasen un denario con la cara del césar,
para no tener que tocarlo. Siguiendo dicho evangelio, Jesús se encontraba en el
Atrio del Templo descansando cuando observó que la pobre viuda se acercó al
gazofilacio (en España le llamamos cepillo) y depositó dos pequeñas monedas,
las de menor valor que circulaban en ese momento por Jerusalén.
Se ha especulado mucho sobre cuáles
podrían ser, y se ha llegado a la conclusión mayoritaria de que se trataba de
dos leptones, que equivalían a un prutah (óbolo). Todas aquellas monedas que el
Templo no aceptaba como limosnas quedan eliminadas, lo cual allana el camino
para pensar que se trataba de estas piezas, aunque fuesen muy antiguas, ya que
tendríamos que remontarnos a los tiempos del rey y sumo sacerdote Alejandro Janneo,
que vivió entre el 127 (rey de Judea desde el 103) y el 76 a.C., el que mandó
acuñar estas monedas en la ceca de Jerusalén.
En lo que me parece el anverso observamos con cierta claridad un ancla invertida con una leyenda en griego rodeándola. Respecto al reverso, vemos una estrella de ocho puntas en el interior de una diadema con una inscripción en hebreo. El material empleado era el bronce y su diámetro de poco más de un centímetro, aunque no eran completamente circulares.
P.D. (13-6-2024) Realmente la moneda denominada óbolo, ὀβολόι en griego que significaba broche, fue una pieza de plata muy pequeña y que empezó a utilizarse en el mundo heleno desde el siglo VI a. C., y equivalía a la sexta parte de un dracma (3.5 g de plata), luego no alcanzaba los 0.6 g de este mismo metal. Sin embargo, en el Nuevo Testamento la gente habla del óbolo de la viuda, pero hay que darle el sentido de una pequeña cantidad de dinero que los fieles depositaban como limosna en el gazofilacio del Templo, en el caso que nos ocupa serían dos leptones, que eran las monedas ( incluso a veces mal acuñadas), que hacían los judíos.
R.R.C.
NOTA: Imagen descargada de Internet