Como un enorme
cristal de facetas bien definidas y pulidas, con vivas aristas, diáfano y
azulado, se alza apuntando al cielo de Madrid este elegante y esbelto
rascacielos, el segundo más alto de España, de 249 metros de altura, 52 plantas y más de 120 000 metros
cuadrados. Diseñado por el arquitecto
argentino Cesar Pelli, aunque también participaron otros arquitectos e ingenieros
en su construcción. Iniciada en el año 2004 y terminada a finales de 2009, en
el Área de Negocios Cuatro Torres, que es un parque empresarial situado frente
a la estación de Chamartín y junto al paseo de la Castellana. Dicho parque
consta de cuatro rascacielos que son los edificios más altos de Madrid y de
España. El inmueble que nos ocupa se destina íntegramente a alquiler de
oficinas, mientras que su último piso alberga un jardín de 600 metros
cuadrados. De sus 52 plantas tiene seis bajo rasante destinadas a
aparcamiento de vehículos, con una capacidad aproximada de 1.250 coches. Al
estar todas sus fachadas (que podríamos denominar facetas) cubiertas
exclusivamente de vidrio, dan al edificio la apariencia de un enorme cristal
tallado lleno de luz, que se refleja por todas sus caras. Es finura y
elegancia, y sobre todo luminosidad, con brillos y destellos como el más puro de
los minerales.
Siguiendo al
prestigioso arquitecto alemán Mies Van Der Rohe, nos encontramos ante una
construcción de “piel y huesos”. Los huesos serían la estructura de hormigón y
hierro que iría en el interior, mientras la piel sería ese brillante velo de
vidrio, que envuelve el esqueleto para
formar la fachada. Es toda una lección magistral de técnica, claridad y
sencillez expositiva.
R.R.C.Área de Negocios Cuatro Torres |