Óleo sobre lienzo de 131X175 cm expuesto en 1.876. Es un lugar de ocio parisino en la cima de Montmartre, los domingos eran días de baile, llenándose con la población que habitaba el barrio (artistas, literatos y obreros mayoritariamente). Una orquesta amenizaba la danza. El principal interés de Renoir es representar a las diferentes figuras en un espacio con toques de luz.
En las mesas se sientan dos pintores impresionistas junto a otras mujeres del barrio de Montmartre. En el centro de la escena bailan un pintor cubano junto a su amiga; al fondo aparecen otros pintores. El efecto de multitud ha sido perfectamente logrado. Se recurre a dos perspectivas, mientras el grupo del primer plano ha sido captado desde arriba, las figuras que bailan al fondo se ven en una perspectiva frontal. Esta mezcla de perspectivas fue empleada también por otros contemporáneos como Degas. La composición se organiza a través de una diagonal y en diferentes planos paralelos que se alejan. Las figuras están organizadas en dos círculos: uno alrededor de la mesa y otro en torno a las parejas de bailarines. La sensación de ambiente se logra al difuminar las figuras. Esta obra se convirtió en un testimonio de la vida en París de finales del XIX.
Por último, las manchas intensas de colores primarios prestan a la composición una apariencia vibratoria, un temblor pocas veces conseguido.
Manuales de Arte. Adaptado por R.R.C.