R.R.C.
miércoles, 19 de abril de 2017
Jarroncito para libaciones del Antiguo Egipto
Este jarroncito de oro es un vaso para
libaciones como los que utilizaban el clero tebano durante la XVIII dinastía, y
apareció en la tumba del faraón Amenemope (hijo de Psusennes I) en Tanis, pero
perteneció a Amosis I, soberano que gobernó Egipto en el siglo XVI antes de
Cristo. Lo podemos comprobar en el cartucho que lleva grabado, en el cual vemos su Nombre de Trono “Nebpehtyre”, que lo podríamos traducir: “El
poseedor de la fuerza es Re”. Luego, esta pieza tiene más de 500 años que la
tumba en donde apareció, y presenta un estilo diferente a la orfebrería de la
dinastía XXI.
Pepy II, tres pinceladas
De Pepi II, faraón de la VI dinastía que
gobernó Egipto entre los siglos XXIII y XII a. de J.C. informaré de tres cosas
suyas. En primer lugar, según algunas fuentes fue el gobernante que más tiempo
ostentó el poder, ya que comenzó a reinar con 6 añitos y estuvo hasta los casi
100 que murió, es decir, más de 90 años en el trono. Otras fuentes apuntan
menos tiempo, pero coinciden en que su reinado fue muy largo. En segundo lugar,
se cuenta de él que para liberarse de las molestas moscas, tuvo la idea de
hacerse acompañar por varios esclavos cubiertos de miel, además de ubicarlos en
las distintas dependencias de palacio que él ocupaba, para que, ante semejante
manjar lo dejaran tranquilo y se quedaran atrapadas en su golosina. Este hecho
recuerda una famosa fábula que comienza así: “A un panal de rica miel, dos mil
moscas acudieron, que por golosas murieron, presas de patas en él…” Por último,
hoy día sabemos con toda seguridad que le tiraba los tejos* al general Sasenet que iba a visitar todas las noches, y según
los documentos que se conservan “hacía todo lo que quería”. Qué cada uno
interprete. Pero todo indica que nos encontramos ante un comportamiento
abiertamente homosexual, por parte de la máxima autoridad política y religiosa
y, si fuera poco, con un alto cargo militar. No tenemos más información para
saber si la conducta de este faraón era admitida o reprobada por su pueblo.
Evidentemente, no es el primer caso de homosexualidad de la historia, pero sí
de un jefe de Estado del que tengamos noticia.
*Expresión que se
utiliza, a veces, para proponer una relación amorosa, o sexual, a otra
persona.
NOTA: reposacabezas
de Pepy II realizado en marfil y conservado en el Museo del Louvre. En su base se
le desea ‘’vida, salud y fuerza’’. Pepi II y su madre Anjenesmerire II, hecha
en alabastro y de casi 40 cm de altura en el Museo de Brooklyn.
R.R.C.
Palimpsesto egipcio
En la sala
hipóstila del templo de Seti I (padre de Ramsés II) en Abidos, una de las
ciudades más importantes de Egipto, precisamente durante la XIX dinastía a la
que pertenecía este faraón, podemos ver el que seguramente sea el jeroglífico
más curioso del país del Nilo, pues en él aparece de una manera más o menos
clara la silueta de un helicóptero, de un avión de guerra, de un submarino y de
un platillo volante o un zepelín (esos aparatosos globos voladores que fueron
un desastre en la I Guerra Mundial y pronto fueron desechados). Al respecto han
surgido dos teorías: la conspirativa, es decir, que esos jeroglíficos de hace
3300 años significan lo que vemos y los egipcios de aquella época, al menos,
los divisaron; y la arqueológica, que paso a exponer a continuación.
Para la
correcta interpretación del jeroglífico tenemos que tener presente que nos
hallamos ante un palimpsesto, o sea, ante dos inscripciones superpuestas, algo
habitual en el Antiguo Egipto, en donde el propio Ramsés II, cuya ambición no
conocía límites, le gustaba apropiarse de las construcciones llevadas a cabo
por otros, que por no respetar, no lo hizo ni con las de su propio padre, como
es el caso que nos ocupa. Lo podemos comprobar en el cartucho previo en donde
aparecen mezclados los nombres de Seti I y el suyo propios. ¿Qué ocurrió? Que
se borró el texto original mediante raspado, se cubrió con una especie de yeso
para reescribir otro durante el mandato de Ramsés II, pero dejando restos de
la antigua inscripción. El paso de tiempo dejó al descubierto el texto inicial
y ahora lo vemos entremezclado con el nuevo, dando lugar a esas curiosas
imágenes. No obstante, se pueden traducir ambos jeroglíficos. Mientras el más
antiguo decía: “El que repele a los nueve
enemigos de Egipto” el nuevo afirmaba: “El
que protege a Egipto y controla a los países extranjeros”. Como vemos, en
el fondo vienen a decir lo mismo. Por último, el hecho de poder traducir sin
problemas ambas inscripciones, demuestra que son dos textos jeroglíficos
entremezclados y nada más. ¡Qué le vamos a hacer!
R.R.C.
PECTORAL DE AMENEMHAT III
Es un
pectoral* que pertenece a Mereret, la hija del rey Sesostris III y
hermana del rey Amenemhat III, faraón de
la XII dinastía egipcia que gobernó durante la segunda mitad del siglo XIX
antes de J.C. Fue hallado en la tumba de Dahshur Mereret, dentro del complejo
de la pirámide de la propia sepultura de Sesostris III.
La forma ligeramente trapezoidal del
pectoral simboliza la fachada de un templo. En el centro vemos los dos
cartuchos con el nombre (Nesut Bity) de este faraón, que los podríamos leer:
Ny-Maat- Re, es decir, “Vive la justicia de Ra”. A ambos lados de los
cartuchos, el soberano a gran tamaño aparece enfrentándose a sus enemigos que
caen arrodillados frente a él, tras darle a conocer su poderosa justicia. Sobre
la doble representación del faraón, la cruz egipcia de la vida se fusiona con
el pilar de la durabilidad de Osiris. Nejbet (el buitre que vemos) actúa como diosa
protectora durante las guerras que mantenían los faraones contra sus adversarios,
extiende sus alas en la parte superior con ese fin. Tras la representación del
monarca, dos cruces ansadas (símbolos de la vida) a modo de palmeros dan
aliento a su rey. Entre los cartuchos, en letras jeroglíficas podemos leer
referido a este faraón: “El buen dios, Señor de Egipto, Señor de los extranjeros
y Señor del cielo (esto último, sobre las alas desplegadas de Nejbet)”. En
definitiva, Señor de todo lo que existe. Todo ello realizado en oro,
meticulosamente trabajado por expertos artesanos que lo llenaron de celdillas
de distintos tamaños para, posteriormente, incrustar piedras de adorno de
distintos colores como: lapislázuli y cornalina, talladas al efecto, que
producen unos contrastes cromáticos notables. En fin, un pectoral lleno de
magia y simbolismo. Una maravilla.
* Descubierto por Jacques de Morgan en 1894 y está
expuesto en el Museo de El Cairo.
R.R.C.
JARRÓN HALLADO EN LA TUMBA DE TUTANKAMÓN
Nos encontramos ante una bella pieza correspondiente a la
XVIII dinastía egipcia, concretamente del joven faraón Tutankamón, como podemos
ver en dos de los cartuchos que presenta, junto con el de su joven esposa y
media hermana Anjesenamón, cuyo nombre encontramos en el cartucho de la derecha.
Es un magnífico jarrón de alabastro decorado con guirnaldas y plantas en su
parte superior, mientras en su lado izquierdo contemplamos la típica cobra real
o ureus, emblema protector del Bajo
Egipto. Sobre una peana del mismo material contemplamos este bello objeto con
el Nombre de Trono del monarca: “Neb Jeperu
Ra” y su Nombre de Nacimiento, por el que es conocido este faraón:
“Tut-anj-Imen”, o sea, Tutankamón. Y en el tercer cartucho aparece el nombre de
la reina ya mencionado anteriormente. En torno a los cartuchos podemos leer un
texto jeroglífico que en esencia dice: El buen dios Señor de Egipto (El Señor
de las Manifestaciones en Ra), que sea dotado de vida eternamente; El hijo de
Ra, Señor de los canales (El símbolo vivo de Amón, Gobernador de Heliópolis del
Sur) eterno; la Gran esposa real (Su vida es de Amón).
R.R.C.
AMULETO DE LOZA DEL ANTIGUO EGIPTO
Es un amuleto de
loza descubierto en Nubia de época tardía (entre los siglos VII y VI antes de
Cristo), y que se compone de cuatro símbolos: el más visible de todos, la
maravillosa cruz ansada (ANJ) que significa la vida; el cetro (UAS) que la
recorre simboliza el poder; el pilar de Osiris (DYED) que porta lo podríamos
traducir por estabilidad; y el hombre con los brazos alzados (HEH) que aparece
en la parte superior nos sugiere la infinitud. Luego, el portador de este
potente amuleto deseaba gozar de poder, estabilidad y una larga vida. Por
último, esta combinación de símbolos en una misma pieza es algo habitual en la
cultura del Antiguo Egipto.
R.R.C.
APÉNDICE:
Todavía queda mucha gente que cree en la bondad de estos
objetos y que les traerá suerte poseerlos, motivo por el cual todavía se siguen
produciendo y demandando. Yo tengo una reproducción como la que vemos en la
imagen, aunque no creo en absoluto en sus poderes mágicos, no obstante, el
vendedor me aseguró que, aunque yo no creyera en eso, me protegería igualmente,
así que, me convenció para que le comprara una.
NOTA: Si alguien no identifica los cuatro símbolos, añado esta imagen reelaborada por mí con el programa Paint:APÉNDICE:
AMULETO PROTECTOR
Qué duda cabe de que en la antigua
sociedad egipcia los amuletos gozaron de una gran popularidad, independientemente de la clase social a la que se pertenecía; desde el faraón
hasta el más humilde siervo confiaron en estos objetos para protegerse, o
solicitar al destino: suerte, amor, riqueza, salud… en fin, un amplio abanico
de opciones eran las que ofrecían a sus confiados portadores.
Uno de mis preferidos pende de un collar
de la princesa Mereret, allá por el siglo XIX a. de C. Parecido al anterior y
del mismo significado, aunque no puedo precisar su fecha, es el que pude
fotografiar en una vitrina del Museo Metropolitano de Nueva York, y que podemos
ver en la imagen. Es un colgante compuesto por tres signos jeroglíficos
diferentes que dotaba a la persona que lo llevase de una gran protección,
además de la belleza que aportaba como adorno. Como vemos, sobre una base de
oro se introducían piedras de distintos colores que lo dotan de una gran
vistosidad. En la parte inferior se emplea un jeroglífico con forma de cesta
dividido en bandas paralelas, en donde se colocaban los minerales dispuestos en
galería, y que podríamos traducir por: “toda”. En la parte superior y en el
centro, se coloca la famosa cruz egipcia que se representa como una antigua
cordonera de sandalia, y hace alusión a “la vida”. A ambos lados de la misma,
aparece un conocido jeroglífico que se inspira en un salvavidas hecho de papiro,
utilizado por los barqueros del Nilo para protegerse de cualquier contingencia
inesperada. Al igual que este flotador el signo es un ideograma que se aprovecha
para expresar la idea de “protección”. Luego, el colgante completo lo podríamos
traducir por: “Toda protección en la vida”. Es poca, añadiría yo.
R.R.C.
Escarabeo egipcio
Este precioso escarabajo egipcio fue descubierto cerca de la ciudad portuaria de Haifa en Israel, según comunicó la Universidad de dicha localidad. Es de una gran antigüedad, ya que, perteneció a un virrey o visir, alguien que ocupó un cargo semejante al José bíblico, probablemente responsable del Tesoro Real de la decimotercera dinastía del Egipto faraónico, que gobernó el país del Nilo entre el 1780 y 1630 a. de J.C. Además de llevar grabado el nombre del propietario (aún sin descifrar), los jeroglíficos que muestra este precioso escarabeo en su base hacen referencia al portador del sello, a la resurrección, a la vida eterna y a la estabilidad necesaria para conseguirlo. Y, todo ello, centrado en la satisfacción del dios Amón como divinidad del Bajo Egipto.
R.R.C.
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