Cuando uno
contempla el lateral izquierdo del Partenón, no puede evitar que su atención se
desvíe a la tribuna de cariátides, que luce espléndida en otro templo cercano
llamado Erecteion. Las seis imágenes que vemos “in situ” son fieles
reproducciones de las originales: cinco de ellas conservadas en el Museo de la
Acrópolis en Atenas y una en el Museo Británico de Londres.
Nos informa Vitruvio, arquitecto romano
del siglo I a. de C. que griegos leales a su patria castigaron a todos los
hombres de la ciudad de Carias, no muy lejos de Esparta, por ponerse del lado
de los persas en las famosas guerras Médicas, mientras que a las mujeres las
condenaron a llevar pesadas cargas el resto de sus vidas. Eran famosas por su
belleza ya que se las relacionaba con la mítica Helena de Esparta, más tarde de
Troya, cuando Paris se la llevó a esa localidad tras el secuestro consentido
que dio lugar a una guerra de dicha población con el resto de los aqueos. La
belleza le viene por ser hija de la diosa Némesis transformada en Oca, y de
Zeus que adoptó la forma de un precioso cisne para la ocasión. Fruto de esa
relación Némesis puso un huevo, que fue entregado por un pastor a Leda, reina
de Esparta, del cual nació Helena y de la que se hizo cargo como si fuera su
propia hija.
No se sabe con certeza quien esculpió en
mármol estas esculturas femeninas de más de 2,3 m. altura, que a modo de
columnas sostienen para toda la eternidad el pesado entablamento de este
pórtico del Erecteion. Se las han atribuido al propio Fidias, e incluso a otro
escultor llamado Alkamenes. Van vestidas con un peplo y llevan una cesta sobre
sus cabezas que se integra en el capitel. Carecen de brazos total, o
parcialmente, así que no sabemos qué harían con sus manos. Por supuesto que
tienen la belleza, serenidad y elegancia clásicas propias de la segunda mitad
del siglo V a. de C. Por otra parte, mientras tres de ellas adelantan su pierna
izquierda las otras hacen lo propio con la derecha dejando transparentar su
extremidad, comportándose su vestimenta como si de un paño mojado se tratara.
Este movimiento de piernas dirige la vista del espectador al centro de la
tribuna.
R.R.C.
NOTA: Imagen descargada de Internet.