Esta estructura metálica es para Bruselas, lo que la Torre Eiffel es para París. Los dos son símbolos creados para una exposición universal celebrada en cada una de estas dos ciudades, y se han convertido en el mayor atractivo turístico de las mismas, cuando fueron muy criticados en un primer momento.
Empezando por El Atomium fue el pabellón principal y el símbolo de la Exposición Universal de Bruselas de 1958. Su diseño fue obra de André Waterkeyn (ingeniero belga ya fallecido) y representa un átomo de hierro ampliado 165.000 millones de veces. La estructura tiene 102 metros de altura y está formada por 9 esferas de 18 metros de diámetro comunicadas entre sí por tubos. Los metales utilizados son acero y aluminio.
Siguiendo con la torre Eiffel fue diseñada por el ingeniero del mismo nombre para la Expo de 1.889 de París. Con su estructura de hierro y 330 m. de altura es el símbolo de Francia y su capital, y ha sido la construcción más elevada del mundo más de 40 años. Muchos artistas de la época la vieron como un monstruo de hierro. Sin embargo, algunos autores modernos consideran la torre como un poderoso símbolo en particular y una vanguardia en general.
Hoy día, resultaría muy difícil imaginarse París sin esta imponente y bella torre, que estuvo a punto de ser demolida a principios del siglo XX, de no haber encontrado en ella un lugar privilegiado para las comunicaciones radioeléctricas durante la I Guerra Mundial y justificar así su utilidad.
R.R.C.